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Un doctor por la UAB, mejor innovador joven español del año según el MIT

Samuel Sánchez. Foto: C. Müller, MPI-IS
Samuel Sánchez investiga sobre nanorobots en el Instituto Max Planck for Intelligent Systems. Será uno de los conferenciantes de las Jornadas Doctorales del Departamento de Química del próximo año, que tendrán lugar del 27 al 29 de mayo.

26/11/2014

El 2015 Samuel volverá a Barcelona como profesor investigador ICREA en el Institut de Bioenginyeria de Catalunya

Samuel Sánchez ha sido reconocido como el innovador del año  menor de 35 años por la edición en español de la publicación MIT Technology Reviews, que edita el prestigioso instituto norteamericano. Su objeto de estudio son los nano y micro robots, dispositivos de diferentes formas y medidas que pueden “viajar” por un medio y realizar funciones diversas, como transportar fármacos a las células, degradar contaminantes o analizar fluidos.

Sànchez -34 años- hizo su doctorado en la UAB sobre biosensores electroquímicos, dentro del Grupo de Sensores y Biosensores de Química, y leyó la tesis el año 2008. Su interés por los nanorobots surgió poco después: “participé en una conferencia en Brno donde Joseph Wang –uno de los principales investigadores en biosensores- presentó lo que estaba haciendo en aquel momento como ‘gran novedad’… y aquello eran.... nanomotores. Entonces dije, esto quiero hacer yo!”, explica vía correo electrónico.

Barcelona, Japón, Alemania, Barcelona
Desde entonces hasta ahora, el suyo no ha sido un camino fácil, pero ha valido la pena, reconoce. Después de leer la tesis pidió una beca Juan de la Cierva para Madrid, sin éxito. A continuación optó a una plaza de investigador independiente en el International Center for Young Scientists en NIMS, Japón, y posteriormente hizo una estancia como investigador visitante en el Institute for Integrative Nanosciences de Dresden, donde le ofrecieron quedarse como responsable de grupo. Estuvo allí entre los años 2010 y 2013. Después de ganar una ERC Starting Grant, no llegó a un acuerdo en Dresden como él esperaba y fue a parar al Instituto Max Planck, “un lugar increíble para hacer nanorobots. Los postdoctorados del grupo que dirijo dicen que es el paraíso... para investigar está claro... es muy frío!”, bromea. El próximo año, Samuel volverá a Barcelona, como profesor investigador ICREA –será el más joven de los contratados por la Institución hasta ahora- en el Institut de Bioenginyeria de Catalunya.

Reconoce que su carrera postdoctoral en España no pintaba nada fácil y viendo ahora el recorrido realizado se muestra satisfecho: "Doy gracias por haber decidido salir a hacer mi carrera fuera. No ha sido un camino de rosas, tengo mujer e hijos y hemos cambiado varias veces de ciudad y país y más veces de escuela. Pero pensaba en mi sueño y busqué los mejores lugares para conseguirlo. Pude realizarlo gracias a mi mujer, que siempre me apoyó en este camino, siguiéndome e incluso retrasando su carrera -acabó su doctorado con mucho esfuerzo desde Japón-".

Conferenciante en las Jornadas Doctorales de Química
Samuel Sánchez mantiene su relación con los compañeros y compañeras de doctorado de la UAB y el profesorado del Departamento de Química. El próximo año, por ejemplo, será uno de los conferenciantes principales de las Jornadas Doctorales de Química de la Universidad. Estas Jornadas cuentan cada año con personal investigador jóven destacado en su ámbito de investigación y expertos de gran prestigio, entre los cuales varios Premios Nobel, y tienen como objetivo establecer vínculos entre jóvenes investigadores doctorales y el mundo laboral y del emprendimiento.

“Las Jornadas me parecen una idea excelente para dar a conocer lo que se está haciendo dentro y fuera de la UAB, y para que los jóvenes investigadores conozcan las posibilidades de aplicación que pueden tener sus investigaciones en el mundo real”, opina Sánchez.

Microrobots para luchar contra el cáncer
Los robots que diseña Samuel Sánchez están formados por un tubo o una esfera a los cuales incorpora enzimas o metales en su superficie, según la funcionalidad para la cual se diseñan. Los dispositivos se desplazan por una reacción de catálisis, al entrar en contacto con el peróxido que los rodea y que actúa como el combustible que les permite moverse.

Entre sus aplicaciones en medicina, el investigador y su equipo han conseguido, in vitro, dirigirlos a células cancerígenas, extraer células de su lugar o liberar fármacos en su interior. El objetivo de Sánchez es conseguir que en el futuro estos dispositivos puedan ser aplicados in vivo, aunque para esto, remarca, todavía queda tiempo, y haría falta primero hallar un combustible biocompatible.

En otros campos estos nanorobots ya se están utilizando. A pequeña escala, sirven para limpiar aguas contaminadas, por ejemplo, por colorantes, y ya se están probando con otros contaminantes como los hidrocarburos.