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Universitat Autònoma de Barcelona

Un nuevo proyecto mejorará la atención a las personas que han sufrido pérdidas reproductivas precoces

13 mar 2023
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Un nuevo proyecto coordinado por la UAB llevará a cabo un diagnóstico de las pérdidas reproductivas precoces con el objetivo de detectar las necesidades de asistencia, acompañamiento y duelo en quienes sufren pérdidas gestacionales tempranas y su entorno. En la investigación, financiada por la Fundación “la Caixa”, participan el Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau – IIB Sant Pau y la Universidad de Alicante.

Ecografies
istock/liseykina

En España, las pérdidas reproductivas precoces suceden en un 25 % del total de embarazos y tienen un gran impacto en las mujeres que las sufren, los profesionales que las atienden y sus entornos cercanos.

Un equipo de investigación multidisciplinar, coordinado por la investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Diana Marre, ha iniciado el proyecto «Pérdidas reproductivas precoces: del malestar físico y emocional invisible al posible duelo personal, familiar y social» para llevar a cabo un diagnóstico de las características y la magnitud de estas pérdidas precoces. El objetivo es detectar las necesidades de asistencia, acompañamiento y duelo en gestantes que sufren pérdidas tempranas, así como en su red familiar y en el personal sanitario que las atiende, con el fin de poder ofrecerles una atención adecuada, personalizada y basada en evidencias que permita paliar su malestar y sufrimiento y atenuar los efectos adversos.

En el proyecto, coordinado desde la UAB, participa el grupo de investigación AFIN de la UAB, dirigido por la profesora Diana Marre, el Grupo de Medicina Perinatal y de la Mujer del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau, así como el Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del mismo hospital y el de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Sant Pau (HSP)-Fundació Puigvert (FP), dirigido por Elisa Llurba —también profesora de la UAB—, y el grupo de investigación Población, Medio ambiente y Desarrollo (POMADE) de la Universidad de Alicante, coordinado por la profesora María José Rodríguez Jaume. La investigación está financiada en el marco de la convocatoria Conecta de la Fundación “la Caixa” y cuenta con la colaboración de diversas asociaciones de personas afectadas y entidades profesionales, así como con la participación de una treintena de servicios de salud maternoinfantil del Estado incluidos en la red RICORS en salud maternoinfantil y del desarrollo, financiada por el Instituto de Salud Carlos III y coordinada también por la doctora Elisa Llurba, en la que la doctora Diana Marre coordina el subproyecto dedicado al estudio de la experiencia y el bienestar de pacientes y profesionales en salud maternoinfantil.

El proyecto permitirá diseñar una encuesta para dimensionar adecuadamente la problemática e incorporarla a las estadísticas generales de población, así como plantear posibles intervenciones en la salud física, psicológica y social de quienes sufren pérdidas gestacionales y de su entorno. La sistematización, la reproducción y la escala de estas intervenciones y la evaluación de su impacto se pondrán a prueba en el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sant Pau y su área de asistencia en atención primaria, donde se atienden anualmente 12.000 visitas de gestación, con unas 400 pérdidas gestacionales, y se realizan 600 ciclos de reproducción asistida, de los cuales 400 resultan en fracaso o pérdida. Se contará con todo el personal sanitario que atiende a las mujeres en algún punto del proceso, y con el apoyo del servicio de psiquiatría del hospital, concretamente su unidad de salud mental perinatal, para contribuir a una propuesta de mejora del duelo y de la salud mental en general y de sus efectos adversos.

«El sufrimiento por una pérdida gestacional es significativo y su intensidad y su impacto personal, familiar y social no están asociados a la semana de gestación en que se produce», explica Diana Marre, investigadora del grupo AFIN del Departamento de Antropología Social y Cultural de la UAB. «Una pérdida temprana puede tener tanto impacto emocional como una en el segundo o tercer trimestre. Sin embargo, aunque el 95 % de las pérdidas ocurren en el primer trimestre de embarazo, los protocolos clínicos y los programas de apoyo emocional disponibles se centran mayoritariamente en las pérdidas de segundo y tercer trimestres. Nuestro proyecto propone un abordaje del duelo que no esté basado en el tiempo de gestación ni en el tamaño o el peso del feto.»

El abordaje clínico de las pérdidas reproductivas precoces no valora actualmente el impacto emocional. «Los profesionales tratamos las pérdidas precoces como algo habitual y asumible, dentro de circuitos quirúrgicos que no se adecuan ni consideran la pérdida como tal y, por tanto, no contemplan la posibilidad de duelo. La ausencia de intervención sensible aumenta el trauma, lo que puede favorecer situaciones de violencia reproductiva», remarca Llurba. «Las gestantes deben poder decidir si esperan a expulsar el feto espontáneamente o provocando la expulsión en casa o quirúrgicamente en el hospital, y contar con apoyo no solo físico, sino también emocional y social, así como con la posibilidad de verlo o conservar algún recuerdo, como se aconseja en otros contextos.»


200.000 pérdidas gestacionales anuales en España

Aunque un 25 % de las gestaciones no supera las 12 semanas en España, no hay estadísticas sobre pérdidas gestacionales tempranas, una evidencia significativa de la invisibilidad y la minimización de su impacto personal, familiar y social. No obstante, un cálculo aproximado sugiere que, si en 2020 hubo 339.206 nacimientos, 84.800 se perdieron. La Sociedad Española de Fertilidad, por su parte, informó de 33.205 nacimientos resultantes de 148.165 ciclos de reproducción asistida, es decir que 114.960 ciclos (el 77,6 %) no lograron una prueba positiva de embarazo o se perdieron en alguna semana de gestación. Ambas estimaciones suman unas 200.000 pérdidas gestacionales anuales en España, tras las cuales hay una persona gestante y todo un entorno de familiares, amistades y profesionales.

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