El deportista paralímpico Óscar Salguero, uno de los estudiantes becados por la Fundación Iberdrola

«Del deporte de alto nivel he aprendido que hay que ser muy perseverante y constante para conseguir un objetivo; hay que trabajar mucho para llegar a la meta. Y todo ello también me ha servido para los estudios.»

El estudiante de Medicina de la UAB y medallista paralímpico y subcampeón del mundo de natación Óscar Salguero ha sido uno de los diez deportistas paralímpicos que podrán continuar sus estudios universitarios en el curso 2022-2023 gracias a una de las becas de la Fundación Iberdrola España, que se entregaron el pasado 13 de enero en la sede del Consejo Superior de Deportes, en Madrid. El Plan ADOP (Apoyo al Deporte Objetivo Paralímpico es una iniciativa del Consejo Superior de Deportes, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Hacienda y el Comité Paralímpico Español, que tiene como fin proporcionar a los deportistas paralímpicos españoles las mejores condiciones posibles para poder llevar a cabo su preparación.

En el acto de concesión, en representación de todos los deportistas becados, habló el mismo Óscar Salguero, quien dio las gracias a la Fundación Iberdrola en nombre de todos los beneficiarios de esta edición. Según explicó, compaginar los estudios con el deporte de alto rendimiento requiere mucho "esfuerzo, constancia, sacrificio y dedicación". «Desde que inicié la carrera he sido muy consciente de la importancia de una buena preparación para asegurarnos un futuro después del deporte. He recibido la beca desde el principio y me ha ayudado mucho a conseguir mi mayor sueño, mi gran ilusión, que es ser médico», admitió.

La trayectoria deportiva de un luchador

Óscar Salguero Galisteo (Sabadell, 1998), con sólo 18 años, logró un oro en unos juegos olímpicos, en este caso en los 100 metros braza de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. El nadador del CN Sabadell repitió medalla en los Juegos de Tokio 2021, en este caso con la plata. Ahora mismo lleva ya nueve años en la competición de alto nivel.

Detrás de las dos medallas está el esfuerzo y la lucha de un deportista de alto nivel que cursa quinto curso de Medicina en la UAB, desde la Unidad Docente del Parc Taulí de Sabadell, con la vista puesta en ser un buen médico de familia (la especialidad que le gusta), en un futuro. Los entrenadores que le han llevado destacan la «humildad» y las ganas de entrenar y nadar.

Su base de entrenamiento está en el CAR de Sant Cugat, donde entrena cada día unas cinco horas, repartidas entre la tarde y la mañana. «A los estudios también dedico más o menos las mismas horas, o algo más quizás, también repartidas entre la mañana y la tarde», explica. La flexibilidad en los entrenamientos es clave para compatibilizarlo con los estudios: «El entrenador me adapta los horarios de los entrenamientos a las clases presenciales y los exámenes, para poder seguirlo todo», detalla.

«Disfruto de todo lo que hago. Dedico muchas horas tanto a la natación como a los estudios. Creo que he elegido bien. Del deporte de alto nivel he aprendido que es necesario ser muy perseverante y constante para conseguir un objetivo; hace falta mucho trabajo para llegar a la meta. Y todo esto me ha servido mucho para los estudios también. Hay momentos difíciles, tanto en el deporte como en la carrera, pero lo importante es que me gusta lo que hago», afirma este sabadellense y futuro médico de familia que tiene la mirada puesta en los próximos Juegos Paralímpicos de París 2024.

Además de Salguero, también han recibido la beca los nadadores Sarai Gascón, José Antonio Marí y Alejandro Rojas; los atletas Desirée Vila, Iván Cano, Alba García y Nagore Folgado, el tenista en silla de ruedas Martín de la Puente y la judoka Marta Arce.