La falla de Amer sorprende a los geólogos

16/07/2012
El estudio indica que la falla no tiene un único plano de rotura, sino múltiples, constituyendo un sistema geológico de gran complejidad que sigue teniendo potencial para poder generar terremotos. Los geólogos han localizado los planos de la falla con mayor potencial sísmico, así como fracturas y zonas en las que se produce circulación de gases endógenos, que pueden haberse generado a varios quilómetros de profundidad.
Los investigadores han analizado emanaciones de gases en las inmediaciones de un paraje conocido como Font Pudosa. “Sabemos que las fuentes ricas en CO2 pueden estar relacionadas con zonas de falla. Lo que no es tan conocido es que alguna de estas emanaciones puede venir acompañada de otros gases, como el radón y el torón, que nos pueden proporcionar información sobre el potencial sísmico de dichas fallas”, explica Mario Zarroca.
En la investigación también han comprobado que la fractura conocida como la Grieta del Infierno coincide con la traza de uno de los planos principales de la falla. La hipótesis más probable que se baraja es que podría haber formado parte de las grietas que atravesaron la montaña entre Amer y Lloret Salvatge y que, según las crónicas históricas, generaron salidas de gases y fumarolas azuladas en los terremotos de 1427.
“La singularidad de estos fenómenos otorga a la investigación un valor social adicional. Su existencia ayuda a ’visualizar‘ y recordar el riesgo sísmico existente en nuestro territorio, en el que los grandes terremotos se producen después de prolongados intervalos de inactividad. -comenta Mario Zarroca-, Por eso, el estudio de indicadores de actividad sísmica que permitan obtener información sobre dónde y cuándo se podrían producir es tan importante”.
La metodología utilizada por los geólogos en este estudio es pionera en su ámbito y tiene un campo potencial de aplicación importante. Los investigadores también han propuesto un modelo conceptual sobre cómo el agua subterránea y los gases interaccionan, viajan y se dispersan en el sistema formado por la montaña, la falla y la zona de valle. “Al ser tan general, dicho modelo puede ser fácilmente exportable a otras muchas regiones del mundo”, concluye Mario Zarroca.
Los segmentos de falla estudiados forman parte de la Falla Amer-Brugent, que controla el hundimiento de la fosa del Empordà y que está también relacionada con el volcanismo de La Garrotxa. Dado su contexto sismo-tectónico, está considerado como uno de los sectores con mayor potencial sísmico de la Península Ibérica, sólo superada por algunas áreas de Murcia y Andalucía.
Imagen: La emanación de gases endógenos (CO2, radón y torón) en Amer es muy visible en algunas zonas donde se acumula el agua procedente, por ejemplo, de la lluvia.