Pau Chamizo, graduado en Dirección Hotelera: 'Quería probar la parte operacional de un hotel con altos estándares y Finn Lough me está dando esto'

Finn Lough

Después de hacer unas prácticas en el País Vasco, el alumni Pau Chamizo supo que su lugar estaba en los alojamientos rurales. Después de graduarse en Dirección Hotelera, decidió irse un año a hacer un cross-training en un “hotel burbuja” que se encuentra en medio de la naturaleza, en el lago Erne. En este particular hotel-resort, situado en Irlanda del Norte, está aprendiendo a desarrollarse profesionalmente en distintas áreas.

30/07/2021

Imagen: Facebook Finn Lough Lakeside Hideaway

A la hora de escoger la carrera, no tenía ninguna idea sobre mi futuro, como la gran mayoría. Pero durante el Bachillerato, estuve trabajando en la recepción de un camping de mi pueblo, Blanes, y decidí decantarme por mis experiencias. Mi idea principal era estudiar Economía, pero una vez leí el programa de estudios y vi que la trabajo que hacía en el camping me gustaba, me pareció una buena idea escoger Dirección Hotelera.

  • Durante el tu paso por la Escuela has podido hacer prácticas en el País Vasco y en el extranjero, en Bélgica. ¿Cómo han sido tus experiencias de prácticas?

He tenido la suerte que todas las experiencias que he tenido de prácticas han sido muy enriquecedoras y variadas. Mi objetivo era ver qué me gustaba y qué no me gustaba. Es decir, tocar todo lo que pudiera.

Las primeras prácticas fueron en el año 2019. Cuado decidí ir a Bélgica, tenía mucha curiosidad por saber qué era trabajar y vivir en otro país. Quería vivir aquella experiencia una vez en mi vida. Pude tener la oportunidad de hacer un internship en el Departamento de Finanzas y Contabilidad en el Hilton Antwerp (Bélgica), donde pude ver el funcionamiento de un hotel de cadena con sus estándares y su organismo desde dentro. La experiencia fue increíble, pero me di cuenta de que mi lugar no está en los hoteles de cadena. Aprendí muchísimo, pero no es un tipo de empresa que me represente.

Cuando volví de Bélgica, empecé a trabajar en el Hotel Evenia Rocafort como Guest Service Agent hasta principios de 2020. Ese año quería irme a Sudamérica aprovechando que seguía teniendo horas de prácticas. Desafortunadamente, la pandemia llegó y la situación no era nada positiva para la industria. Después de un viaje con amigos en el País Vasco, decidí probar suerte y enviar currículums a hoteles de allí que me interesaban. Hotel Iturregi aceptó mi aplicación y tuve la grandísima suerte de poder hacer unas prácticas durante aquel verano. Allí es donde decidí que mi lugar son los hoteles rurales independientes. La humildad y pureza con la que se trabajaba en aquel lugar y el País Vasco me enamoraron. ¡Fue el mejor verano de mi vida!

  • Después de graduarte en junio de 2020, decidiste irte a hacer un programa cross-training de un año en el Hotel Finn Lough, en Irlanda del Norte. ¿Cómo encontraste esta oportunidad y qué te atrajo de esta oferta?  

A principios de 2021, Gemma Sagué me comentó que Finn Lough buscaba alumnos de prácticas para su reapertura después de la pandemia. Tenía muchísimas ganas de viajar y de probar coses nuevas. Contacté con Gillian Beare, propietaria de la empresa, y acepté la oferta del Hotel Finn Lough. Hace casi tres meses que estoy aquí y la experiencia está siendo única y muy diferente de lo que me esperaba. Estoy aprendiendo y trabajando muchísimo, y la gente que he conocido es increíble.

El programa de prácticas también pintaba muy bien. Probé un departamento no-operacional en Hilton y quería ver la parte operacional de un hotel con altos estándares. Finn Lough me está dando esto.

  • ¿Por qué es tan singular el Hotel Finn Lough? 

El atractivo de la oferta es que es un hotel independiente, en una zona rural y con ideas y filosofías muy interesantes. Se nota la conciencia mediaombiental en la mayoría de procesos del hotel. Las burbujas son lo que impresiona más a primera vista. La primera vez que entras en una de ellas es una sensación rarísima. Son preciosas. Aun así, creo que no es el bien más atractivo del hotel. El hecho que el terreno del hotel esté en medio de un lago infinito y que sientas que estás en la mitad de un bosque hace de la estancia una experiencia única. El activo humano es el bien más preciado que tienen con diferencia. Todo el mundo es muy profesional y atento tanto con los clientes como con los compañeros de trabajo. Somos una familia. 

  • ¿Qué tareas realizas actualmente en el Hotel Finn Lough?

Operacionalmente hablando, toco la mayoría de los departamentos. El objetivo del hotel conmigo era que tuviera la capacidad de poder dar soporte a cualquier parte operacional del hotel. En un principio, tenía una falta de identidad. Tenía la sensación que no pertenecía a ningún departamento pero, poco a poco, he ido encontrando mi lugar.

Durante la mañana organizo con el chef los desayunos que son a domicilio en las habitaciones. Al terminar, doy soporte a Front Desk y a Guest Experience con los clientes que hacen check-out. Una vez acabamos, superviso con la gobernanta el trabajo de Housekeeping y preparamos y organizamos la llegada de los clientes que hacen check-in el mismo día.

  • ¿Qué competencias crees que habrás obtenido nuevas o habrás podido reforzar con esta experiencia? 

Yo destacaría el multitasking y la delegación. Las tareas múltiples es una cosa que siempre estará presente en un hotel pequeño y, si mi objetivo profesional son hoteles de este estilo, tengo que seguir adquiriendo experiencia y mejorar en ese aspecto. Finn Lough me está haciendo mejorar mucho en organización y gestión del tiempo y el espacio. Y, aparte de tener voluntad de ayudar, también hay que saber pedir ayuda. Al principio, creía que podía hacer todas las tareas por hacer yo solo, pero me veía desbordado muchas veces. Poco a poco, estoy aprendiendo a pedir ayuda, a contar con mis compañeros y a delegar tareas.

  • ¿Te gusta vivir en un espacio natural como este, y en un país del extranjero? 

¡Me encanta! El único punto negativo que tiene es que dependes completamente de coche. El supermercado más cercano que tenemos está a media hora en coche, por poner un ejemplo. Aun así, la paz y la tranquilidad que se respira me encanta.

Irlanda es increíble también. He tenido la oportunidad de visitar diversos lugares de la costa del norte y el paisaje es de película. Tengo pendientes grandes ciudades como Dublín y Galway y, sobre todo, la costa del oeste. El color verde es protagonista y las costas me recuerdan mucho al País Vasco. En cuanto a la situación del hotel, tenemos la libertad de caminar por el resort y utilizar diferentes espacios como los kayacs y los muelles, y hacer las diferentes rutas que se pueden encontrar.

  • Después de estas experiencias internacionales, ¿recomendarías a tus compañeros y compañeras de la Escuela a hacer prácticas en el extranjero?  

Lo recomiendo totalmente. Los retos te hacen crecer como persona y como profesional e irse fuera del país es un reto. Además, me ha ayudado a valorar más lo que tenemos. Quiero destacar que no hay que subestimar lo que tenemos en casa. El potencial de nuestra industria es muy alta. Somos unos privilegiados de tener todo lo que tenemos, y tenemos que ser conscientes y cuidarlo.