Comunicado del Equipo de Gobierno de la UAB ante la situación en Gaza

Nos sumamos a las demandas internacionales de alto el fuego inmediato e incondicional para que se detenga el ataque israelí en la franja de Gaza y manifestamos nuestro apoyo a la Organización de las Naciones Unidas, que ha abogado insistentemente por el cumplimiento del derecho internacional por parte de todos los actores del conflicto, por su resolución pacífica y por la promoción de acuerdos de paz.

Décadas de ocupación de los territorios palestinos, miles de civiles asesinados y muchos más heridos y un bloqueo terrible sobre la franja de Gaza ha llevado a Palestina y su población a una situación insostenible y desesperada. En las últimas semanas, los ataques contra los palestinos han alcanzado objetivos civiles, como hospitales y escuelas, y la única universidad de Gaza ha sido destruida.

Los ataques cometidos por la organización Hamás el 7 de octubre contra civiles israelíes, que incluyen el asesinato, la mutilación y la toma de rehenes, constituyen graves violaciones que podrían ser calificadas como crímenes de guerra. Desde la UAB, pedimos la inmediata puesta en libertad de los rehenes y consideramos que los autores de estos ataques deberían ser perseguidos y juzgados por un tribunal competente.

Sin embargo, los actos terroristas de Hamás no justifican los crímenes posteriores del Estado de Israel. Israel debe cesar de inmediato las acciones de represalia contra la población civil palestina. Las autoridades israelíes están incumpliendo de forma muy grave y consciente las normas y principios básicos del derecho internacional humanitario, y además en una zona densamente poblada y sometida a un estricto bloqueo. Relatores especiales de la ONU advierten de que el asedio completo de Gaza, junto a órdenes de evacuación inviables, o la destrucción deliberada y sistemática de viviendas e infraestructuras civiles por Israel constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

El resto de los Estados, especialmente los que forman parte de la Unión Europea, deberían utilizar su influencia para que cesen las infracciones del derecho internacional humanitario por las partes implicadas en el conflicto.