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Fido B: “Tengo claro que si no hay esfuerzo, no hay recompensa”

Fido Boucherit, estudiant de la UAB amb mobilitat reduïda i usuari del PIUNE jugador de Boccia
Fido Boucherit, estudiante de la UAB con movilidad reducida y usuario del PIUNE, se ha clasificado sexto en el Open Mundial de Boccia en Colombia. Hoy está entre los 40 mejores deportistas de Boccia en el mundo y depende de la próxima competición que se clasifique para los Juegos de Río de 2016.

18/11/2015

La Boccia es un deporte paralímpico parecido a la petanca, de precisión y estrategia, originario de la antigua Grecia y recuperado en los años 70 en los países nórdicos para disfrutar de un deporte adaptado a las necesidades especiales de personas con diversidad funcional. En los campeonatos de Boccia participan personas con silla de ruedas, con afectaciones de parálisis cerebral y con dificultades de movilidad física severas.

El deporte se divide en 7 categorías en función de las características físicas de cada participante. En la categoría BC3 participan jugadores y jugadoras con dificultades de movilidad en las cuatro extremidades, ayudados de una rampa porque no pueden impulsar la bola con las manos. Este es el deporte que practica el estudiante de sociología de la UAB, Wafid Boucherit Bendahmane, de 28 años, que nació en Alergia y llegó a Catalunya hace 16 años.

Su desarrollo como jugador profesional y su mejora técnica le han llevado a estar hoy a las puertas de sus primeros Juegos Paralímpicos, tras los resultados del Open Mundial de Boccia celebrado del 28 de octubre al 3 de noviembre en Santiago de Cali (Colombia).

Durante unos días de descanso tras el esfuerzo y la presión de Colombia, Fido visita la Fundación Autónoma Solidaria (FAS) y comparte su experiencia como deportista de élite mundial del Boccia.

Acabas de llegar tras participar en el Open Mundial de Boccia en Colombia. ¿En qué punto te encuentras para clasificarte y poder llegar a los Juegos Paralímpicos de Río 2016?

Los jugadores del equipo nacional hemos participado en el Open Mundial de Boccia en Colombia. En la modalidad por parejas en categoría BC3, con Javier Martínerz, hemos quedado quintos y por desgracia no nos hemos clasificado porque era la última competición en que se podía puntuar por parejas. Sin embargo, individualmente, con mi auxiliar Glòria Herranz, he quedado sexto y aún nos queda una competición que puede ser decisiva para clasificarnos y poder competir en los Juegos Paralímpicos de Río.

La mayoría de personas nunca hemos participado en un campeonato internacional. Cuéntanos cómo es.

A nivel internacional, he competido en seis ocasiones, por ejemplo en China, el Reino Unido o Colombia. ¡Hoy en día puedo decir que soy el 34º mejor jugador de Boccia del mundo! Es una experiencia muy grande y enriquecedora. No solo compites en un deporte que practicas y al que quieres, sino que haces amigos de todo el mundo y esto me llena personalmente. Cuando competimos a nivel nacional, viajamos 10 jugadores con 10 técnicos de diferentes lugares del Estado, así que, desgraciadamente, solo nos encontramos en las concentraciones y competiciones. Aun así, hay un sentimiento de grupo y de equipo, porque la Boccia es un deporte que une. Supongo que, dado que tiene poca salida profesional y que en este país se hace muy poca difusión, los que la practicamos formamos una piña.

Has participado en diferentes campeonatos internacionales, pero, si te clasificas ¿serían tus primeros Juegos Paralímpicos?

¡Sí! Me hace muchísima ilusión, porque competir en unos Juegos Olímpicos o Paralímpicos es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista en su carrera. ¡Y puedo hacerlo!

¿Te gustaría continuar en el mundo de la Boccia después de los Juegos de Río?

¡Por supuesto! Aún me queda una larga carrera como deportista. Mi mayor reto es conseguir una medalla en Tokio 2020.

¿Es poco conocida la Boccia en Catalunya y en el Estado?

Sí, aquí sí, pero no es así en todos los lugares. Hay países donde la Boccia está muy bien valorada, como en el Reino Unido, Portugal o Corea del Sur. Dado que es un deporte paralímpico, debería apostarse más por la Boccia.

¿Qué capacidades y aprendizajes te llevas de formar parte del mundo de la Boccia y del deporte?

Jugar a Boccia me ha aportado mucho. Uno de los aprendizajes principales es que he podido mejorar cada día a base de trabajar mucho. O sea, he aprendido a luchas para conseguir mis objetivos. Tengo muy claro que si no hay esfuerzo, no hay recompensa. Nunca puedes bajar la guardia ni dejar de esforzarte. Siempre adelante y trabajando mucho. Creo firmemente que si deseas algo, debes luchas para conseguirlo. Además, como he dicho antes, ¡la Boccia me ha permitido hacer amistades en todo el mundo! Y diría que las amistades son uno de los aspectos más importantes.

¿Cómo compatibilizas los entrenamientos de élite con los estudios en la universidad?

Vivo en Barcelona y de lunes a viernes y, excepto los jueves, cojo los ferrocarriles para ir al CAR de Sant Cugat y sábados y domingos solemos tener competiciones regionales. En total, entrenamos 12 horas por semana. Hacer que sea compatible es posible porque ningún profesor me ha puesto ningún impedimento y porque no me matriculo de todas las asignaturas de cada curso, sino que escojo menos para poder dedicar tiempo a los entrenamientos y también a la universidad. Además, la UAB pone a disposición el PIUNE, el servicio de atención a los estudiantes con necesidades educativas específicas. Tiene una labor que me parece muy importante, porque contribuye a hacer la universidad más inclusiva. Además, dos compañeros de clase, “estudiantes de soporte” me facilitan apuntes y me acompañan en un total de 4 asignaturas. La facultad cuenta también con un tutor para estudiantes con necesidades especiales, Xavier Rambla, que se encarga de hacer un seguimiento de nuestra situación, de las adaptaciones de exámenes o de hablar con el profesorado.

¿Con qué obstáculos has tenido que enfrentarte?

La verdad es que los principales obstáculos han sido económicos. El equipo nacional paga los viajes, pero no el material deportivo, que tiene un coste muy alto y, además, a menudo está fuera del mercado habitual, por ejemplo, la rampa que los jugadores de la categoría BC3 necesitamos. Tengo una subvención más bien baja. El 80% de los gastos salen de mi bolsillo.

Por otro lado, no es un obstáculo, pero sí una realidad, y es que muchos de los jugadores de Boccia necesitamos la ayuda de voluntarios y voluntarias para llevar a cabo nuestro entrenamiento. No es un obstáculo, pero aprovecho para hacer una llamada quien quiera colaborar en hacer posible nuestro deporte. Solo deben enviar un correo a direccio@fecp.cat.

El siguiente vídeo elaborado por la Unión de la Federaciones Deportivas de Catalunya, muestra el día a día de Fido y da voz a personas técnicas auxiliares que forman parte de su carrera como deportista profesional.