El profesor Salvador Cardús ofrece una conferencia sobre redes sociales y sociedad a la inauguración del curso 2018-2019

26/10/2018

La Escuela Superior de Archivística y Gestión de Documentos de la UAB celebró el jueves 25 de octubre, la inauguración del nuevo curso académico y la entrega de diplomas a los graduados y graduadas del Máster en Archivística y Gestión de Documentos.

El acto, que tuvo lugar en la Sala Lluís Vives, en el Hotel Exe Campus, estuvo presidido por el director de la Escuela, Joan Pérez, la directora de servicios docentes de la Fundació UAB, Montserrat Balagueró, la coordinadora de titulación de Máster, Anahí Casadesús, el Vicerrector de Economía y de Campus, Carles Gispert, y Salvador Cardús, licenciado en Ciencias Económicas y profesor titular de sociología de la UAB.

El profesor ofreció una lección inaugural, bajo el título, “Documentos, mentiras y redes sociales. Consideraciones epistemológicas a los nuevos usos de la información”, que empezó con un repaso sobre inventos tecnológicos que han producido grandes cambios en la organización de la sociedad o las comunicaciones, como por ejemplo el telégrafo, la televisión o el reloj.

Ante la visión pesimista que algunos expertos y académicos vaticinaron sobre el efecto regresivo de las televisiones en las sociedades demócratas a lo largo de la historia, el profesor quiso transmitir a los estudiantes, graduados y asistentes una mirada positiva sobre el uso de la información en entornos digitales. Para el profesor, las redes sociales son una “transformación imparable”, que requiere por parte de la sociedad ”aprender a domesticarlas”, con ayuda del entorno académico y profesional.

Por el sociólogo, la sociedad se encuentra en un contexto donde “cada vez hay menos interés en los hechos y más en las historias”, y añadió el ejemplo de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, en que sus mensajes en las redes sociales conectaron mucho más con la gente de la calle. Un hecho que demuestra que el ciudadano, en un entorno digital, se deja “guiar por las emociones” en lugar de los datos y documentos irrefutables.

Los 5 desafíos de las redes sociales, por Salvador Cardús

Después de esta valoración, el profesor planteó una reflexión alrededor de cinco retos que presentan las redes sociales. El primero de todos, la credulidad, ha provocado fenómenos como la “posverdad”, que según la definición del Oxfort Diccionary, significa “La relación o denotación de circunstancias en que los hechos objetivos son menos influyentes en la configuración de la opinión pública que recursos como la emoción y la creencia personal”.

Las decisiones tomadas, pues, a efectos de noticias falsas o hechos no contrastados, requieren de un sentido crítico de los archiveros y de los gestores de documentos, que tienen que trabajar para garantizar el acceso a las fuentes de fiabilidad a los ciudadanos.

“El segundo desafío es precisamente permitir el acceso a la información”. Para Cardús, la capacidad de saber discernir “qué es un documento y qué es basura”, así como determinar el valor y trato que tiene que tener este documento, es una de las bases del conocimiento que los estudiantes adquieren en la Escuela.

El aislamiento de cierta información, que permitiría la rendición de cuenta y la garantía de uno ciertos derechos a los ciudadanos, es otro de los principales retos para la archivística. “A la práctica, las redes sociales nos cierran en un mundo más pequeño”, afirmó Cardús. El profesor, aludiendo a la inmediatez de los hechos y la reacción que estos suponen, afirmó que la sociedad actual necesita reforzar la libertad de expresión y la apertura al diálogo, y contrarrestar la desinformación de las partes.

Otro reto es el pesimismo social, inherente en un “mundo informativo dominado por las noticias malas”. Una tendencia que, según Salvador Cardús, los profesionales de los documentos no tendrían que seguir, sino adoptar todavía más una “actitud de optimismo racional”, atendiéndose al hechos.

La investigación con objetividad, a tener perspectiva y desvincularse en voz alta de los prejuicios, ha sido siempre el gran reto de las ciencias sociales. El relativismo, para Cardús, es un deber para aquellos profesionales que, en un momento donde “la verdad importa”, tienen que seguir investigando lo más objetivamente posible.