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Universitat Autònoma de Barcelona

Hector Sangüesa, ex alumno de la UAB, premiado en la International Genetically Engineered Machine (iGEM)

07 oct 2015
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Hector Sangüesa, ex alumno del grado de biotecnología de la UAB ha resultado premiado en la Internacional Genetically Engineered Machine (iGEM), junto con sus compañeros de la Universidad Técnica de Delft, donde cursa un máster actualmente.
Hector Sangüesa premiat a la iGEM
Hector Sangüesa Ferrer, antiguo alumno de biotecnología de la UAB y actual estudiante en la Universidad Técnica de Delft (Países Bajos), ha resultado premiado en la Internacional Genetically Engineered Machine (iGEM). Esta competición, definida por el Washington Post como "la copa del mundo de la ciencia", se organiza en Boston cada año y se reúnen equipos estudiantiles de las mejores universidades del mundo. Este año, 259 equipos se han dado cita en la capital de Massachusetts para competir a nivel internacional por el mejor proyecto de biología sintética.

El grupo de estudiantes de la universidad de Delft, cuya Hector forma parte, diseñó una impresora 3D para imprimir bacterias de diferentes formas. Una de las curiosidades de este proyecto es que la impresora ha sido construida con K'nex, un juguete de construcción para niños. Así, se ha permitido un acercamiento entre público general, el mundo de la biología sintética y la impresión en 3D.

Gracias a este innovador proyecto, Sangüesa y su equipo fueron galardonados con el premio y se convirtieron en el mejor equipo a nivel mundial. Además del premio y el reconocimiento, ganaron tres premios más: "Mejor proyecto de Hardware", "Mejor Wiki (página web)" y "Mejor diseño aplicado".

El principal reto del proyecto era crear una plataforma que dejas hacer pruebas de productos sobre comunidades bacterianas, también conocidas como biofilms, de una manera reproductible, rápida y barata. Estos biofilms, compuestos por microorganismos, son muy resistentes a la eliminación cuando se encuentran en su conjunto, y se adhieren con mucha firmeza a las superficies. Consecuentemente, hacen que la acción de productos antibióticos no sean tan eficaces y pueden crear problemas, por ejemplo, en implantes médicos.

Después de diseñar la idea y dar cuerpo al proyecto, el equipo consiguió que los biofilms sean creados de forma rápida y estructuradamente gracias al uso de nanocables proteicos, producidos por bacterias, y en la impresora 3D, que las distribuye. El sistema utilizado, definido como low-cost, automático y fácil de llevar a cabo, permite crear un estándar de producción de estas comunidades bacterianas.

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