La pobreza laboral se concentra en hogares donde hay menores y un solo trabajador
Según un estudio que publica hoy la UAB y el Centro de Estudios Demográficos (CED-BUSCA), el 32% de los hogares con menores y un solo trabajador son pobres. "Aunque haya alguien que trabaja, no logran salir de la pobreza", alertan los investigadores del estudio. España cuenta con la segunda mayor tasa de pobreza laboral de Europa.
Un estudio de la UAB y el CED-CERCA, que se publica hoy en la revista "Perspectivas Demográficas", ha analizado la relación entre pobreza laboral y pobreza infantil, una relación a la que se había prestado poca atención en España hasta la fecha.
España tiene una de las tasas de pobreza laboral más elevadas de la Unión Europea. Es una tasa que se mantiene relativamente estable en el tiempo: entre el 12 y el 15% de hogares con trabajadores viven en pobreza. Pese a una leve reducción entre 2018 y 2020, España se mantiene como el segundo país con más pobreza laboral, solo por detrás de Rumania. Además, también registra una cifra elevada en cuanto a pobreza infantil: casi uno de cada tres niños vive en pobreza, según datos de Eurostat.
En base a datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (2017-2020), las investigadoras del CED-CERCA, en la UAB, Alba Lanau y Mariona Lozano, han concluido es su estudio que la pobreza laboral y la infantil están estrechamente ligadas. El estudio señala que la pobreza laboral en España se concentra en hogares con menores, y particularmente en los hogares con niños y un solo trabajador: el 32% de éstos vive en pobreza laboral. "Hay hogares, sobretodo los que cuentan con niños, donde a pesar de que alguno de sus miembros trabaja, siguen siendo pobres", alerta la investigadora Alba Lanau.
Según el estudio, "la pérdida o disminución de ingresos de un adulto incrementa el riesgo de pobreza en un contexto en que dos salarios son, a menudo, necesarios para evitar la pobreza", a su vez "numerosos estudios científicos han destacado las dificultades que experimentan las madres para entrar o mantenerse en el mercado laboral, así como la vinculación entre maternidad y menores salarios".
La probabilidad de salir de la pobreza para hogares sin menores y donde la persona responsable del hogar tiene un contrato fijo es del 43%, mientras que la cifra se reduce al 26% para hogares en la misma situación donde viven menores, y al 21% en hogares con menores donde el responsable del hogar tiene un trabajo temporal. Y esta dificultad llega al 8% en el caso de familias numerosas.
"Sin embargo, los cambios en la situación laboral son más relevantes que los cambios en la composición del hogar para entender la pobreza laboral e infantil", señalan las autoras. Pese a que el aumento del número de niño/as en el hogar incrementa la probabilidad de entrar en pobreza laboral, sólo una pequeña parte de las entradas, el 4%, se asocia a ello.
En contraste, un 39% de las entradas a la pobreza laboral coinciden con una disminución del número de trabajadores en el hogar; el 37% con una disminución de ingresos sin que cambie el número de trabajadores (por ejemplo, por un periodo temporal de desempleo); y el 29% experimenta una reducción en la prestación de desempleo. "Esta última cifra sugiere que un número importante de hogares entra en pobreza tras no poder compensar la pérdida de ingresos tras agotar o ver reducida la prestación de desempleo", destaca la investigadora Alba Lanau.
Para las autoras del estudio, esta situación sugiere que "deben ser reforzadas las ayudas a estos hogares y buscar estrategias para reducir la pobreza laboral mejorando los salarios y reduciendo la precariedad". Y en este sentido, señalan como el Programa de Garantía Infantil, recientemente anunciado por el gobierno, que tiene por objetivo mejorar las condiciones de los hogares con menores en situación de pobreza severa, tiene potencial para reducir tanto la pobreza infantil como la laboral.
Artículo:
"El peso de la precariedad laboral en la pobreza de los hogares con menores", Alba Lanau y Mariona Lozano. Revista "Perspectives Demogràfiques", 2022. Centro de Estudios Demográficos, Universitat Autònoma de Barcelona.
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