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Los documentos en latín más antiguos de Cataluña, reunidos en edición crítica en una publicación internacional

Chartae Latinae Antiquiores Cataloniae
Las Chartae Latinae Antiquiores Cataloniae, estudiadas por investigadores de la UAB, reúnen un centenar de documentos originales del siglo IX, entre los que destacan dos documentos inéditos del monasterio de Gerri de la Sal (Lleida) y la identificación de un juicio presidido por Guifré lo Pelós a Girona el 898, que se tenía por perdido.

18/11/2019

Una de las empresas académicas colectivas más importantes a nivel internacional en el campo de la Paleografía y la Diplomática es la colección Chartae Latinae Antiquiores. Su objetivo es recopilar todos los documentos originales del siglo IX o anteriores de Europa en una edición fiel que comprende el estudio paleográfico -lectura, transcripción y datación-, diplomático –autenticidad-, y, en su caso, histórico y cultural, junto con una reproducción fotográfica a tamaño natural.

Cataluña se acaba de sumar a este proyecto con la publicación de las Chartae Latinae Antiquiores Cataloniae, en dos volúmenes -112-113-, además de un añadido en el último volumen de dicha colección -118- que recoge los addenda. En total se ha podido reunir 100 documentos, estudiado y editados por el profesor Jesús Alturo, catedrático de Paleografía, Codicología y Diplomática del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), con la colaboración de la investigadora predoctoral de la UAB Tània Alaix.

La documentación está datada entre el año 815 y el 900, y en ella están representados todos los obispados de la Catalunya Vieja. Comprende compraventas, testamentos y permutas, juicios y actas de dotación y consagración de iglesias, bulas papales y preceptos reales, reconocimientos de derechos, declaraciones juradas y cartas. Se mencionan papas y reyes, condes y vizcondes, obispos y abades, jueces y eclesiásticos, pero también personajes de estrato social más humilde.

Documentos y personajes singulares

Entre estos documentos destacan los dos últimos diplomas incorporados en el volumen de addenda, que se han recuperado en una casa particular de Senterada, en el Pallars Jussà. “No es raro que en colecciones privadas de nuestro país se puedan descubrir todavía documentos, códices e incunables, de gran valor cultural, íntegros o en estado fragmentario. Pero, ciertamente, es la primera vez que se han recuperado dos diplomas tan antiguos, del siglo IX y originales. Esta feliz circunstancia ha sido posible gracias a la sensibilidad cultural y social de sus propietarios, Mireia Font y Jesús Sánchez, que los han depositado en el Arxiu Comarcal del Pallars Sobirà”, explican los investigadores.

La investigación también ha permitido identificar un documento correspondiente a un juicio presidido en Girona por el conde Guifré el Pelós, en el año 898, del que se conocía la existencia pero no su ubicación.

Otro documento singular de la obra es una carta que el emperador Carlos II, el Calvo, dirigió el año 877 a los barceloneses con un añadido textual, seguramente escrito por él mismo que constituye la carta más antigua conocida de un soberano franco.

Todos los documentos estudiados están escritos en pergamino. Pero hay dos de gran formato, que se escribieron en papiro: una bula del papa Formoso, del año 892 (162 x 32 cm) y otra del papa Romano, de 897 (163 x 45 cm). 

Como curiosidad, destaca un contrato de compraventa escrito por un sacerdote llamado Ibirol (894) con muchos errores ortográficos, particularmente inversiones de letras, lo que ha hecho pensar a los investigadores que este presbítero debía de ser disléxico.

Entre los escribanos más destacados se encuentra el canónigo Adanagell, secretario del primer obispo de la diócesis restaurada de Osona, conocedor de diversas modalidades de escrituras y alfabetos, que se puede considerar el hombre más culto de Vic de finales del siglo IX.


Uno de los dos documentos recuperados. Compraventa, 30 de septiembre de 848. Sort, Arxiu Comarcal del Pallars Sobirà, Pergaminos del monasterio de Gerri de la Sal, núm. 112-2. Chartae Latinae. Vol. 118, núm. 46. Autor: Arxiu Comarcal del Pallars Sobirà.

Base documental sobre la formación de Cataluña

El profesor Jesús Alturo, de larga trayectoria en el estudio de códices y diplomas, ha examinado con detalle cada uno de estos documentos. Con anterioridad la mayoría se habían editado de manera dispersa. Ahora se presentan conjuntamente y con notables cambios en la lectura e interpretación de nombres de persona y lugar, muchas precisiones textuales y nuevas partes de textos descifradas. También se ha autentificado el carácter original o no de algunos diplomas y se han identificado bastantes palimpsestos -textos reescritos sobre un documento anterior-, algunas partes de cuya escritura inferior o primitiva han sido también leídas. 

“Hemos procurado ofrecer una edición paleográficamente más exacta y fiel, y filológicamente más limpia y comprensible. Al tratarse de documentos originales, de origen y cronología bien establecidos, se presenta posiblemente un panorama cultural e histórico-social más real y exacto de los distintos obispados y condados de la protoCataluña o Cataluña incipiente. Por ello, las deducciones de orden histórico, lingüístico y cultural a las que se puedan llegar a partir de su estudio podrán estar mejor fundamentadas”, explican los investigadores. A su juicio, “estos diplomas constituyen la base documental más sólida en que se puede fundamentar el conocimiento de los orígenes de nuestra formación como país. Puesto que en ellos se reflejan, además de hechos históricos relevantes, las costumbres, las tradiciones y la mentalidad y el nivel cultural del conjunto de la sociedad del momento”.

De momento los tres volúmenes solo se pueden consultar, en Cataluña, en la biblioteca del Monasterio de Montserrat, en la Biblioteca de Catalunya y en la Biblioteca de Humanidades de la UAB. En el extranjero, los tienen ya en todas las principales bibliotecas y universidades de Europa y de América.

El primer balbuceo del catalán

“Todos los textos están escritos en latín medieval, en un momento en que el latín no se aprendía en el ámbito familiar, sino en la escuela, porque la lengua cuotidiana era ya el protocatalán, una lengua románica que está en la base del latín escrito en aquella época y que, a veces, por insuficiente preparación de quien escribía o por voluntad de hacerse entender más fácilmente, afloraba a la superficie textual en formas más o menos latinizadas”, indican Jesús Alturo y Tània Alaix.

El primer balbuceo de nuestra lengua aparece ya escrito, aunque sea de forma imperfecta y vacilante, en estos diplomas”, continúan, “a pesar de que el latín fue usado siempre de forma preferente en la documentación jurídica de Cataluña hasta el siglo XVIII, mientras que en otros territorios, como Castilla, ya desde el siglo XIII se prefería la lengua vernácula”.

Los investigadores destacan también la gran riqueza documental de Cataluña en este periodo, tanto en cantidad como en variedad tipológica. Resaltan también que, solo del siglo X, periodo no recogido en la obra actual, Cataluña dispone de más de 7.000 documentos y que “hoy por hoy, el único pueblo de Europa que cuenta con un diplomatario para la Alta Edad Media es el de Polinyà del Vallès, publicado por la UAB en 1985”.

Las Chartae Latinae Antiquiores Cataloniae han sido presentadas públicamente el lunes, 18 de noviembre, en un acto realizado en la Biblioteca de Catalunya y presidido por la Consejera de Cultura de la Generalitar, Mariàngela Vilallonga, en el que han intervenido, además de los autores de la obra, Eugènia Serra, directora de la Biblioteca de Catalunya, y Josep Ma. Salrach, catedrático emérito de Historia Medieval de la Univeritat Pompeu Fabra.

Sobre las Chartae Latinae Antiquiores