El profesor Roger Calaf interviene en un artículo sobre la cocina durante el confinamiento

Cuina durant el confinament

En el artículo ¿Qué hemos aprendido gastronómicamente del confinamiento?, publicado hace unos días en el diario 'Ara', el profesor de Gastronomía y Enología de la Escuela, Roger Calaf, interviene, junto con varios chefs de renombre como Carme Ruscalleda o Joan Roca, para analizar qué competencias ha adquirido la ciudadanía en el ámbito de la cocina y gastronomía durante los meses de confinamiento por la pandemia de la COVID-19.

02/07/2020

El pasado 26 de junio, el diario "Ara" publicó el artículo ¿Qué hemos aprendido gastronómicamente del confinamiento?, donde se recogen las aportaciones de varias personalidades vinculadas con el mundo de la gastronomía y la cocina dando a conocer su parecer sobre las competencias que había adquirido la población en este ámbito durante el periodo de estancia obligada en el hogar por motivos sanitarios.

Entre las personas consultadas, hay que destacar los prestigiosos chefs como Carme Ruscalleda y Joan Roca, Toni Massanés de la Fundación Alícia, y el profesor en Gastronomía y Enología de la Escuela, Roger Calaf, entre otros.

En esta pieza periodística se menciona que el confinamiento ha propiciado que la población dispusiera de más tiempo para dedicarse a la cocina y a hacer aflorar su talento a la hora de realizar elaboraciones. Ha aprendido nuevas técnicas de preparación de platos y ha podido llevar a la práctica recetas más complejas que requerían más tiempo de cocción. En este sentido, Calaf comenta que la reanudación de la "nueva normalidad" hará que estas nuevas elaboraciones aprendidas ocuparán menos espacio doméstico y se realizarán en espacios festivos. 

También, durante este tiempo en casa, la ciudadanía ha tomado conciencia que desde la cocina se puede luchar contra el cambio climático y el despilfarro alimentario, haciendo previsiones de las compras de víveres a realizar en función del qué se pretende consumir en los próximos días, y adquiriendo productos de proximidad, que generan menos contaminación por su transporte hasta las tiendas. Según Calaf, esta concienciación ambiental viene favorecida por la organización que ha habido en hacer las compras de alimentación, ya que por la pandemia, las salidas al domicilio han sido restringidas, y sólo han sido permitidas para proveerse de alimentos y también "muy probablemente se ha llevado a pensar donde se puede encontrar un mejor producto más barato, cosa que ha repercutido en la lucha contra el despilfarro alimentario", añade.

Las familias han aprendido a comprar y su sensibilización hacia el medio ambiente ha hecho cambiar su percepción sobre los productos de temporada y de proximidad, descubriendo que eran muy buenos, y no era necesario adquirir productos de otras partes lejanas del mundo para disfrutar de alimentos muy sabrosos.

En el artículo se recoge también los hábitos alimentarios de las personas durante el estado de alarma. El docente de la Escuela contempla que ha habido una evolución durante el confinamiento: una primera parte, en que la gente elaboraba postres y panes, y una segunda fase, en que la población iba adquiriendo hábitos más saludables y equilibrados en sus menús diarios. La ciudadanía se ha concienciado de la necesidad de comer sano en beneficio de su propia salud y la de los demás.

Calaf destaca en su intervención el papel de la cocina como espacio de encuentro familiar y social, y considera que hay que "valorar la gastronomía como herramienta de cohesión" a medio y largo plazo.

Podéis leer íntegramente este artículo, en el enlace.