Espacio arqueológico de alta montaña

Como en otras áreas de montaña, la arqueología en el Parque ha nacido, prácticamente, de la nada. Gracias a años de prospección arqueológica de superficies ara se conocen cerca de 350 yacimientos arqueológicos, que son el testimonio directo y vivo de la presencia humana pretérita en la zona. Principalmente son pequeños abrigos rocosos y restos arquitectónicos en aire libre, como cercados y cabañas, a menudo formando conjuntos extensos. También se han identificado cerámicas en canchales, herramientas de sílex en crestas y cimas, posibles túmulos funerarios, petroglifos y carboneras.

Las catas efectuadas en algunos yacimientos arqueológicos documentados han permitido disponer actualmente de una extensa serie de dataciones de C14 que cubren los últimos 10.000 años. Estos resultados evidencian que desde inicios del Holoceno este territorio de alta montaña fue frecuentado por grupos humanos. También permite comenzar a conocer como este poblamiento fue variando a lo largo del tiempo y en determinadas épocas ganó en intensidad. Diversos programas interdisciplinarios, con la participación también de otros grupos de la UAB, están permitiendo correlacionar esta secuencia de poblamiento humano con los cambios en el paisaje vegetal y, en general, del medio ambiente a lo largo del tiempo. Todo ello, hace del Parque Nacional una de las áreas de alta montaña europeas con más datos arqueológicos sobre su pasado humano.

Algunos yacimientos identificados están siendo objeto de estudios más exhaustivos, mediante excavaciones en extensión por parte del Grupo de Arqueología de la Alta Montaá (GAAM) de la UAB y IMF-CSIC, integrado dentro del grupo SGR Tecnologies Digitals per a una Arqueologia Digital TEDAS, de la UAB.