Comunicado de la Universitat Autònoma de Barcelona ante la crisis ecosocial
La Universitat Autònoma de Barcelona y su equipo de gobierno se unen a los esfuerzos de distintos movimientos sociales, como End Fossil, que trabajan para poner en primera línea mediática y política la gravedad de la crisis climática de origen antropogénico que estamos viviendo, y para intentar que mermen sus graves efectos.
En 2019, la UAB se adhirió a la Declaración de emergencia climática, recogiendo la voz de diferentes colectivos como la Asamblea Ecologista de la UAB. Esta declaración tenía por objetivo poner en primera línea mediática y política la gravedad de la crisis climática de origen antropogénico que estamos viviendo. Tal y como recoge la Declaración, «el consenso científico sobre la gravedad de esta crisis climática es robusto y generalizado y, como miembros de la comunidad científica, sabemos que la situación que afrontamos es crítica y que interpela a toda la sociedad y todas las instituciones sociales y políticas que la configuran a impulsar estilos de vida más sostenibles ya luchar de forma activa y urgente contra el cambio climático. Las universidades, como instituciones científicas de nuestro país y como altavoces de las demandas de la comunidad científica y de las futuras generaciones, tenemos la responsabilidad de dar un grito de alarma frente a la emergencia climática que tenemos delante y de posicionarnos».
Ya en 1999, la Universidad inició el proceso de elaboración de la Agenda Local 21 de la UAB dada su condición de campus ciudad y teniendo en cuenta las particularidades de la vida universitaria. Como resultado de este proceso, en 2002 se aprobó el primer Plan de acción para la sostenibilidad, que marcaba las directrices de la gestión ambiental de la UAB y que se fue renovando hasta el actual proyecto de Campus Saludable y Sostenible. Una muestra más de este compromiso es la creación de la Oficina de Sostenibilidad de la UAB, con la misión de liderar la implantación de las directrices ambientales y de sostenibilidad de acuerdo con la Agenda 2030 y el Plan Campus Saludable y Sostenible 2018-2022.
En cuanto a la docencia, la UAB también fue pionera en el Estado en la implantación, en 1992, de los estudios de Ciencias Ambientales, ámbito científico que se ha ido expandiendo a otros grados y posgrados de forma que el medio ambiente y la sostenibilidad impregnan ya gran parte de nuestra oferta docente. Asignaturas como Sociología Ambiental o Economía de Recursos Naturales y Cambio Climático son habituales en muchos de los planes de estudios actuales.
Por último, esta docencia siempre ha ido acompañada (como no podía ser de otra manera, por la triple misión universitaria) de una investigación y una transferencia igualmente innovadoras, que culminan en centros de investigación propios o adscritos como el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA), el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) o decenas de grupos de investigación.
Todo ello hace de la UAB una universidad que a menudo ha sido reconocida como la mejor universidad del sistema universitario español y una de las mejores del mundo en la clasificación que valora los esfuerzos en cuanto a sostenibilidad y gestión respetuosa con el medio ambiente, los GreenMetric Rankings.
Por tanto, la Universidad, que tiene como propio el objetivo de hacer de la crisis socioclimática centro de interés para la actividad docente, investigadora y de participación, coincide con los objetivos que le ha trasladado el colectivo End Fossil, reconoce que queda mucho camino por recorrer, que la emergencia climática es un hecho irrefutable y que hay que aprovechar las oportunidades que tenemos para hacer cambios radicales antes de que sea demasiado tarde.
DECLARACIÓN DEL EQUIPO DE GOBIERNO DE LA UAB
Sobre las peticiones del colectivo End Fossil, el Equipo de Gobierno de la UAB declara:
1. Sobre la necesidad de financiación pública
En los últimos años, la sociedad ha sufrido las consecuencias de una crisis económica y sanitaria profunda y la UAB no ha sido una excepción. La financiación pública de nuestra universidad, basada en un modelo mejorable, ha sido claramente insuficiente. Los ingresos de la Universidad provienen principalmente de los recursos públicos y de la remuneración de los servicios que presta. Las aportaciones privadas desinteresadas representan menos de un 2% del total, que podrían asumirse en un nuevo modelo de financiación más equitativo con un plan plurianual.
