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Universitat Autònoma de Barcelona

Rechazan cuestionar la libertad de expresión tras el ataque a 'Charlie Hebdo'

19 mar 2015
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La Facultad de Derecho acogió, el 18 de marzo, un debate sobre los temas planteados por el ataque en el semanario Charlie Hebdo. Expertos de los ámbitos de las ciencias políticas, la sociología, el derecho y las ciencias de la comunicación coincidieron en defender la libertad de expresión ante la amenaza terrorista.
Marcha ante la embajada francesa en Berlín, el pasado 7 de enero, contra el ataque a 'Charlie Hebdo'
iStock / © conejota
La necesidad de reafirmar el derecho a la libertad de expresión a pesar de las acciones terroristas fue una de las ideas centrales del debate "Los atentados de París (Charlie Hebdo) y la amenaza yihadista", que tuvo lugar el 18 de marzo en la Facultad de Derecho. Los múltiples temas que plantea el ataque a la redacción del semanario satírico francés del 7 de enero pasado fueron abordados desde diferentes puntos de vista: la sociología (Savador Cardús), las ciencias de la comunicación (Pere Oriol Costa) y el derecho (Tomás Gil).

Antes de dar paso al debate, para introducir los temas de discusión, intervinieron Joan Lluís Pérez Francesch, vicedecano de Comunicación y Promoción de la Facultad de Derecho; Virginia Luzón, vicedecana de Ordenación Académica de la Facultad de Ciencias de la Comunicación; y Joan Botella, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.

Pérez Francesch recordó que la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos establece que la "libertad de expresión cubre incluso el derecho a blasfemar". En su opinión, sólo "la peor interpretación" puede considerar el "sarcasmo" de Charlie Hebdo como una incitación a la violencia, pero "nunca justificaría" la barbarie terrorista.

Por su parte, Luzón recordó que, según Reporteros Sin Fronteras, 69 periodistas fueron asesinados durante el año 2014 y, desde que comenzó el 2015, ya son una quincena. Para la vicedecana, el ataque a Charlie Hebdo fue "un mensaje a los periodistas europeos para fomentar la autocensura", algo que "no podemos permitir" si se quiere preservar la libertad de expresión.

Botella, a continuación, reflexionó que "no hay ideas que estén más allá de los márgenes de lo discutible" y, por tanto, "todas las creencias y opiniones están sometidas a contraste". Alertó sobre la peligrosidad del debate sobre identidades porque "se acerca al cuestionamiento de la respetabilidad de toda persona" y opinó que se necesitan "instituciones e instrumentos" supranacionales ante fenómenos globalizados como la amenaza yihadista.

Dos cuestiones diferentes

Salvador Cardús, profesor del Departamento de Sociología, abrió el debate marcando con claridad la separación entre los temas de la libertad de expresión y del terrorismo. En cuanto a la primera cuestión, opinó que "la libertad de expresión es inseparable de la responsabilidad cívica sobre su uso" y que "tiene límites relacionados con la recepción del mensaje", reconociendo también la dificultad de regular este terreno.

Sobre el terrorismo, Cardús afirmó que "los atentados no necesitan pretexto" y que, si los yihadistas no hubieran tenido a Charlie Hebdo como un "blanco fácil", habrían elegido otro. El sociólogo apuntó que hay que "desvincular" el debate sobre terrorismo de los temas de la desigualdad económica y educativa porque hay también terroristas con una alta formación académica y una buena posición social. Asimismo, hizo un llamamiento a "no atribuir a la diversidad cultural una naturaleza conflictiva".

A continuación, Pere Oriol Costa, profesor del Departamento de Periodismo y de Ciencias de la Comunicación, se refirió a los orígenes del concepto de la libertad de expresión y aseveró que el humor "es una expresión de madurez" de este derecho fundamental. Para Costa, el único límite a la libertad de expresión "es que todos los miembros de la sociedad tengan el mismo derecho a ejercerla".

Enemigos de la libertad de expresión

Costa se refirió también a los enemigos de la libertad de expresión a lo largo de la historia, principalmente los regímenes totalitarios y los estados teocráticos, destacando el actual papel de la "radicalización wahhabista" en este sentido. Y citó otros episodios y aspectos que ponen en crisis actualmente este derecho: el caso del despido de la periodista mexicana Carmen Aristegui y, en términos generales, el papel del neoliberalismo, "que se carga la libertad de expresión de una forma sibilina porque no toca el derecho formal" pero la debilita indirectamente. En este sentido, denunció la "precariedad" del sector periodístico y el fenómeno del "periodismo instrumental".

Finalmente, Tomás Gil, profesor del Departamento de Política y Derecho Público, comenzó su intervención recordando el atentado fascista contra el semanario satírico El Papus en 1977, un episodio similar al del ataque contra la redacción de Charlie Hebdo.

Para Gil, lo que se publicó en el semanario francés "es el ejercicio de un derecho" y "no se debe aprovechar el episodio de Charlie Hebdo para cuestionar derechos asentados" en las democracias actuales. Alertó también contra el peligro de pensar que "la libertad de expresión provoca a veces respuestas malas".

Gil se mostró también su preocupación por el "desorden mundial" actual, destacando los ambiguos resultados actuales de las "primaveras árabes" o fenómenos peligrosos como el movimiento alemán Pegida.

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