Más de la mitad de los conflictos se libraron en 2021 en paralelo a procesos de paz

El estudio de la ECP establece que la mayoría de los procesos de paz activos durante el 2021 atravesaron graves dificultades, destacando los graves retrocesos que sufrieron concretamente las situaciones en Afganistán -con la toma de poder por parte de los talibanes- y Myanmar -con el golpe de estado de febrero-. En total, 37 procesos y negociaciones de paz tuvieron lugar en 2021 (por continentes: doce en África, diez en Asia, siete en Europa, cinco en Oriente Medio y tres en América). De esos 37 procesos de paz, dieciocho están asociados a conflictos armados activos durante el año. En paralelo, el año pasado se desarrollaron otros catorce conflictos armados sin que hubiera ningún diálogo encaminado a la pacificación.

Entre los procesos que sufrieron dificultades durante el pasado año se citan también los casos de Filipinas (Frente Democrático Nacional), Yemen, Siria, Palestina, Somalia, Libia, Mali o, en el continente europeo, Georgia-Rusia, Armenia-Azerbaiyán o el caso de Ucrania, que en 2022 ha vivido obviamente un empeoramiento con la escalada militar actual. Como procesos mayoritariamente estancados a lo largo del año, se trataría de Eritrea-Etiopía, Marruecos-Sáhara Occidental, Corea del Norte-Corea del Sur, Corea del Norte-Estados Unidos, Nagalandia (India), Chipre, Moldavia (Transnístria) e Israel -Palestina. Por el contrario, se destacan avances relativos a Mozambique, Sudán-Sudán del Sur, Papua Nueva Guinea (Bouganville), Filipinas (Bangsamoro), Venezuela (por las negociaciones en México entre gobierno y oposición), Colombia (ELN) y el País Vasco, que la ECP destaca como "escenario de avances en el ámbito de la convivencia y el acercamiento de presos y presas de ETA en un año en el que se conmemoró el décimo aniversario de cese definitivo de la actividad armada de la organización".

El anuario destaca dos aspectos de los procesos y negociaciones de paz durante el año pasado. Por un lado, la participación de actores externos en la mayoría de los procesos de paz: en 33 de las 37 negociaciones, había participación de gobiernos de terceros países, organizaciones internacionales -Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana, la OSCE, etc.- actores locales gubernamentales o de la sociedad civil, organizaciones religiosas... Y, por otra parte, las dificultades persistentes sufridas por las mujeres para participar en las negociaciones y para incorporar la perspectiva de género en el diseño, la agenda o acuerdos de los procesos de paz, a pesar de algunos avances limitados que se han producido, en distintos sentidos, en Mali, Filipinas y Colombia. Sin embargo, la ECP subraya que los movimientos y organizaciones de mujeres fueron actores clave para la persistencia de la participación de la sociedad civil en la cultura de paz.

Por último, cabe destacar que -en línea con la situación observada en el año precedente- en 2021 la pandemia de COVID-19 continuó agravando el contexto humanitario y de derechos humanos en varios países donde se estaban desarrollando procesos de paz. En algunos contextos, las medidas de respuesta a la situación pandémica comportaron la continuidad de políticas que deterioran la situación de seguridad. En determinados casos en el continente africano, por ejemplo, los gobiernos han utilizado el establecimiento de estados de alarma y excepción para perpetuarse en el poder, dificultando la evolución de las negociaciones e iniciativas de paz.