La UAB, en su compromiso con el movimiento estudiantil firmado en 2021, se comprometió a trabajar para pedir a las administraciones públicas responsables una financiación pública suficiente y un modelo de distribución equitativo.
Cabe recordar que el Pacto Nacional para la Sociedad del Conocimiento (PNSC), firmado en 2020 por todas las universidades, entre otros agentes del sistema de investigación y conocimiento de Cataluña, fija el objetivo, en una primera etapa (quinquenio 2020-2024), de llegar a una inversión pública en investigación del 0,75% del PIB (y un 1% en 2030), para igualarse a la media actual de la UE. Además, el preámbulo de la nueva Ley orgánica del sistema universitario (LOSU) manifiesta, como objetivo, alcanzar un mínimo de financiación pública del 1% del PIB.
Por otra parte, como ya se ha dicho en este documento, y públicamente en numerosas ocasiones, la UAB debe hacer frente a los gastos propios de una ciudad media, con la necesaria gestión integral de un espacio de 260 hectáreas donde conviven en torno a 50.000 personas, con edificios, instalaciones, zonas verdes, viales y bosques.
Por tanto, reiteramos la demanda a las administraciones públicas de destinar más financiación pública en las universidades.
2. Sobre los criterios de vinculación con el sector privado y, en especial, con empresas que sustentan su actividad en la explotación de energías fósiles
La colaboración de las universidades con entidades externas, con énfasis en las de carácter económico o financiero, está provocada, en gran parte, por una situación financiera de todas las instituciones universitarias que no favorece la viabilidad institucional de prescindir de los acuerdos económicos que se tienen firmados. Esto no es un impedimento para actuar de forma firme para conseguir una universidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. En esta línea, la UAB trabaja con planes estratégicos de sostenibilidad -promoviendo energía eficiente en edificios y laboratorios o instalaciones de energías renovables-, movilidad -adoptando una estrategia de movilidad sostenible-, criterios y buenas prácticas ambientales, etc. Sin embargo, deben buscarse alternativas de manera conjunta e implicando a todos los actores posibles del sistema catalán.
La UAB establecerá un plan estratégico de fortalecimiento de la financiación para encontrar alternativas a la financiación privada de la universidad pública y, en especial, de aquellas empresas que sustentan su actividad, o parte de ésta, en la inversión en energías fósiles o en la explotación de estas energías. Entre otras medidas, este plan incorporará el estudio y el impulso de colaboraciones con entidades de la economía social y solidaria y contemplará dimensiones medioambientales para combatir la crisis ecosocial.
Se informará de este plan en la segunda sesión del Consejo de Gobierno del curso 2023-2024.
3. Sobre educación en crisis ecosocial
La UAB es consciente de que el conocimiento es cada vez más interdisciplinario, abierto, transnacional, cooperativo y práctico, y que debe ser capaz de dar respuesta a los principales retos y problemas sociales, como la alimentación, la salud, las desigualdades sociales, la pobreza y los efectos del envejecimiento, de la globalización y de los cambios demográficos. También debe proveer espacios y momentos que fomenten las relaciones interpersonales y la concurrencia de los distintos colectivos de toda la comunidad universitaria con el objetivo de transmitir sus valores, y en los que se generen relaciones sociales.
Parte de estos conocimientos deben ser, necesariamente, los vinculados con la emergencia climática desde todas las perspectivas, para que puedan alcanzarse de forma transversal en todas las áreas de conocimiento. Para dar respuesta a la necesidad de la comunidad universitaria de hacer frente a la emergencia climática, es fundamental incorporar los conocimientos y competencias en nuestra formación.
Para ello se propone, en primer lugar, una formación del personal docente e investigador y del personal de administración y servicios, a fin de que puedan ser elementos proactivos en este paso fundamental de cambio. En segundo término, se propone la introducción de formación transversal de estos conocimientos en aquellos grados que carecen de esta formación o competencias. Por último, se quiere trabajar en la creación de una asignatura obligatoria interdisciplinaria, de formación básica, que se impartirá en el conjunto de grados, en materia de crisis ecosocial.
