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Una investigación del VHIR identifica un nuevo gen supresor de tumores colorrectales

El que hasta hace poco era un gen sin demasiada importancia y resposable de parte de la bastida interna de las células epiteliales del colon (estructura i recubrimiento de las vellosidades intestinales) ha resultado ser clave en el desarrollo del tumor. El estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista Proceedings.

18/01/2012


El Grupo del CIBBIM-Nanomedicina-Oncologia Molecular del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR), vinculado al Campus de Excelencia Internacional de la UAB, ha identificado el rol de un gen (la Myosina 1a o MYO1A) en la aparición del cáncer colorrectal. Este hallazgo sitúa al MYO1A en una posición protagonista en relación a los tumores colorrectales, hasta el punto de que se trata de un gen supresor del tumor capaz de modificar la supervivencia de los pacientes y actuar como factor de pronóstico. Los pacientes con niveles bajos de la proteina MYO1A están libres de la enfermedad durante menos tiempo y presentan una supervivencia menor (inferior a un año), si se compara con pacientes con niveles altos de MYO1A en su tumor, que presentan supervivencias superiores a nueve años. Los resultados de este estudio del VHIR se han publicado en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS).

"Lo que parecía un gen con un papel meramente estructural y poca importancia, ha resultado ser clave en la diferenciación de las células de tumores colorrectales”, explica el Dr. Diego Arango, responsable del estudio y jefe del grupo de Oncología Molecular del CIBBIM-VHIR. Es frecuente encontrar mutaciones de MYO1A (en el 32% del los tumores) y, en consecuencia, cuando este gen se altera y se inactiva, se pierde la capacidad de diferenciación de las células epiteliales, que se traducen en bajos niveles de MYO1A, un mayor crecimiento tumoral y peor pronóstico de los pacientes, que padecen una menor supervivencia. "Hasta ahora, se pensaba que la pérdida de MYO1A era una consecuencia de la progresión tumoral. De todas maneras, uno de los resultados más sorprendentes del estudio es la demostración de que la inactivación de MYO1A es la causante directa de la pérdida de diferenciación celular y por tanto, contribuye directamente a la formación del tumor”, comenta el Dr. Arango. "MYO1A es el conductor del proceso y no un simple pasajero", aclara el doctor.

El estudio, liderado por el Grupo de Oncologia Molecular del CIBBIM-VHIR y en el que han colaborado instituciones como el CIBER-BBN (CIBER de Bioenginyeria, Biomaterials i Nanomedicina), la Universidad de Yale (EEUU), el Instituto Ludwig (Australia), Biomedicum Helsinki (Finlandia) y la Universidad de Heidelberg (Alemania), se ha completado in vitro, buscando la presencia de esta proteina en muestras de tumores localmente avanzados, sin metástasis pero con afectación ganglionar (estadio III) y posteriormente se han repetido los análisis en modelo animal para poder caracterizar los mecanismos de supresión del tumor y ver como los niveles, altos o bajos, de MYO1A repercutían de manera directa en la progresión tumoral y en la supervivencia del paciente. Los datos se han contrastado con la evolución clínica de pacientes colorrectales, corroborando las diferencias en supervivencia y en periodo libre de enfermedad.

De momento, este hallazgo no supone un cambio en el abordaje clínico de los tumores colorrectales. Sin embargo, el Dr. Arango explica que “ahora hace falta validar estos descubrimientos en estudios grandes, pero hay esperanzas de que la identificación del nuevo rol protagonista de  MYO1A contribuirà a decidir qué pacientes con cáncer colorrectal, localmente avanzado, estan curados quirúrgicamente y quienes tienen altas posibilidades de recaída”. Habría que combinar aquesta información con la de otros marcadores, pero según los resultados del estudio, si se evidencian niveles bajos de MYO1A en el tejido tumoral extirpado "estaría más que justificado ser agresivos con los tratamientos quimiterápicos posteriores a la intervención quirúrgica, ya que en un porcentaje más que significativo la enfermedad progresará", afirma el Dr Arango.

Imagen: El equipo de investigadores del estudio. De izquierda a derecha: Dr. Hafid Alazzouzi, Sarah Bazzocco, Rocco Mazzolini, Paulo Rodrigues, Dr. Diego Arango y Elena Andretta.