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Universitat Autònoma de Barcelona

Un estudio alerta de que viviremos más años, pero muchos serán con peor salud  

11 jul 2022
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Un estudio, que se acaba de publicar en la revista Perspectivas Demográficas del Centro de Estudios Demográficos, en la UAB, prevé no solamente futuros incrementos en esperanza de vida, en Europa, sinó también en esperanza de vida en mala salud (la proporción de población que sufre enfermedades y la severidad de estas). 

jubilats
i-Stockphoto

Por primera vez se ha investigado la esperanza de vida en buena y mala salud en los diferentes países europeos durante los últimos 30 años, comparándolos entre sí. 

En el estudio “El aumento de la longevidad en Europa: ¿Añadiendo años a la vida o vida a los años?”, elaborado por los investigadores del CED, en la UAB, Iñaki Permanyer y Octavio Bramajo, alertan sobre la necesidad de implantar políticas públicas que hagan frente a las crecientes tasas de morbilidad que se avecinan en Europa. Los investigadores han explorado en qué medida los incrementos de longevidad en Europa durante los últimos 30 años se han producido con ganancia de años en buena salud o en mala salud, poniendo el foco no solamente en la cantidad sino también en la calidad de los años ganados.  

Para su estudio, los investigadores han utilizado datos del “Global Burden of Disease” (del Institute for Health Metrics and Evaluation), que proporciona indicadores de 204 países y territorios desde 1990 hasta la actualidad, los cuales les han permitido hacer estimaciones sobre la esperanza de vida (EV), la esperanza de vida saludable o en buena salud (EVS) y la esperanza de vida no saludable o en mala salud (EVNS). Es la primera vez que se investiga con perspectiva internacional la esperanza de vida en buena o mala salud en los diferentes países europeos durante los últimos 30 años, comparándolos entre sí. 

¿Centenarios, pero enfermos?

Según la investigación, los futuros incrementos en esperanza de vida, eventualmente superando los 100 años, podrían suponer un reto social mayúsculo si, además, vienen acompañados de un incremento no solo de la morbilidad sino también de la co-morbilidad (es decir, personas sufriendo distintas enfermedades al mismo tiempo).  

 Si los descensos en las tasas de mortalidad no vienen acompañados por descensos equivalentes en las tasas de morbilidad, las personas viviendo en dichas sociedades tenderán a vivir más años, pero en peor estado de salud – un fenómeno con enormes consecuencias para la sostenibilidad de los sistemas de salud y de pensiones.

El estudio evidencia empíricamente que la proporción de esperanza de vida vivida en mala salud suele ser mayor entre las mujeres y tiende a incrementarse en el tiempo. 

“Todo ello sugiere la necesidad de destinar cada vez más recursos para reducir la morbilidad, ya sea a través de campañas preventivas que retrasen las edades de inicio de enfermedades o discapacidades (por ejemplo, promoviendo estilos de vida saludables y entornos socioeconómicos inclusivos y sostenibles) o a través de la inversión en tratamientos o innovaciones tecnológicas”, explica el investigador ICREA del CED, en la UAB, Iñaki Permanyer. 

 En la inmensa mayoría de países europeos los cambios en esperanza de vida entre 1990 y 2019 se explican mayoritariamente por los incrementos en esperanza de vida saludable, que siempre supera el 60% del total.  Por otra parte, cuanto mayor es la esperanza de vida inicial (en 1990), los subsiguientes incrementos en esperanza de vida se producen cada vez más a costa de vivir más años en mala salud, especialmente entre las mujeres.  

 El caso de España sobresale 

 La esperanza de vida al nacer en España en el año 1950 era de 64.2 y 59.3 años para mujeres y hombres. Desde entonces hasta ahora, dicha esperanza de vida ha aumentado de forma prácticamente ininterrumpida hasta llegar a los 85.1 y 79.6 años en 2020, respectivamente.  

España sobresale porque es uno de los países más longevos y debido a que la proporción de años vividos en buena salud (EVS) es alta comparada con aquellos países con una longevidad similar. La proporción de años vividos en buena salud es mayor entre los hombres. Se observa que, aunque la esperanza de vida de las mujeres es mayor que la de los hombres, ésta se produce a costa de vivir más años en mala salud. 

 La situación por países en Europa 

Se observa cierta disparidad en la evolución de la esperanza de vida en las distintas regiones de Europa. La región de Europa Central y Oriental presenta los peores resultados mientras que Europa del Sur y Europa Occidental son las regiones con mejores resultados, muy similares las dos. En medio se encuentra la región de Europa del Norte, que se acerca gradualmente a las regiones del Sur y Occidental (podría ser atribuible a que incluye Estonia, Lituania y Letonia). Por sexo, los indicadores presentan valores más altos para las mujeres. 

En un extremo, en los países menos longevos en 1990 como Rusia y Letonia (con 64 y 64.6 años de esperanza de vida para los hombres), más del 90% de los subsiguientes incrementos en esperanza de vida entre 1990 y 2019 fueron atribuibles a la esperanza de vida saludable.  

 En el otro extremo, para aquellos países que eran más longevos en 1990, como Suiza y Francia (con 81.3 años de esperanza de vida para las mujeres), solamente un 60% de los posteriores incrementos en esperanza de vida durante los 30 años siguientes fueron atribuibles a la esperanza de vida en buena salud.  

ARTÍCULO DE REFERENCIA“El aumento de la longevidad en Europa: ¿Añadiendo años a la vida o vida a los años?”. Revista Perspectivas Demográficas. Julio 2022. Iñaki Permanyer y Octavio Bramajo. Centro de Estudios Demográficos (CED). Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

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