Un proceso como éste requiere la modificación de los planes de estudios, la acreditación correspondiente de los organismos oficiales, la asignación del profesorado cualificado en la temática de esta oferta formativa y la articulación de los elementos logísticos que se derivan de una nueva oferta formativa.
La Universidad se compromete a llevar a cabo este trabajo con transparencia y trabajar para conseguir que toda la oferta docente de grado incluya esta asignatura. El objetivo es que la inclusión completa de esta oferta pueda hacerse efectiva en el curso 2025-2026.
Creación de un grupo de trabajo para la transición ecosocial
Para acompañar el despliegue de la asignatura se creará un grupo de trabajo para la transición ecosocial en la UAB, del cual se informará en la primera sesión del Consejo de Gobierno del curso académico 2023-2024. Este grupo estará formado por personal docente e investigador de la UAB experto en materia de crisis ecosocial.
Las reuniones de este grupo de trabajo estarán abiertas a la participación de representantes estudiantiles y de los colectivos en calidad de observadores. El grupo será el principal responsable de trabajar en la elaboración de la asignatura, en la que podrán colaborar los centros docentes -facultades y escuela universitaria-, representantes del PAS y del alumnado. La Comisión de Asuntos Académicos, delegada del Consejo de Gobierno, que ya cuenta con representación del alumnado, será el órgano competente para aprobar las propuestas de modificación de los planes de estudios.
El grupo de trabajo para la transición ecosocial en la UAB y los demás actores implicados tendrán como objetivos:
a) Asesorar en la elaboración del Plan de formación del PDI y PAS en la inclusión de una formación con competencias específicas sobre la crisis climática y los impactos ambientales y sociales asociados a la actividad económica que se derivan. Este plan de formación debe prever una formación obligatoria para el personal académico de nuevo ingreso y que, además, se pueda ir implementando en el resto del PDI de forma progresiva.
b) Elaborar los contenidos de la asignatura obligatoria e interdisciplinar sobre crisis ecosocial para el conjunto de la oferta de grados.
c) Colaborar con otros ámbitos o unidades de sostenibilidad relacionados con el campus.
Sin embargo, un cambio más profundo requiere una actuación del conjunto del sistema. Desde este punto de vista, la UAB se compromete a trasladar a la próxima asamblea general de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) las peticiones relativas a las instituciones no comprometidas con la emergencia climática expresadas por la movilización de End Fossil, así como a facilitar la generación de un espacio de trabajo durante el último trimestre de 2023 en el ámbito del sistema universitario catalán, junto con la Universitat de Barcelona, que incluya representantes tanto del PDI como del PAS y alumnado.
Nuevos Estatutos
Finalmente, queremos recordar que los Estatutos de la Universidad, aprobados en 2003, ya recogían como uno de sus principios de actuación la orientación de la docencia, de la investigación y de toda la actividad universitaria en general hacia el respeto del medio ambiente y el desarrollo sostenible y, en este sentido, tanto los miembros de la comunidad como diversos ámbitos organizativos trabajan en la investigación y en la acción en ámbitos como la movilidad, la energía o los residuos con el objetivo de disminuir las emisiones globales de gases de efecto invernadero generadas por la UAB y de alcanzar una universidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Ahora, con la necesaria reelaboración de los estatutos de todas las universidades públicas, a la que obliga la recién aprobada la Ley orgánica del sistema universitario (LOSU), se abre una gran oportunidad. La UAB hace un llamamiento a hacer de la emergencia ecosocial un eje vertebrador de la normativa principal que debe regir el conjunto del sistema universitario en los próximos decenios.
Este comunicado se hace público en los medios propios de la UAB y se da a conocer al colectivo End Fossil. Asimismo, y dada la situación de emergencia actual, pedimos a las instituciones que velen por el cumplimiento de las leyes climáticas vigentes y al Departamento de Investigación y Universidades y al Ministerio de Universidades que atiendan a las peticiones que, dentro de sus ámbitos competenciales, se les hayan hecho llegar desde el colectivo End Fossil.
Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), 8 de mayo de 2023
La UAB, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
- Ciudades y comunidades sostenibles