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«Como delegada, saber a dónde puedes acudir si alguna vez necesitas algo, es importante.»

Núria i Ares
Ares Higuera, estudiante de logopedia de la Facultad de Psicología de la UAB, y Núria Domènech, estudiante de biología de la Facultad de Biociencias de la Autónoma, son delegadas de grupo académico.
 

10/07/2018

Vale la pena ser delegada, hay gente que lo quiere ser y es imprescindible tener un delegado implicado.

Núria Domènech comenzó a estudiar biología en la Facultad de Biociencias de la UAB hace tres años, mientras que el Ares Higuera acaba de finalizar el primer año de logopedia en la Facultad de Psicología. A principio de curso, ambas fueron escogidas por sus compañeros como delegadas de sus respectivos grupos académicos.

Como delegadas, tanto Núria como Ares están inscritas en elCenso, un registro que contiene, agrupados por facultades, los nombres de todos los delegados/as de grupo académico que hay actualmente en la UAB. En esta entrevista, a través de su experiencia como delegadas, Núria y Ares definen la figura del delegado/a en la universidad, nos hablan sobre las tareas que desarrollan, las dificultades con las que se han encontrado y sobre las formaciones de delegados/as, un espacio de información y debate para los delegados/as de la UAB.

1) ¿Por qué decidisteis ser delegadas de su grupo?

Ares: Yo la verdad es que no lo elegí. No me presenté. Este año, cuando comenzó el curso, había mucho movimiento en la universidad por el tema del referéndum. Un profesor entró en clase y pidió que votáramos para saber si hacíamos o no. Fueron pasando los minutos y nadie se levantaba, así que al final lo hice yo. Conté los votos y cuando entró el profesor le dije los resultados, y el día que vinieron a preguntar quién sería el delegado yo no dije nada, pero la gente me señaló a mí; y mira, aquí estoy.

Núria: Es curioso porque mi caso fue bastante similar. Desde primero que soy delegada. Te reeligen porque ya lo has hecho y les parece bien. Pero la primera vez, nuestro tutor nos preguntó quién quería ser delegado. Yo levanté la mano por si nadie quería serlo, y efectivamente, salí yo. El otro delegado igual. De hecho el otro levantó la mano para preguntar qué era un delegado y terminó siendo el delegado. En general poca gente quiere ser delegado.

2) Vosotras fuisteis delegadas en el instituto. ¿Qué diferencia hay entre ser delegada en la universidad y en el instituto?

N: No hay color.

A: No tiene nada que ver. Estabas allí, eras la representante de tu clase y tenías unas pocas funciones. En cambio, aquí parecen sindicatos. Tienes que negociar todo.

N: Tú estás en medio. Eres el puente, y uno estira hacia aquí y otro estira hacia allí.

A: Se parece más a la política que a otra cosa. Si quieres ser delegada debes ser una persona muy diplomática, no muy apasionada, tienes que ser muy moderada porque eres la representante de muchas personas que quizás no piensan igual que tú.

N: A veces, también, cuando estás tratando con profesorado es cero emoción, mucha objetividad. Si quieres demostrar que realmente ha habido un problema no vale explicarlo por encima.

3) ¿Cómo definiríais la figura del delegado? Debe ser una persona diplomática, imparcial...

A: Diplomática, empática... y no sólo con el alumnado, que cuesta menos, sino también con el profesorado. A veces no estás de acuerdo con cómo ha actuado el profesorado y tienes que empatizar con ellos entender por qué ha hecho las cosas como las ha hecho.

N: También debes saber separar quién es el delegado y quien eres tú. Hay momentos que estás en medio de la clase y te están atacando, pero realmente están atacando tu figura. Tienes que aprender a disociarte.

4) ¿Cómo fue el primer día como delegadas? ¿En qué situaciones durante este curso se ha necesitado la figura de delegado?

A: Fatal, tengo muy mal recuerdo. Este curso ha sido muy movido. Cuando eres delegada y no sabes ni cómo funciona la universidad porque hace una semana que estás, estás investigando qué es una vía de estudio como quien dice, y de repente te explota todo en la cara. Tienes que manejar si tus compañeros irán a clase o no.

N: Este año ha sido muy tenso para ser delegada. En primero, que también fui delegada, no hice nada. Y más comparado con lo que he llegado a hacer este año. Por la situación política de este año, ha habido mucha presión. También estoy en el Consejo de estudiantes de la facultad, en el Consejo de estudiantes de la UAB y en la Junta de la facultad. Empiezas en primero siendo delegada, y entonces te explican qué más hay y que no se apunta nadie, y acabas yendo tú. Acabas sobresaturada. Y en cuanto a las situaciones donde se ha necesitado el delegado: la nevada. El caso de mi clase fue muy extravagante. Me tenía que levantar a las siete de la mañana para ver qué pasaba.

A: Yo recuerdo el caso de unas estudiantes que crearon una nueva organización en logopedia. E invitaron Nina, la ex directora de Operación Triunfo, y no lo gestionaron bien. No sabíamos si teníamos que ir a clase o no, si podíamos asistir a este seminario que nos interesaba muchísimo porque ella es logopeda y se sacó aquí la carrera. Fue un caos.

