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Nueva spin-off de la UAB para desarrollar una nanomedicina para el tratamiento del cáncer

Nanoligent
Nanoligent, impulsada por investigadores del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la UAB y el Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, aspira a crear el primer fármaco diseñado para eliminar las células madre metastásicas.

06/06/2018

Investigadores del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la Universitad Autònoma de Barcelona, ​​del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina para el tratamiento de las metástasis mediante la eliminación selectiva de las células madre tumorales. Se trata de un sistema basado en nanopartículas que transportan un fármaco quimioterapéutico y lo liberan en las células cancerosas.
 
El equipo de investigadores, liderado por Esther Vázquez y Antonio Villaverde, de la UAB, y Ramon Mangues, del Hospital Sant Pau, ya han creado un prototipo del fármaco y han realizado ensayos in vivo en modelos animales de cáncer colorrectal, que han demostrado su eficacia, biodistribución selectiva y baja toxicidad. Ahora, con el fin de impulsar el desarrollo del fármaco hacia la clínica, han creado la spin-off Nanoligent, dirigida por Manuel Rodríguez, profesional con experiencia en el campo de la inversión y la creación y crecimiento de compañías biotecnológicas.
 
La tecnología está avalada por las principales oficinas de patentes internacionales. La European Patent Office (EPO) y la United States Patent and Trademark Office (USPTO) han concedido tres patentes que la protegen y que ya han sido licenciadas a la empresa Nanoligent.
 
Bloquear la metástasis

La terapia que han creado los investigadores está dirigida a bloquear el desarrollo de la metástasis, principalmente del cáncer colorrectal, a través de nuevas estrategias dirigidas a tipos celulares definidos. Consiste en un nuevo sistema de administración de fármacos basado en nanopartículas proteicas que conducen selectivamente el agente terapéutico a las células tumorales. El fármaco actúa sólo sobre las células cancerosas, que se basa en la interacción específica entre una proteína presente en la nanopartícula y un receptor celular (CXCR4), que se encuentra sobreexpresado en las células tumorales. "Esta interacción es crucial, porque permite atacar sólo células tumorales y no células sanas, evitando así efectos secundarios derivados de la quimioterapia clásica", destaca Antonio Villaverde.
 
El receptor CXCR4 está sobreexpresado en muchos tipos de tumores, de manera que "esta tecnología se puede dirigir el tratamiento de diferentes tipos de neoplasias además del cáncer colorrectal y metástasis derivadas, como linfoma, leucemia o cáncer de endometrio, en modelos animales ya disponibles en el grupo del Hospital de Sant Pau", comenta Ramon Mangues. Además, las nanopartículas son compatibles con una enorme variedad de fármacos posibles y por lo tanto se convierten en vehículos muy versátiles que pueden transportar un gran abanico de moléculas terapéuticas.
 
"Existe una urgente necesidad de tratamientos más eficaces y personalizados para el cáncer. La toxicidad y la falta de eficacia de los fármacos convencionales están empujando estrategias alternativas experimentales dirigidas y diseñadas para alcanzar únicamente unos tipos celulares definidos. Las nanopartículas, gracias a su capacidad de penetración, difusión y funcionalidad, ofrecen un paisaje nanomédico prometedor para crear nuevos fármacos", explica Esther Vázquez.
 
"En esta dirección, la tecnología de Nanoligent abre una nueva puerta en la terapia anticangerígena, ya que permite diseñar un tratamiento con mayor especificidad celular que la de los tratamientos ya existentes, al tiempo que ofrece una mayor bioseguridad y biodegradabilidad y menor toxicidad", señala Antonio Villaverde.
 
Actualmente, no hay en el mercado fármacos que eliminen selectivamente las células madre metastásicas. Aunque la tecnología de Nanoligent aún está en desarrollo, los investigadores afirman que tiene mucho potencial y consideran que podría tener un alto impacto clínico a medida que se superen los ensayos regulatorios.