El foro romano de Llívia luce ya en todo su conjunto
La campaña llevada a cabo este año por los arqueólogos de la UAB en el foro romano de Llívia ha permitido obtener ya una visión conjunta del yacimiento y realizar nuevos hallazgos, entre los que destacan una moneda del siglo IV d.C, un anillo y varios fragmentos de esculturas de mármol, así como lo que podría ser una escala lateral del templo, un elemento muy poco habitual en los templos romanos de la península ibérica.
Este año se ha podido retirar la franja de tierra del centro del yacimiento, por la que pasaban suministros de servicios básicos para el municipio, lo que permite tener ya una visión en conjunto y una estratigrafía completa que va desde la época moderna a la época tardo-antigua, al siglo III d. C. y al momento fundacional de Augusto (siglo I a. C.). «La evolución cronológica del espacio del foro empieza a tener sentido. Además, supone una mejora en las condiciones del espacio de trabajo, que permitirán continuar excavando los diversos espacios del foro de este a oeste, y pensar en el acondicionamiento de los restos, para que lo puedan disfrutar tanto los vecinos como los visitantes», explica César Carreras, profesor del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y la Edad Media y director de la excavación.
Los trabajos de esta campaña han proporcionado también algunos hallazgos que los investigadores califican de «excepcionales», como una moneda del siglo IV d. C. y un anillo. También se han recuperado de nuevo algunos fragmentos de esculturas de mármol de Carrara, entre ellos una nueva cabeza de un posible ciervo y una pierna femenina. Y, finalmente, en el estrato correspondiente a la fase segunda (siglos III-IV dC) se ha puesto al descubierto lo que parece que fueron, a la espera de poder confirmarlo en próximas campañas, unas escaleras laterales del templo similares al templo de Venus Genetrix del foro de Julio César en Roma, una característica bastante excepcional dentro de los templos romanos de la península Ibérica.
Para realizar los trabajos de este año, los arqueólogos han contado con la colaboración de investigadores del ICAC (Instituto Catalán de Arqueología Clásica) y de una decena de estudiantes del grado de Arqueología de la UAB.