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Los neandertales conocían las plantas medicinales que comían

Karen Hardy (a dalt) i grup de grànuls de midó incrustats als càlculs dentals (a sota)
Un equipo internacional de investigadores, liderado por la UAB y la Universidad de York ha obtenido la primera prueba molecular de que la especie neandertal no sólo comía una gran variedad de plantas, también conocía sus cualidades curativas y nutricionales. Liderados por la investigadora ICREA y profesora de Prehistoria de la UAB Karen Hardy han analizado los cálculos dentales de cinco individuos de esta especie del yacimiento cueva de El Sidrón y han encontrado la primera evidencia de ingestión de aquilea y camomila.

18/07/2012


Hasta hace poco se pensaba que la forma humana neandertal, que desapareció hace entre 30.000 y 24.000 años, era predominantemente carnívora. Sin embargo, las pruebas de que tenía una dieta más variada son cada vez más evidentes, a medida que se sofistican las técnicas de análisis.

En un estudio reciente, investigadores de España, Reino Unido y Australia han identificado el material atrapado en diez muestras de cálculos dentales (placa dental calcificada) de cinco neandertales de la cueva de El Sidrón (Asturias) y han hallado la primera prueba molecular de que un individuo de esta especie ingirió dos tipos de plantas medicinales: aquilea y camomila. Los resultados, que se publican esta semana en la revista Naturwissenschaften - The Science of Nature, suponen un nuevo paso para profundizar en el conocimiento sobre esta especie.

Karen Hardy, investigadora ICREA de la UAB y profesora honoraria de la Universidad de York, que ha liderado el estudio, explica que “la variedad de plantas que hemos identificado sugiere que los individuos neandertales que vivieron en El Sidrón tenían un conocimiento sofisticado de su entorno natural, que incluía la habilidad para seleccionar y usar ciertas plantas por su valor nutricional y curativo. La carne era claramente primordial, pero nuestra investigación pone de manifiesto una alimentación bastante más compleja que la que creíamos hasta ahora que tenían”.

Para analizar las muestras, se han combinado técnicas de espectrometría de masas y de deserción térmica con análisis morfológicos de microfósiles de plantas. Los miembros del equipo de investigación explican que los gránulos de almidón y los marcadores de carbohidratos hallados en las muestras, así como compuestos vegetales -azulenos y cumarinas- y posibles evidencias de nueces, alimentos herbáceos y verduras indican una mayor diversidad de plantas que la que habían obtenido en estudios anteriores realizados con análisis de isótopos estables.

El investigador del CSIC Antonio Rosas, que trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC y que facilitó las muestras del estudio, destaca: “El Sidrón ha permitido desterrar muchas de las ideas que se tenían de los neandertales. Gracias a los últimos estudios, sabemos que atendían a los enfermos, enterraban a sus muertos y adornaban su cuerpo. Ahora se ha añadido otro dato importante, en esta ocasión sobre su dieta”.

Plantas de sabor amargo
En investigaciones realizadas en 2009 por el equipo de excavación de El Sidrón se había identificado el gen neandertal que les dotaba para de percibir el gusto amargo. El estudio actual ha constatado que al menos uno de los individuos analizados había ingerido plantas de sabor amargo, concretamente aquilea y camomila. Stephen Buckley, del centro BioArCh de la Universidad de York comenta al respecto que “el hecho de tomar este tipo de plantas con escaso valor nutritivo es sorprendente. Nosotros sabemos que los neandertales las encontrarían amargas, así que probablemente las debieron seleccionar por razones que van más allá de su sabor”.  

El estudio ha hallado diversos compuestos orgánicos. Los carbohidratos se confirman por los gránulos de almidón triturados y cocidos observados al microscopio, procedentes de varias plantas ricas en este elemento. También se han hallado evidencias consistentes con humo, posiblemente de alimentos cocinados o de leña, en forma de marcadores químicos como esteres metilo, fenoles e hidrocarburos aromáticos polinucleares, así como con bitumen, procedente probablemente de pizarras bituminosas.

Matthew Collins, director de BioArCh, explica: “la espectrometría de masas nos ha permitido identificar los carbohidratos en los cálculos de dos individuos adultos, uno de ellos en particular parecía haber comido diversos alimentos ricos en estos compuestos. Combinada con el análisis microscópico, esta técnica demuestra que los cálculos dentales pueden ser una gran fuente de información”.

Les Copeland, profesor de la Facultad de Agricultura y Medioambiente de la Universidad de Sydney (Australia), concluye que el estudio realizado “confirma el uso variado y selectivo de plantas por parte de los neandertales”.

La investigación indica que los gránulos de almidón hallados en El Sidrón son los más antiguos confirmados hasta ahora mediante test bioquímicos.

El equipo científico ha identificado también restos antiguos de bacterias que consideran que pueden aportar luz en futuros estudios sobre la salud dental de los neandertales.

La cueva de El Sidrón
La cueva de El Sidrón contiene la mejor colección de neandertales de la Península Ibérica y es uno de los yacimientos arqueológicos más activos del mundo. Descubierto en 1994, contiene alrededor de 2.000 restos óseos de al menos 13 individuos datados entre 47.000 y 50.600 años.

Las excavaciones de El Sidrón están dirigidas por investigadores de la Universidad de Oviedo y subvencionadas por la Consejería de Cultura del gobierno autonómico de Asturias. El equipo multidisciplinar que trabaja facilitó las muestras dentales para realizar el estudio.

Artículo de referencia: Hardy K et al. (2012). ‘Neanderthal medics? Evidence for food, cooking and medicinal plants entrapped in dental calculus’. Naturwissenschaften-The Science of Natureon Wednesday, 18 July. DOI 10.1007/s00114-012-0942-0

Imágenes: Karen Hardy (arriba) y grupo de gránulos de almidón incrustados en los cálculos dentales.