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Universitat Autònoma de Barcelona

Revelan nuevos secretos de la tumba de Imephor, sumo sacerdote egipcio en tiempo de los faraones

26 nov 2021
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La excavación de rescate de un equipo de la UAB en Saqqara ha sacado a la luz nuevos restos de la necrópolis egipcia de Kom el-Khamasin, que han permitido hacer una propuesta inicial de cómo habría sido hace más de 4.000 años la tumba del sumo sacerdote menfita Imephor. Se han identificado más de 400 bloques de piedra, probablemente pertenecientes a dos mastabas o construcciones funerarias, 50 de los cuales con fragmentos importantes de inscripciones y relieves sobre el sacerdote egipcio. En la mastaba de Imephor se ha descubierto un depósito de fundación completo e intacto, que se habrían colocado en los cimientos del edificio para conferirle protección divina.

Revelen nous secrets de la tomba del sacerdot egipci Imephor

Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y del Servicio de Antigüedades de Egipto realizaron la pasada primavera una primera excavación sistemática del yacimiento de Kom el-Khamasin, una pequeña necrópolis faraónica, en la que fue una acción arqueológica de rescate para evitar los saqueos que ha sufrido en varias ocasiones. Situada en el suroeste del área arqueológica de Saqqara, Kom el-Khamasin fue lugar de entierro de personajes significativos del Reino Antiguo y del Primer Periodo Intermedio de la historia egipcia (2400-2050 a. C.). El más conocido de ellos es Imephor Impy Nikauptah, sumo sacerdote del dios Ptah, la divinidad principal de Menfis, capital del país en aquel tiempo.

Los resultados de los trabajos arqueológicos los han explicado en el Auditorio de la UAB Josep Cervelló, profesor de Egiptología del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media e investigador del Instituto de Estudios del Próximo Oriente Antiguo (IPEOA) de la Universidad y director de la misión, y su equipo en un acto público que ha tenido lugar el 25 de noviembre, presidido por el rector de la Universidad, Javier Lafuente.

Dos mastabas y un conjunto ritual funerario

La intervención arqueológica ha permitido recuperar 435 bloques de piedra calcárea, 50 de ellos con importantes fragmentos de inscripciones y relieves, que habrían formado parte de dos edificios funerarios, probablemente dos mastabas, de unos 10 metros de lado y 3 de altura, uno de los cuales sería el lugar de entierro de Imephor. Y también hacer un descubrimiento cualificado de extraordinaria por los investigadores: un depósito de fundación completo e intacto, formado por 60 jarras pequeñas de cerámica que conservan sus tapas y su contenido, que se analizará próximamente, dos platos pequeños de alabastro y cinco molas de piedra, datado de la época del sumo sacerdote. Este conjunto ritual de objetos habría sido enterrado en los cimientos del edificio para conferirle protección eterna.

Nuevos secretos de la tumba del sacerdote egipcio Imephor

Piedra calcárea y granito: una propuesta inicial de reconstrucción

De la mastaba de Imephor se han podido documentar los cortes en los que se asentaron los cimientos y la primera fila de los muros. Además, de entre los bloques de piedra calcárea recuperados hay un grupo que conformó el techo a dos aguas y las paredes de la que fue la cámara funeraria subterránea de la tumba de Imephor. Inscritos con su nombre y títulos y con otros textos propios del repertorio funerario del momento, como la lista de aceites sagrados, fueron arrancados de su ubicación original por los saqueadores modernos del yacimiento, y arrastrados y abandonados en el norte del yacimiento. Ahora, junto con la documentación de otros bloques del mismo edificio que se vendieron de manera ilegal en el mercado de antigüedades y posteriormente recuperados en parte y documentados, han permitido a los investigadores hacer una propuesta inicial de reconstrucción de la cámara funeraria completa del sacerdote.

“Esta reconstrucción se sumará a la que también estamos haciendo de la mastaba y su depósito de fundación, de manera que se puede tener una idea bastante aproximada de aquello que puede haber sido la tumba original de Imephor en su conjunto”, ha explicado el investigador de la UAB.

Además, de la misma construcción se han recuperado un centenar de bloques de granito de lo que pudo ser un sarcófago o elementos arquitectónicos, como dinteles o jambas, que los saqueadores habrían reducido a fragmentos también con fines de lucro ilegal, a pesar de que, al menos de momento, no han sido detectados en el mercado de antigüedades.

“El granito es un material constructivo reservado en exclusiva a la realeza y a la élite cortesana, lo que nos da una idea de la capacidad de captación de riqueza que este personaje tenía todavía en pleno Primer Periodo Intermedio y de su estatus en la corte menfita del momento”, ha señalado Josep Cervelló.

Los hallazgos permitirán profundizar en el conocimiento del yacimiento y del periodo histórico en el que estuvo en uso. “Quizás nos podrían ayudar a entender los motivos por los que algunos miembros de la corte menfita fueron enterrados lejos, en el desierto, coincidiendo con la primera crisis política del estado egipcio”, apunta Cervelló. Además, permitirán proyectar y preparar la campaña del próximo año para acabar de documentar y completar la excavación.

El desconocido protagonista de la segunda mastaba

La segunda mastaba identificada habría acogido la tumba de un personaje de finales del Reino Antiguo, a juzgar por otra serie de inscripciones y relieves que se han recuperado. “A este personaje, sin embargo, no le podemos atribuir todavía ningún nombre, si bien las inscripciones contienen varios nombres propios”, señala Cervelló. Algunos de los fragmentos recuperados que podrían proceder de su tumba son de gran calidad y forman parte de escenas funerarias conocidas, como la de la caza y la pesca de un noble en las marismas.

Evidencias de Kom el-Khamasin como lugar de y abastecimiento

Kom el-Khamasin estuvo en uso también durante el Reino Medio, pero no ya como necrópolis, sino como lugar de y abastecimiento. En efecto, en la excavación de rescate se han encontrado numerosos fragmentos de grandes ánforas para almacenamiento de agua, la tipología de las cuales es característica del Reino Medio (2050-1750 a. C.). Además, en algunos de los grandes bloques de piedra calcárea que revestían el exterior de las mastabas, se han documentado grafitos cortados por diferentes manos, con mayor o menor pericia, en escritura jeroglífica o más cursiva, incluso hierática, muchos de los cuales reproducen nombres propios característicos del Reino Medio o de cronología más amplia, pero en uso también durante esta etapa. Serían, quizás, los nombres de viajeros que frecuentaban el desierto en este tiempo y que pasaban por el lugar para descansar a la sombra de los edificios que había y proveerse de agua, apuntan los arqueólogos.

La intervención de rescate en Saqqara del equipo de investigación de la UAB ha contado con el apoyo de numerosas personas, que han participado a través de una campaña de microdonaciones en el marco del programa de mecenazgo de proyectos de investigación de la Universidad.

El proyecto Kom el-Khamaseen, Misión Hispano-Egípcia en Saqqara Suroeste está organizado por el IEPOA-UAB y el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, y cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Deportes, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica, de la Fundación Palarq y de la empresa Image Tours.

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