Pepa Aguar, ganadora del XLII Premio Joanot Martorell de Narrativa de los Premios Ciutat de Gandia 2020

Pepa Aguar

"El que em queda de tu" es la primera novela de la profesora Pepa Aguar, que fue galardonada, el pasado viernes 20 de noviembre, con el XLII Premio Joanot Martorell de Narrativa de los Premios Ciutat de Gandia 2020, uno de los reconocimientos más prestigiosos de la lengua valenciana / catalana. La obra trata la impotencia familiar ante la pérdida de memoria progresiva de la madre. La novela será publicada por Ediciones 62 el próximo 13 de enero de 2021. Entrevistamos a la flamante ganadora sobre su debut exitoso en el mundo de la literatura.

26/11/2020

"Un premio de estas características es todo un regalo, y es abrumador. Lo vivo con un agradecimiento extraordinario y con mucha emoción"

María José Aguar, Pepa Aguar, es una de las profesoras más carismáticas y queridas de la Escuela Universitaria de Turismo y Direccón Hotelera, que lleva muchos años impartiendo docencia sobre habilidades comunicativas a los estudiantes de los Grados, y llevando las riendas de la coordinación del Máster Oficial en Dirección y Organización de Turismo de Eventos.

Es Licenciada en Ciencias de la Información y Ciencias Políticas, y Doctora en Ciència Política por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha escrito y colaborado en varios medios y ha asesorado en comunicación a empresas públicas y privadas.

El pasado 20 de noviembre, recibió el prestigioso XLII Premio de Narrativa Joanot Martorell de los Premios Ciutat de Gandia 2020, certamen organizado por el Instituto Municipal de Archivos y Bibliotecas, entidad autónoma del Ayuntamiento de Gandía, y que está valorado con 20.000 euros. La novela será publicada por Edicions 62 el próximo 13 de enero de 2021.

Entrevistamos a la profesora Pepa Aguar sobre "El que em queda de tu" ("Lo que me queda de tí"), su obra de debut en el mundo literario, donde refleja la impotencia familiar frente la pérdida de memoria progresiva de la matriarca, y la importancia de aprovechar el momento y no guardarse las palabras ni las cosas por decir a los seres más queridos para más adelante:

 

- ¿Cómo y cuando surge tu interés por la escritura literaria, Pepa? 

- El tema de escribir siempre ha latido. Yo estudié periodismo porque ya iba ligado en poder explicar las cosas y la realidad. De hecho, ya había escrito colaboraciones periodísticas. Otra cosa es el hecho de escribir un libro, que lo reverencio, y la literatura me daba mucho respeto.  

En 2013, un año donde todo iba mal, una amiga me aconsejó hacer un taller de novela, y aquí fue donde se articuló este latido, esta pulsión para escribir. Me hacía olvidarme de todo. Las clases del taller de Lolita Bosch me hicieron también relacionarme con gente que estaba en el mismo proceso. Fueron unos años de pasarlo bien y de disfrutar mucho.

 

- ¿Te hubieras imaginado nunca debutar consiguiendo este reconocimiento tan importante con el Premio Joanot Martorell de Narrativa de los Premios Ciutat de Gandia 2020, uno de los certámenes literarios más importantes de nuestra lengua? 

- No me lo hubiera imaginado nunca. Cuando empiezas a escribir una novela, el primer objetivo es acabarla. Es todo un proceso, hay momentos de todo: ratos que son maravillosos y ratos de colapso...Por lo cual, decir que he podido empezarla y acabarla, es ya un primer hito. Y después que venga de la mano de este gran reconocimiento y de un premio de estas características es todo un regalo, y es abrumador. 

Lo vivo con un agradecimiento extraordinario y con mucha emoción. Ojalá que a la gente le guste y se vea reflejada, identificada, o que alguna parte del que he escrito también forme parte de la gente, y quiera estar en este mundo que he planteado y compartido. Escribir es desnudarse un poco, y así me muestro. 

 

- Tu primera novela "El que em queda de tu" refleja la impotencia familiar ante la pérdida de memoria progresiva de la matriarca. Desgraciadamente, un drama que viven muchas familias, y que también te ha tocado de cerca. ¿Por qué decidiste escribir sobre esta temática? 

- Esta primera novela está muy basada en personas y circunstancias muy reales, y hay partes también ficcionades. En este caso, se parte de cuando mi madre cayó en una enfermedad neurodegenerativa, y esto me golpeó y afectó a mí y a toda la familia, y no sólo explicas qué le pasa a ella, sino lo que te pasa a tí ante una situación como ésta. 

Lo que no he querido, en el libro, es que mi madre ni hiciera pena ni tristeza. Porqué de alguna manera, la ilumino con sus años de infancia y de juventud, y me remito también a mi abuela, sobre la cual siempre había querido escribir. Pero con el ánimo de mostrar la mujer llena de energía, de vida y de risas que era mi madre. La enfermedad neurodegenerativa estigmatiza, pero antes de aparecer era una persona con una vida. 

Quería escribir también sobre mi abuela, porqué era una mujer sabia, inteligente, avanzada por su tiempo. Se murió cuando yo tenía 9 años, y me dejó un legado importantísimo. Cuando empecé el taller de novela coincidió con cuando llevé mi madre a una residencia de Barcelona, y empecé a asimilar lo que le estaba sucediendo. A partir de aquí, confluyó el interés de cuál había sido la historia de mi abuela con lo que le estaba pasando a mi madre, y el proceso que yo estaba viviendo. Esto también me sirvió para explicarme algunas cosas.

 

- ¿Su escritura te ha servido de catarsis para plasmar tus experiencias vividas con tu madre? 

