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Universitat Autònoma de Barcelona

Una guía ayuda a gestionar los conflictos en activida des deportivas

02 dic 2021
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La Escuela de Cultura de Paz (ECP) de la UAB ha publicado Cultura de paz en el deporte. Guía práctica para transformar conflictos en oportunidades (Editorial INDE), una herramienta para ayudar a personas que dirigen actividades deportivas con niños y jóvenes a gestionar los conflictos que dificultan la buena marcha de las actividades y convertirlos en una oportunidad educativa. Las instrucciones que ese ofrecen son aplicables en todos los escenarios posibles donde se hace deporte, desde la clase de educación física hasta el deporte competitivo de clubes, pasando por el deporte extraescolar. El texto es el producto de seis años de colaboración entre la ECP y la Fundación Esport i Educació de Barcelona (FEEB) en los que se trabajó con 150 educadores para adaptar las herramientas de la educación para la paz a las actividades deportivas extraescolares. Además, el libro ha sido editado gracias a la financiación del Ayuntamiento de Barcelona. Firman la guía Marina Caireta, investigadora de la ECP, y Andrés Barrientos, entrenador, profesor de educación física, coach deportivo y árbitro.

Deportes

A menudo, los campos de deportes visibilizan tensiones iniciadas fuera, antes de empezar o durante la clase o el entreno: el conflicto es inherente en las personas y sus relaciones, por lo que hay que integrarlo y disponer de estrategias para abordarlo. Según afirma el psicólogo deportivo Julio Figueroa en el prólogo de la guía, «en los deportes de equipo gestionar la convivencia y los conflictos entre personas de diferentes culturas es clave para conseguir que jueguen bien y ganen». Por eso, «un deportista de élite también ha de educar sus habilidades sociales para rendir al máximo».

Por su parte, el activista Paco Cascón advierte que reaccionamos negativamente a la idea de conflicto porque la asociamos a la violencia y a una experiencia desagradable pero, en realidad, se trata de una oportunidad de cambio y de aprendizaje. Y, como afirman los autores más adelante, «un conflicto bien enfocado es una oportunidad de evolución personal y colectiva, al tiempo que refuerza la cohesión y el trabajo en equipo». Por eso, las personas que dirigen equipos y grupos de deporte no deben vivir el conflicto con temor o como una dificultad sino con serenidad y seguridad, para lo cual, es importante tener un método de abordaje del conflicto riguroso como el que ofrece esta guía práctica (es importante, además, que los formadores tomen conciencia de que, además de entrenador o entrenadora, son un adulto de referencia, y por tanto deben cuidar las buenas maneras y el lenguaje, saber escuchar y dar voz al equipo o ser rigurosos en la planificación de los entrenamientos y la puntualidad).

Cualquier actividad con menores es una actividad educativa donde aprenden valores y modelos de referencia sobre cómo hacer las cosas. El deporte infantil y juvenil, además, es «intrínsecamente educativo», según afirman los autores. El objetivo de la guía es no dejar pasar un conflicto sino aprovecharlo para hacer una buena tarea didáctica y deportiva e influir en los jóvenes para crear una sociedad más justa y pacífica.

La guía gira en torno a tres valores: la paz (cuidarse de que, en los entrenamientos y clases, nadie sufra ningún tipo de violencia física, humillación o exclusión), el respeto (reconocer el derecho de todas las personas a una identidad propia y tratar dignamente a todo el mundo) y la diversión (hacer que los jóvenes se sientan motivados por el deporte y gocen con él). Y los autores proponen cinco estrategias que permiten pasar de una cultura de grupo violenta (jerarquías basadas en la ley del más fuerte, exclusiones, burlas, faltas de respeto, conflictos enquistados…) a una cultura de paz (igualdad de oportunidades, relaciones respetuosas, normas claras y consensuadas, diversión…). Las cinco estrategias son: acuerdos básicos (normas generales, valores guía, alianza inicial); prevención (preparar de antemano una sesión exitosa y pacífica de clase o entrenamiento); prOvención (cohesionar el grupo y tejer una buena red de apoyo mutuo); transformación de conflictos desde una mirada restaurativa; y creación de un marco normativo de grupo.

Al comienzo de la vida de un grupo, es importante sentar las bases durante las primeras sesiones recordando el marco normativo de la institución, dando un enfoque cooperativo a las actividades, realizando actividades de provención y explicando cómo se abordarán los conflictos. Seguidamente, a lo largo del curso, es importante trabajar en la prevención de conflictos innecesarios (aquéllos a los que podemos anticiparnos), atender y aprender los conflictos inevitables (no previsibles), aplicar métodos de transformación de conflicto previamente ensayados y, cuando un conflicto sea reiterativo, crear una nueva norma para generar nuevas rutinas de convivencia.

La guía recoge multitud de ejemplos prácticos vividos en grupos reales, propone actividades, facilita el autoaprendizaje y sintetiza la información en tablas-resumen con, por ejemplo, un caso específico de gradación de las faltas, de leves a muy graves, y las correspondientes consecuencias que deberían tener en cada caso.

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