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Casa Convalescència

Parada 3: La escalinata central.

La escalera principal, el espacio interior mejor conservado del edificio, conducía a la capilla y las terrazas. Se trata de una escalera de estilo imperial, es decir, compuesta de un tramo recto que en el rellano se divide en dos tramos paralelos más estrechos. Tenemos ejemplos próximos, como la actual Sede del Consejo de Mallorca, y lejanos, en el Palacio de Invierno de San Petersburgo o el Museo de Historia del Arte de Viena.

Los muros están recubiertos de cerámica de gusto barroco, con predominio de los colores azul, verde y amarillo, que coge como modelo tanto las propias cerámicas de la antigua Casa de Convalecencia del siglo XVII (hoy sede del Institut d’Estudis Catalans), como modelos coetáneos del estilo de la Plaza España de Sevilla, colofón de la Exposición Iberoamericana de 1929. La documentación los atribuye al pintor y dibujante Francesc Labarta i Planas (1883 – 1963), miembro del equipo de Domènech i Montaner.

De abajo a arriba, podemos clasificar la temática de los mosaicos en cinco categorías:

  • Los mensajes cristianos promoviendo las virtudes teologales, inscritos en escudos de gusto italiano. Desde inicios de la edad media, la fundación de hospitales estaba ligada principalmente a la iniciativa eclesiástica, que con esta ejercía dos preceptos fundamentales de la doctrina cristiana: la caridad (“Ama al prójimo como a ti mismo”, Mateo, 22, 39) y la hospitalidad.
  • Los escudos de Barcelona, del Hospital de Sant Pau y de la Casa de Convalescència. Este último integra el escudo del Hospital de la Santa Creu y los de los cuatro benefactores de la antigua Casa de Convalescència.
  • Los escudos heráldicos de los nobles barceloneses que en el siglo XVII costearon la primera Casa de Convalecencia de Barcelona. De izquierda a derecha: Elena Soler, Lucrècia de Gualba, Pau Ferran y Victòria Astor. El escudo con herraduras de Pau Ferran, que contribuyó con la cantidad más cuantiosa, aparece multiplicado en todo el edificio.
  • La fecha de inauguración del edificio, en números romanos: MCMXXX. El rey Alfonso XIII inauguró los últimos pabellones construidos en el recinto durante su visita en Barcelona en enero de 1930.
  • Cerámica ornamental, combinada con molduras, para llenar los espacios libres entre los plafones principales. Retoma elementos y composiciones de la cerámica catalana barroca, muchos en forma de grotescos, integrando elementos vegetales, pájaros, jarras, flores y frutos, conchas y querubines. Es interesante subrayar como el ceramista trabajó pensando en modelos antiguos y copiando motivos de la cerámica hecha por Llorenç Passoles en el siglo XVII en la antigua Casa de Convalescència.