Descubren impresa en la roca la piel de uno de los últimos dinosaurios
Investigadores de la UAB, con la colaboración del ICP, han descubierto en Vallcebre una impresión fósil, sobre la roca, de la superficie de la piel de un dinosaurio del Cretácico Superior, una época muy cercana a su extinción. Por sus características, se trata de un hallazgo único en Europa.

El hallazgo tiene un carácter excepcional, ya que el Cretácico Superior corresponde a la época en la que vivieron los últimos dinosaurios antes de la extinción. Hay pocas zonas en el mundo con rocas de esta época y caracterizar estos dinosaurios es muy importante para entender cómo y por qué desaparecieron. "Se trata del único registro de la piel de dinosaurio de esta época en toda Europa, y corresponde a uno de los ejemplares más recientes, más cercanos a la extinción, en todo el mundo", destaca el investigador de la UAB Víctor Fondevilla, autor principal de la investigación. "El registro fósil de la piel de los últimos dinosaurios es muy escaso, y sólo cuenta con algunos yacimientos de características similares en Estados Unidos y en Asia", continúa Fondevilla, "en la Península Ibérica se han encontrado otros fósiles de piel de dinosaurio, en Portugal y en Asturias, pero corresponden a otras épocas más lejanas".
La forma de las escamas observada en la roca muestra un patrón característico de la piel de algunos dinosaurios: la forma de roseta con un bulto central en forma de polígono rodeado por otros cinco o seis bultos. Pero se trata de escamas grandes, demasiado grandes para el tamaño típico de los dinosaurios carnívoros y hadrosaurios que habitaban la zona hace 66 millones de años. "Probablemente se trate de un gran saurópodo herbívoro, tal vez de un titanosaurio, ya que hemos encontrado huellas de esta especie muy cerca de la roca donde están las impresiones de la piel" comenta Fondevilla.
De hecho se han encontrado dos huellas de la piel, una grande de unos 20 centímetros de ancho, y otra más pequeña, de sólo 5 centímetros de anchura, separadas por un metro y medio de distancia, probablemente del mismo animal. "El hecho de que sean huellas en la roca es una evidencia de que el animal es de la época del sedimento, uno de los últimos dinosaurios que vivió en el planeta. Cuando se encuentran huesos la datación es más complicada porque pueden haberse desplazado respecto al sedimento original en todos estos millones de años", aclara Fondevilla.
El hallazgo constata el excelente registro fósil de los Pirineos respecto a los dinosaurios que vivieron en Europa poco antes de su extinción en todo el planeta. "Los yacimientos del Berguedà, Pallars Jussà, Alt Urgell y La Noguera, en Catalunya, han proporcionado evidencias de cinco grupos diferentes de dinosaurios: titanosaurios, anquilosaures, terópodos, hadrosaurios y rahbdodóntidos", explica Àngel Galobart, jefe del grupo de investigación del Mesozoico del ICP y director del Museo de la Conca de Isona. "Los yacimientos de los Pirineos son muy relevantes desde el punto de vista científico, ya que nos permiten estudiar las causas de su extinción en un punto geográficamente alejado del impacto del meteorito", explica Galobart.
La investigación, publicada en Geological Magazine, ha sido liderada por los investigadores del Departamento de Geología de la Universitat Autònoma de Barcelona Víctor Fondevilla y Oriol Oms, en colaboración con los investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y del Museo de la Conca Bernat Vila y Àngel Galobart.