Un viaje de los Estados Unidos al País del Loira de la mano de dos de las ganadoras de los Juegos Florales

Guanyadores dels Jocs Florals 2021 de la FTI

Edurne Sanz y la María Batle son alumnas de la Facultad de Traducción e Interpretación y dos de las ganadoras de los Juegos Florales. Hablan de su experiencia después de ganar la categoría de traducción del francés y de creación de relato en catalán, respectivamente, y nos transportan a los escenarios de sus dos obras.

14/05/2021

En la Facultad de Traducción e Interpretación la pasión por las letras es innata, y una dos de las ganadoras de los Juegos Florales de la Autónoma de este año dan fe de ello. Tanto Edurne Sanz como María Batle estudian el Grado en Traducción e Interpretación y, además, son amantes de las letras. Mientras que Edurne es la ganadora de este año de la categoría de traducción del francés con un texto situado en la región del País del Loira, María ha ganado la categoría de creación de relato en catalán con “Un dimarts qualsevol”, situada al otro lado del charco.

Cartell promocionals dels Jocs Florals de l'Autònoma 2021

Las dos se enteraron de la convocatoria de los Juegos Florales de este año a través de las redes sociales de la Facultad, si bien siguieron caminos muy diferentes:

Maria: “Fue bastante improvisado, puesto que en principio este año no me quería presentar porque tenía otros proyectos en marcha. Estaba escribiendo un relato por otro concurso literario y, mientras trabajaba en él, empezó a nacer la historia de Annabel y Shannon. Al ver que cogía forma y que todavía estaba a tiempo de presentarla a los Juegos Florales, me animé y decidí participar en el concurso.”

Edurne: “Cuando di un vistazo a los textos en inglés y en francés, me llamó la atención que fueran tan diferentes desde el punto de vista del estilo y me pareció un reto participar en ambas categorías. Finalmente, he tenido la suerte de recibir el premio en la modalidad de francés.”

Estampa típica de los años sesenta en los Estados Unidos

¿Cómo fue el proceso de elaborar las obras que presentasteis cada una?

Maria: “Para escribir «Un martes cualquiera» necesité un mes, aproximadamente. Tengo que decir que, normalmente, para escribir relatos, necesito mucho más tiempo. Es por eso que digo que este relato, en cierto modo, salió solo, muy natural. Como lo quería ambientar en los EE. UU. durante los años sesenta, tuve que hacer investigación sobre dicha época: sociedad, costumbres, ideologías, comercios, moda, peinados, etc. Antes de empezar el relato, escribí unas cuántas páginas sobre las dos protagonistas, y de este modo trabajé el desarrollo de Shannon y sobre todo el de Annabel. Escribí el relato casi del tirón y después lo dejé «reposar» para leerlo días después con más claridad. Siempre que me quedo estancada o termino de escribir un relato hago esto, y tengo que decir que realmente me ayuda mucho para deshacer bloqueos y hacer la revisión final del escrito.”

Edurne: “Traduje el texto en un par de días, pero como que había unos cuántos fragmentos complicados en cuanto a la documentación y a la expresión, la fase de revisión se alargó bastante. Aparte del diccionario bilingüe francés-castellano, usé mucho el monolingüe de francés. Como que en este texto los paisajes tienen mucho de protagonismo, también consulté Google Maps, así como varias páginas web sobre historia y geografía.”

 

¿Qué aprendisteis y qué es lo que más os gustó de hacer vuestras respectivas obras?

Maria: “El que más me gustó fue crear el personaje de Annabel y escribir sobre ella. Cuando empecé a escribir esta historia, escribía desde una perspectiva más alejada de la experiencia de Annabel. A medida que trabajaba, pero, me encontré en la necesidad de convertir la voz narradora en un espejo de las emociones de la protagonista, y de este modo es como el relato se consolidó. Eso sí, lo que quería hacer no era describir al cien por cien los pensamientos de Annabel, sino usar la técnica del show, don’t tell («enséñamelo, no me lo expliques»), la cual permite a los lectores vivir el relato mediante las acciones, las palabras y las emociones en ninguna parte de mediante la descripción o la exposición del autor. Esta técnica me fascina, y por eso me encantó trabajarla y aplicarla en esta historia. Definitivamente, ha sido un gran aprendizaje.”

Edurne: “Este proyecto es mi primera traducción del francés y he tenido que aplicar los conocimientos que he aprendido en la facultad a una combinación lingüística diferente. También fue un reto intentar reflejar el estilo del autor, Julien Gracq, que me ha parecido bastante denso y onírico. Curiosamente, pasé un verano en Vendée, una de las zonas descritas en el texto, y esto fue una ventaja a la hora de resolver las referencias geográficas e históricas.”

Vendée, en el País del Loira

¡No perdáis ninguna oportunidad que tengáis de escribir o de traducir!

El mensaje final de María y Edurne para todos sus compañeros es muy claro: siempre que se pueda, si se disfruta, se tiene que escribir y traducir. Las dos acaban con la misma conclusión: los Juegos Florales de la Autónoma son una oportunidad ideal para hacerlo, una puerta abierta en la universidad para disfrutar de nuestra pasión por las letras. ¡Os esperamos el año que viene!