La crisis del Covid-19, una oportunidad para favorecer un turismo más sostenible

Turisme interior

El profesor Francesc Romagosa, Responsable de Investigación de la Escuela, ha publicado el artículo “The COVID-19 crisis: Opportunities for sustainable and proximity tourism” en la prestigiosa revista científica internacional Tourism Geographies, donde hace una reflexión sobre las implicaciones que puede tener esta crisis en relación con la sostenibilidad del sector turístico, así como los cambios y retos a los cuales deberá hacer frente.

14/05/2020

Ante la crisis sanitaria derivada de la pandemia del Covid-19, se están generando una gran cantidad de interrogantes sobre cómo quedará afectado el mundo del turismo y los viajes. El profesor Francesc Romagosa, responsable de investigación de la Escuela de Turismo y Dirección Hotelera, ha publicado un artículo en la prestigiosa revista científica internacional Tourism Geographies haciendo una reflexión sobre los posibles cambios que puede experimentar el sector.

El artículo, titulado “The COVID-19 crisis: Opportunities for sustainable and proximity tourism”, destaca que, a pesar de la gran incertidumbre que hay ahora mismo, es evidente que se producirán cambios relevantes que tendrán una incidencia muy marcada sobre el turismo, al menos tal como lo habíamos conocido hasta hace muy poco: cambios en los patrones de movilidad, de socialización, de consumo en el ocio, en el trabajo, y en otras muchas dimensiones de la vida social. A partir de las evidencias de las cuales se dispone y de las tendencias que el sector turístico ha ido siguiendo durando los últimos tiempos, Romagosa hace una reflexión sobre las implicaciones que puede tener esta crisis en relación a la sostenibilidad del sector, así como los retos a los cuales tendrá que hacer frente.

A menudo se ha argumentado que el sector turístico presenta una elevada resiliencia o capacidad de adaptación y recuperación ante fenómenos catastróficos o inesperados. En esta ocasión, pero, el sector tendrá que pasar un test de estrés muy severo. A pesar de que hay voces que opinan que una vez pasada la sacudida todo podría volver a una cierta normalidad o situación similar a la que había antes de la crisis de la Covid-19, hay quien también plantea que éste podría ser un buen momento para replantear el sector, sobre todo en clave de sostenibilidad.

En este sentido, el artículo apunta posibles direcciones que podría emprender este nuevo turismo que vendrá, entre las cuales se prevé un reforzamiento del turismo de proximidad. Esta previsión se fundamenta por el hecho que los turistas post-crisis, con una mayor conciencia social y ambiental, probablemente opten por viajar a destinos próximos a su lugar de residencia. Estos destinos pueden ser considerados de “menor riesgo” por muchos potenciales turistas, en un contexto de creciente inseguridad e incertidumbre. Pero también destinos considerados más económicos por unos turistas que habrán visto reducido su poder adquisitivo, notablemente afectados por la crisis económica derivada de la sanitaria. A esto hay que añadir el hecho que pueden haber restricciones para los viajes internacionales (de larga distancia), al menos durante un tiempo. En cualquier caso, esta tendencia iría en línea tanto con el favorecimiento de un turismo ambientalmente más sostenible -puesto que disminuirían las emisiones globales- como también desde el punto de vista social -en línea con la idea de decrecimiento que se ha reclamado desde algunos sectores críticos con el aparente crecimiento ilimitado del turismo, que en muchos lugares, como por ejemplo en la ciudad de Barcelona, había llevado a la saturación turística.

El artículo también destaca que ante este futuro incierto, quien aparentemente se encuentra en una posición menos desfavorable son aquellos destinos que tienen una oferta más diversificada, menos dependiente de un determinado mercado, y que a la vez han apostado por criterios cualitativos más que por cuantitativos. En cuanto a las empresas turísticas, todas aquellas que hayan seguido los principios del turismo sostenible, independientemente de su dimensión, son las que se encontrarían mejor posicionadas en el nuevo contexto. Aquí el profesor Romagosa destaca la gran diversidad de micro y pequeñas empresas turísticas arraigadas en el territorio que ofrecen productos ecoturísticos o basados en el patrimonio natural y cultural local, que no contribuyen a la masificación, que aportan experiencias de calidad para los turistas y un alto valor añadido para el territorio.

Desde una perspectiva global, el auge del turismo de proximidad será favorable en los países desarrollados y en las economías emergentes, que es donde se concentra la mayor parte de la demanda turística a escala mundial. Pero la situación no es tan esperanzadora en los países en vías de desarrollo, dado que presentan una elevada dependencia de unos mercados emisores que provienen, mayoritariamente, de los países desarrollados. Así pues, el reto del sector turístico ante la crisis, a escala global, es mayúsculo. Habrá que buscar nuevos equilibrios y aquí entran en juego las políticas de planificación y gestión del turismo que deberán implementarse en las diferentes escalas (local, nacional e internacional), en clave de sostenibilidad y resiliencia, y con las adecuadas fórmulas de gobernanza, que integren los sectores público y privado de forma coordinada.

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