Comunicado de la UAB

El Equipo de Gobierno de la UAB expresa su condena más firme ante botellón organizada a través de las redes sociales que se convocó la madrugada del 18 de septiembre en el campus de la UAB y que, además de reunir a miles de jóvenes, derivó en actos incívicos y robos, y dejó un campus muy sucio y con varios destrozos.

Consideramos que es una actitud totalmente incívica e irresponsable, tanto por parte de los anónimos convocantes como de los miles de jóvenes de diversos puntos de la comarca que asistieron. Es un comportamiento aún más irresponsable dadas las actuales circunstancias de pandemia de la COVID-19.

Desde este Equipo de Gobierno se tomaron medidas preventivas en cuanto se empezó a conocer la magnitud de la convocatoria, favorecida por la transmisión vía redes sociales. Se pusieron en marcha los dispositivos propios de controles, con la movilización de más personal de seguridad privada de la universidad y se avisó a los Mossos y la policía local de Cerdanyola del Vallès para que intentaran cerrar los accesos al campus.

Desgraciadamente, el hecho de que el campus de la UAB sea totalmente abierto y con muchos puntos de acceso hicieron imposible que se impidiera la concentración de miles de jóvenes en varios puntos del campus. Ante todos estos hechos, hemos emprendido una reflexión profunda por parte de las diversas autoridades públicas para intentar prevenir y evitar hechos similares en el futuro.

Queremos reiterar que una institución universitaria es, y debe seguir siendo, un lugar donde se forme a sus estudiantes, donde se investigue, donde se trabaje y, en definitiva, un lugar para el beneficio y el progreso de toda la sociedad; y en ningún caso, un lugar de ocio descontrolado y potencialmente peligroso. Es nuestra voluntad que siga siendo así. Además, es imprescindible garantizar las normas de convivencia y de respeto para las personas que viven en el campus y para el vecindario de la zona. Pero no es sólo responsabilidad nuestra hacerlo posible, también necesitamos la implicación y el compromiso de todos los agentes sociales.

Los actos de la madrugada del 18 de septiembre no se pueden repetir. No es justo para esta universidad ni para ninguno de los miembros que viven y trabajan en ella pero, sobre todo, no es justo para nuestra sociedad ni para nuestro país.