Cabina de bioseguridad
La cabina de seguridad biológica (CSB) representa una barrera primaria de contención que permite trabajar de manera segura con agentes biológicos (AB). Es un equipo diseñado para impedir la salida de bioaerosoles de la zona de trabajo y, por tanto, protege a las personas y el ambiente de una posible exposición a AB.
Las cabinas de flujo laminar diseñadas exclusivamente para proteger el producto no son consideradas CSB. El aire filtrado por el filtro HEPA se descarga sobre la zona de trabajo pero termina saliendo por la parte donde está situado el operador. Por lo tanto, se podrán utilizar siempre que se requieran condiciones ambientales estériles y libres de partículas en suspensión. Nunca se utilizarán si se manipulan cultivos celulares, AB u otros materiales que los puedan contener.
La cabina de bioseguridad
Las hay de tres tipos, tal como indica la norma europea UNE-EN12469, conocidas como: clase I, clase II y clase III:
Clase I
Proporciona protección a la persona usuaria y al medio ambiente pero no protege el producto de una posible contaminación.
Clase II
Proporciona protección al personal, al ambiente y al producto.
Clase III
Es totalmente cerrada y ofrece el máximo grado de protección a la persona usuaria y al ambiente. Está diseñada para trabajar con AB de elevada peligrosidad.
Degradación física
La aparición de signos de corrosión en el interior o exterior de la CSB nos indica claramente que es necesario sustituirla lo antes posible. La presencia de óxido puede ser un signo de exceso de humedad o uso incorrecto de los procedimientos de descontaminación. Las superficies oxidadas también dificultan una correcta descontaminación y esto puede aumentar la probabilidad de una exposición a agentes biológicos o contaminaciones cruzadas.
Ahorro energético
Uno de los motivos principales para renovar la CSB es el potencial ahorro de energía porque las actuales CSB son mucho más eficientes energéticamente. Se debería evaluar el retorno de la inversión si se cambia a un nuevo modelo de CSB. Un estudio realizado por el fabricante Baker estimó un ahorro anual de costes operativos de hasta 1.700 euros por CSB nueva respecto a otra con 15 años o más de funcionamiento.
Mejoras de rendimiento
A lo largo de los años se han ido introduciendo mejoras en el diseño general de las CSB, en la optimización del flujo de aire, en los filtros HEPA y en los sistemas de control de buen funcionamiento (ej. sondas de velocidad del aire de entrada, rendimiento del motor/ventilador y la efectividad de la biocontención) que han aumentado su nivel de efectividad en la biocontención.
Asistencia técnica
Es posible que, después de varios años, algunas piezas de repuesto sean escasas o sencillamente no estén disponibles porque el fabricante o el proveedor han dejado de suministrarlas. Esto ya es, de por sí, un indicador de que la CSB está llegando al final de su ciclo de vida y que cada vez será más difícil asegurar un buen funcionamiento.
Mejoras ergonómicas
Las CSB actuales tienen muchas mejoras ergonómicas que ayudan a reducir la fatiga y aumentan la productividad del trabajo diario (ej. un soporte mejorado para el antebrazo, lecturas visibles en pantalla digital de los parámetros de seguridad, una mayor zona de trabajo efectiva, zona de visión más ancha, alturas ajustables). Además, las nuevas CSB hacen menos ruido, lo que se agradece cuando el espacio es limitado y permanece bastante rato.
¿Por qué no se aconseja el uso de radiación UV en la CSB?
Las normas internacionales sobre cabinas de flujo laminar (EN12469: 2000, NSF 49) desaconsejan explícitamente el uso o incluso la instalación de fuentes UV en las CSB. Para ser eficaces, las lámparas UV deben limpiarse semanalmente para eliminar la suciedad y el polvo. También deben revisarse periódicamente (aproximadamente cada 6 meses) con un medidor para asegurar que se emite la intensidad adecuada de radiación UV para la actividad germicida. Las lámparas UV deben apagarse cuando la sala está ocupada para proteger los ojos y la piel de la exposición a la radiación UV.
¿Si trabajo en CSB debo utilizar una protección respiratoria?
En principio, la CSB de clase II ofrece protección cuando se usa correctamente. Sin embargo, si se manipulan determinados agentes biológicos de grupo 3 (transmisibles por vía aérea, de dosis infecciosa baja y que pueden penetrar a través de las mucosas de la boca y nariz) a elevadas concentraciones es aconsejable utilizar también protección respiratoria.
¿Con qué frecuencia se debe cualificar nuestra cabina de bioseguridad (CSB)?
Las CSB se cualificarán en el momento de la instalación y, posteriormente, cada año. También deberían ser cualificadas después de un traslado o de algunas reparaciones (ej. cambio del filtro HEPA, mantenimiento de partes internas, etc.).
¿Con qué frecuencia tengo que reemplazar el filtro HEPA?
La durabilidad de un filtro HEPA va a depender de la calidad del aire filtrado, el tiempo de uso y las características de los procesos que se lleven a cabo y que puedan afectar la calidad de aire o directamente el estado del filtro.
Es esperable que, con el paso del tiempo, el filtro disminuya su caudal, hasta el punto en el cual se le considere saturado. Estudios estadísticos muestran un tiempo promedio de duración de los filtros HEPA de 5 a 7 años. En entornos de aire con muy baja concentración de partículas y procedimientos de baja liberación de particulado estos tiempos pueden incrementarse.
La necesidad de reemplazo del filtro HEPA se evidencia con el resultado de los ensayos de cualificación periódicos que van a determinar su estado. Si el filtro no pasa las pruebas de saturación, caudal y ausencia de fugas deberá ser reemplazado ya que no se puede hacer ningún tipo de reparación.
¿Cómo puedo incluir una CSB en el programa de cualificación anual mínima obligatoria?
Para dar de alta una CSB en el programa se deberá cumplir que se hagan actividades con AB de grupo 2 o superior y rellenar el siguiente e-formulario.
¿Por qué no se permiten mecheros Bunsen dentro de la CSB?
El uso de llamas abiertas, gases o líquidos inflamables dentro de una CSB:
- Rompe el flujo de aire laminar, comprometiendo la seguridad tanto del usuario como del producto.
- Crea una acumulación excesiva de calor que puede dañar los filtros HEPA y/o derretir el adhesivo que mantiene el filtro unido, comprometiendo así la integridad de la CSB.
- Presenta un riesgo potencial de incendio o explosión. Los componentes eléctricos (ej. motor del ventilador, la luminaria, los enchufes, etc.) no están diseñados para funcionar en atmósferas inflamables, en las que una chispa podría crear un fuego. La mayoría de las CSB recirculan un 70% del aire por lo que una fuga de gas, debido a una conexión o mechero defectuoso, pueden rápidamente acumularse a niveles explosivos debido a este proceso de recirculación.
- Los fabricantes de la CSB no asumirán ninguna responsabilidad en caso de incendio, explosión o exposición de los trabajadores debido al uso de un gas inflamable dentro de la CSB.
Las alternativas a los mecheros Bunsen y las llamas abiertas incluyen:
- Uso de incineradores eléctricos.
- Asas de siembra o instrumental de un solo uso.
- Paquetes preesterilizados de instrumental (pinzas, tijeras, bisturís).
Si se considera absolutamente necesario para el trabajo que se está realizando, se puede utilizar un pequeño mechero de alcohol que contenga sólo alcohol suficiente para un día de trabajo, o un mechero que proporcione una pequeña llama bajo demanda.