N: En mi caso estoy en tercero y hemos tenido problemas con algunos profesores, hemos tenido que hablar incluso con decanato sobre descalificaciones hacia los alumnos. Como delegada tienes que estar siempre allí. No importa si estás de acuerdo o no, pero tienes que estar. Pero es raro que haya problemas, normalmente se trata de exámenes mal corregidos. Yo he notado que cuanto más avanza la carrera más gente descontenta hay. Este tipo de problemas con el profesorado son los más comunes. También es cierto que la gente se queja mucho, hasta que aprueban todos... y entonces ya nada. Al final aprendes a pedir que los alumnos dejen pasar unos días después del examen antes de quejarse. A veces te recriminan y dicen que no estás haciendo nada cuando realmente estás esperando a ver si han hecho una queja en caliente o si es en serio. Y este año ha habido algún caso que sí que había que seguir adelante. Y ha costado mucho. Ayuda tener la clase detrás en estas luchas.

5) ¿Cómo es la relación con los estudiantes de la clase? Es difícil?

A: Yo de momento bien. En ningún momento me he sentido atacada. He tenido que aguantar algún comentario antipático por whatsapp sobre lo que deberíamos hacer los delegados tirado al aire. A nivel personal no he tenido ningún conflicto, pero sí tienes que tragar algún comentario que da rabia, porque tú estás sudando enviando correos y encima te envían aquello.

N: Lo acabas aceptando. A veces tienes que dar malas noticias, como que no se cambiará un examen o que no nos han hecho caso. Los coordinadores se esconden y eres tú quien tiene que dar la cara ante la clase. Me he encontrado algún caso en que me han insultado y todo. Este curso nos dijeron que no éramos buenos delegados. Y tuvimos que explicar qué era un delegado y todo lo que estábamos haciendo. No sabían que hacíamos todo aquello. Todo el mundo se queja mucho pero después nadie quiere ser delegado. Pero luego ves que la clase está, sobre todo si hay problemas.

6) Y con los otros delegados?

A: Yo no he tenido ningún problema. Tampoco he conocido. He ido a las formaciones. Participabas con los demás y los conocías, pero no te dabas el teléfono.
N: Es curioso. Yo en primero tampoco tenía mucho contacto. En segundo comenzamos en el Consejo de estudiantes de la facultad, que es donde están todos los delegados, y la verdad es que la relación es perfecta. Nos ayudamos entre nosotros y nos pasamos información. Es una ayuda. Se encuentran con las mismas situaciones, tal vez tienen problemas con la clase, y los puedes preguntar cómo afrontan ellos los problemas.

7) Habéis hablado de las formaciones de delegados. Vosotras habéis asistido a todas. Os han servido?

A: Sí, a mí me han ido muy bien. En primero todavía no sabes nada de la universidad o de cómo funciona. Cada formación se centraba en un aspecto. Nos han hablado de elCens, las organizaciones que hay... Me ayudó mucho como delegada, pero también como alumna, el hecho de saber todos los recursos que había. Como delegada, saber a dónde puedes acudir si alguna vez necesitas algo, es importante.

N: A mí también me han ido bien. Este año he ido a todas y te aportan cosas. Algunas quizá son innecesarias, pero las hay muy interesantes que te pueden ayudar con algunos problemas. Sobre todo aprendes a donde dirigirte. Por ejemplo, el servicio Opina. Vuela por allí y nadie sabe qué es. Nosotros la hemos utilizado este año y nos ha servido.

8) Por último, qué les diríais a los estudiantes que están pensando en presentarse como delegados o delegadas?

A: Les diría que enriquece mucho, es positivo participar en la universidad y conocerla más profundamente. Es un privilegio poder hablar en primera persona con algunos profesores. También te enriquece esta doble posición que te hace empatizar tanto con el alumnado como con el profesorado. También aprendes que a veces defensas una posición que parece que tiene la verdad absoluta, y ves que desde el otro punto de vista también es una verdad absoluta. Al final no hay una verdad. Es una experiencia muy enriquecedora pero se necesita paciencia. Y sobre todo deben hacerlo con ganas. No se debe hacer por los créditos que se pueden reconocer sino por la experiencia.

N: Yo simplemente diría: si no tienes ganas de hacerlo, no lo hagas. Aporta mucho y es muy útil si te lo tomas en serio. Conoces mucha más gente y recibes un trato diferente si eres delegada por parte de los profesores. Hay mucha gente que se apunta a ser delegado y después no hace nada. Y salen perjudicadas como personas y también su grupo académico. Si ese grupo no tiene representante, no se hace mucho trabajo que necesita la persona que toma el relevo del año siguiente. Tampoco estás tú sola contra el mundo. Hay muchos delegados y muchos otros recursos que te pueden ayudar a hacer mejor tu trabajo. No hay que ser fatalista. Vale la pena ser delegada, hay gente que lo quiere ser y es imprescindible tener un delegado implicado.