- Más que una catarsis, para poder escribir sobre todo esto, tienes que poner cierta distancia. En un principio, no hubiera podido, pero al pasar un año de la aparición de su enfermedad, pude ser capaz de distanciarme un poco, y observar qué le estaba pasando a ella, y a mí. Fue más bien un ejercicio de reflexión y de ser capaz de establecer esta distancia para poder explicarlo literariamente, y para que me pudieran ver también a mí. Y que la gente pudiera entrar en este mundo que había creado, y pudiera verse identificada y reconocida en esta experiencia tan dolorosa. 

 

- Tu obra también habla de abuelas, de madres e hijas y de las palabras que se quedaron por decir mientras la demencia progresaba. ¿Por qué te has centrado en las mujeres de la familia a la hora de explorar los estragos de esta enfermedad? 

- Porqué creo que mi familia es muy matriarcal. A pesar de hay una reverencia por el hombre y lo que representa, vengo de una familia de mujeres fuertes: desde mi abuela, mi madre, las tías...y porqué en definitiva, la enfermedad le pasó a ella, a mi madre. Y ella, que siempre había tenido un vínculo muy estrecho con la suya, dejaba atrás todos los recuerdos y vivencias.  

Sin ser consciente yo arrastraba el legado de mi abuela, que se veía reflejado en mi madre, y cuando ella desapareció, lo que me quedaba de ella era a través de todo esto. Es una historia muy basada en mujeres.

 

Pepa Aguar

 

- ¿Cuáles son estas palabras que no tendríamos que dejar de decir nunca para que no puedan ser olvidadas ni por ninguna enfermedad ni por ninguna circunstancia? 

- Son todas aquellas palabras que tendríamos que decir más a menudo y que las dejamos por más adelante. Tanto las que nos golpean para la alegría como para la tristeza, y que guardamos pensando que tendremos otro momento. No busquemos el momento, es ahora. Aprovechemos para decir lo que nos llena de joya y también lo que nos llena de tristeza, porqué lo tenemos que compartir con las personas que queremos, y tienen que saber cómo estamos. 

Si tenemos que decir “te amo”, lo decimos, y si algo nos ha hecho daño, también, porqué postergarlo puede ser que ya no lo puedas decir, o cuándo lo quieras decir a otra persona, ésta no esté en condiciones de saberlo. 

 

- Tu novela se publicará en enero de 2021 por Edicions 62. Debes de estar muy contenta porque pueda salir a la luz tu obra en estos tiempos tan difíciles de pandemia... 

Sí, “El que em queda de tu” se presentará el 12 de enero ante los medios de comunicación, y el 13 ya saldrá a la venta con el sello de Edicions 62. Son tiempos difíciles pero también son tiempos que invitan a la lectura, yo quiero verlo desde esta perspectiva. Lo importante es que la gente lea, y ahora es un momento extraordinario para hacerlo. 

Si el fin de semana no se puede ir al cine o al teatro, aprovechemos para leer. Ahora no hay grandes actos: por mí el gran acto es el de la lectura. Compartir con los demás, otros mundos y otras vivencias, hacen de la literatura un gran placer. 

Ahora son tiempos difíciles para el lanzamiento editorial de la novela, pero aun así, hace falta que salga y emprenda su camino, y llegue allá dónde tenga que llegar y a quién tenga que llegar. Creo que éste es el acto verdaderamente extraordinario. 

 

- ¿Cómo ha sido poder compaginar la docencia que impartes en la Escuela de Turismo y Dirección Hotelera, y la Coordinación del Máster Oficial en Dirección y Organización de Turismo de Eventos, con la redacción de la novela? 

- Rascar el tiempo que necesita la literatura es hace difícil cuando tienes que trabajar cada día, la faena tiene que salir, y tienes unos horarios. Obviamente, esta novela se ha escrito mucho durante los fines de semana, por eso es necesario tener al lado una persona que entienda que te encierras para escribir. Cómo dice Javier Marías: “Para escribir hay que cerrar las ventanas”, y yo tenía muchas ventanas abiertas, y rascaba tiempo de los fines de semana, de las vacaciones, después de la jornada laboral, a partir de las 7 u 8 de la tarde para poder escribir un rato.  

Lo que me dio también el taller de escritura es una disciplina, para hacer entregas, y sacar tiempo de dónde fuera. A pesar de que no es fácil, porque no siempre fluye rápidamente la inspiración por la literatura, cuando te sientas a escribir, va surgiendo y fluyendo poco a poco. Combinar una cosa con la otra no se hace fácil y muchas veces es autoimponerse esta disciplina, los sábados y domingos por la tarde, a pesar de que no es una imposición ya que quieres escribir, pero lo que te gustaría es disponer de más tiempo. 

 

- ¿Tienes pensado ya cuál será tu próximo proyecto literario? ¿Nos puedes avanzar algo? 

- Sí, ya he empezado a escribir, y claro, si he empezado lo tendré que acabar. Se basa en una historia de una persona conocida de mi familia sobre un amor de adolescencia de aquellos tan intensos que incluso hacen daño de tanto amar.  

Me gustaría tratar, en esta segunda novela, la incapacidad de volver a amar de manera plena, de darse del todo, después de haber vivido El AMOR, en una edad tan temprana. En definitiva, cómo quedamos después de haber amado tan intensamente.

Aquí me siento más libre de ir creando los personajes, porque está basada en una historia real de un hombre, pero los protagonistas serán ficticios. Esta historia me golpeó y pensé que me gustaría escribirla. 

El gran regalo para mí es poder escribir y es lo que me da más satisfacción.

 

Pepa Aguar, recibiendo el premio de la mano de Pilar Beltran, editora de Edicions 62.

Pepa Aguar, recibiendo el premio de la mano de Pilar Beltran, editora de Edicions 62. Foto: Àlex Oltra.