1.000 M de euros para la transformación tecnológica del sincrotrón Alba
La Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han firmado un acuerdo que establece una aportación conjunta de casi 1.000 millones de euros hasta el 2038 para transformar el sincrotrón Alba en una infraestructura de luz de sincrotrón de cuarta generación. El acuerdo se ha presentado en un acto institucional que ha contado con la asistencia del rector de la UAB, Javier Lafuente.

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, han suscrito un acuerdo que establece una aportación conjunta de más de 926 millones de euros en el periodo 2025–2038 para transformar el sincrotrón Alba en una infraestructura de luz de sincrotrón de cuarta generación. Las aportaciones totales efectuadas desde el gobierno de la Generalitat ascenderán a casi 465 millones de euros en el decurso del periodo acordado. Por parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, los compromisos de gasto se cifran en 461 millones euros.
El acuerdo se presentó en el sincrotrón catalán el 9 de septiembre, con la asistencia de numerosas autoridades y representantes de instituciones y centros de investigación, entre los cuales estaba Javier Lafuente, rector de la UAB y, por razón de este cargo, miembro del consejo rector del sincrotrón. También participaron en este acto la consejera de Investigación y Universidades, Núria Montserrat, y el secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz.
Representantes institucionales participantes en el acto celebrado con motivo del acuerdo en el sincrotrón ALBA.
El proyecto Alba II permitirá abordar una transformación tecnológica imprescindible para asegurar que el sincrotrón mantendrá su lugar en vanguardia de la investigación europea y mundial hasta 2050. La inversión prevista permitirá actualizar el acelerador y construir nuevas líneas de luz, que harán posible estudios más precisos y rápidos y ampliarán el abanico de aplicaciones científicas e industriales. Cataluña dispondrá así de una infraestructura de cuarta generación, comparable a las más punteras del mundo, que dará respuesta a retos globales en salud, transición energética y sostenibilidad.
Con el acuerdo firmado, el sincrotrón Alba se consolida como una infraestructura esencial para el desarrollo científico e industrial al servicio de miles de investigadores cada año conectada con los principales centros de investigación y empresas de todo el mundo.
Infraestructura científica clave
Situado en Cerdanyola del Vallès, el sincrotrón Alba es la única infraestructura de este tipo en el Estado y una de las más avanzadas de Europa. Concebido a finales de los años noventa e inaugurado en 2010, su núcleo es un complejo de aceleradores de electrones que llegan a una energía de 3 GeV y emiten luz de sincrotrón que cubre desde los rayos X blandos hasta los rayos X duros de 70 keV. Esta luz lo convierte en un gran microscopio de rayos X, capaz de analizar la materia a escala atómica y molecular.
Actualmente dispone de catorce líneas de luz que permiten visualizar la estructura y las propiedades de la materia. Sus tecnologías avanzadas, detectores e infraestructuras de datos son utilizados cada año por más de 3.500 investigadores en campos tan diversos como la biomedicina, la nanotecnología, la química, la física de materiales o la energía.
El proyecto ALBA II permitirá abordar una transformación tecnológica imprescindible para asegurar que el sincrotrón mantendrá su lugar en vanguardia de la investigación europea y mundial hasta el 2050. La inversión prevista permitirá actualizar el acelerador y construir nuevas líneas de luz, que harán posible estudios más precisos y rápidos, ampliando el abanico de aplicaciones científicas e industriales. Cataluña dispondrá así de una infraestructura de cuarta generación, comparable a las más punteras del mundo, que dará respuesta a retos globales en salud, transición energética y sostenibilidad.
Con el acuerdo firmado, el sincrotrón ALBA se consolida como una infraestructura esencial para el desarrollo científico e industrial, al servicio de miles de investigadores e investigadoras cada año y conectada con los principales centros de investigación y empresas de todo el mundo.