Laboratorio de cultivos celulares
La característica principal del laboratorio de cultivos celulares, además de las características propias de un laboratorio microbiológico, es el de mantenimiento de un buen nivel de asepsia. La tasa de crecimiento de las células en cultivo es muy inferior a la de los contaminantes habituales (bacterias, virus, hongos, levaduras y micoplasmas) y, por eso, hay que minimizar la entrada de estos en el laboratorio.
La situación ideal es disponer de una sala aislada del resto de actividades, lejos de vías de paso y dedicada exclusivamente al cultivo de células. La aparición de las cabinas de flujo laminar redujo las necesidades de aislamiento del área de trabajo, pero, aun así, es recomendable mantener un gradiente de esterilidad, desde el medio exterior al interior de las cabinas de flujo, donde se manipularán los cultivos, y de las incubadoras. También se ha de facilitar el acceso al suministro de CO2 y hielo, a la cámara fría, a la autoclave, a los vasos de Dewar de nitrógeno líquido, a la sala de centrifugas, etc.