"El Mentor es una oportunidad para conocer otros países y culturas"
El programa Mentor pretende facilitar la estancia de los estudiantes internacionales en la UAB ofreciendo el apoyo de estudiantes locales a estudiantes de otros países para contribuir a su integración. Para conocer el programa desde dentro, nos hemos reunido con Laia, Selma, Marina, Sasha y Martí.
¿Cómo conocisteis el programa Mentor?
Laia: El año pasado estuve de Erasmus en Suecia y el coordinador de Erasmus de mi facultad, Ciencias, me envió un correo con información acerca de Mentor. Como yo no quería perder el contacto internacional, me animé a probar.
Selma: A mí también me llegó un email por haber estado de intercambio.
Marina: Mi caso es diferente. Cuando ingresé como nueva estudiante de la UAB me recorrí el campus e intenté enterarme de todo lo que había y qué tipo de actividades se hacían. Entre todo lo que encontré, el programa Mentor fue una de las cosas a las que decidí apuntarme. Como uno de los requisitos para participar es que no puedes estar cursando primero, tuve que esperar un año, pero finalmente pude inscribirme en segundo.
Sasha: Yo me enteré gracias al boca en boca y a los carteles que había colgados en la Universidad. Me pareció interesante para conocer gente de otros países y poder ayudarles. Como me estoy pensando el hecho de hacer un Erasmus, quería ver cómo funcionaba.
Martí: Yo volví de mi Erasmus en Portugal y me enteré gracias a los carteles que había colgados por mi facultad.
¿Hay entonces una relación directa entre haber experimentado un intercambio o Erasmus y querer seguir participando de actividades con internacionales como el Mentor?
Sí, realmente casi todos los mentor o ya hemos realizado algún tipo de intercambio o tenemos expectativas de llegar a hacerlo. Sirve para no perder la dinámica de la multiculturalidad o como un primer contacto.
Los que habéis hecho un Erasmus, ¿encontrasteis en vuestro país de acogida algún programa de este tipo?
Laia: Sí. Mucha gente ya se va de Erasmus sabiendo que este tipo de programas existe. En mi caso, yo no estaba enterada, pero una vez estás, allí te informan. En otros países, sin embargo, lo lleva más el ESN (Erasmus Student Network), una asociación de alumnos que se dedica a organizar fiestas, actividades... El objetivo era diferente al del mentor: sí que te ayudan, pero no tanto desde el punto de vista académico, sino que encuentras un amigo o un compañero de fiesta.
Selma: Durante mi Erasmus en Glasgow yo también tuve unabuddy, lo que sería el equivalente a mentor.Me fue muy útil su ayuda, sobre todo los primeros días para conocer el campus. Sin embargo, la diferencia con el mentor es que la persona que te asignaban no era de tu misma facultad, y por lo tanto no había apenas contacto más allá de los primeros días. Supongo que al haberme sido tan útil en Glasgow, quise probarlo en Barcelona como local.
Martí: En Portugal también había programa buddy y lo llevaba el ESN. A mí no me lo dieron, por desgracia, y pensé que aquí en la UAB hacía falta algo así.
¿Es vuestra primera experiencia como mentor o ya lo habíais probado algún otro semestre?
Martí: Yo ya formé parte del programa Mentor el año pasado y este también lo haré completo.
Laia: Yo, al igual que el resto de mis compañeras, me apunté el semestre pasado y ahora estoy repitiendo.
¿Cómo fue la experiencia en el primer semestre? ¿Cómo funciona en sí el programa? ¿Cuál es el día a día de un mentor?
Selma: Al principio del semestre, durante las primeras semanas sobre todo, hay muchas actividades organizadas. A partir de allí ya viene siendo según tu propia iniciativa. Puedes intentar formar parte del día a día de tus estudiantes asignados proponiendo planes o ser simplemente una persona de referencia a la que puedan acudir ante cualquier tipo de pregunta.
Sasha: Depende del caso particular, pero según mi experiencia personal lo suelen utilizar más para preguntas concretas, como apuntes o clases. Yo he intentado organizar salidas con ellos pero es difícil porque cada uno va haciendo su círculo de amigos.
Martí: Más que nada, somos un punto de apoyo durante las primeras semanas, aunque también hay casos de estudiantes de intercambio que se hacen más contigo.
Entonces, ¿creéis que es la función principal del programa Mentor es más bien resolver dudas burocráticas e institucionales o nacen también relaciones humanas?
Marina: Depende mucho del grupo que te toque. Yo he tenido un grupo durante el primer semestre que cuajaron mucho y aún van juntos a muchos lugares. Hay otros que, sin embargo, van por su cuenta, porque viven en sitios alejados y se mueven en otros círculos.
Selma: En mi caso, solo tenía que contestar correos al principio. Era la persona a la que acudían también cuando había una urgencia, como cambios de fechas de exámenes o vuelos. No ha ido más allá de eso.
Martí: Incluso entre nosotros mismos, los locales, a veces intentamos hacer quedadas pero al final casi nunca resulta por la variedad de horarios que tenemos.
¿Ser mentor requiere de una gran inversión de tiempo o se puede compaginar bien con el ritmo académico?
Martí: Al principio, responder emails no supone nada. El esfuerzo viene después, tienes que buscar tiempo para ir a las actividades del Tàndem u otras excursiones. No es nada exagerado, solo tienes que intentar mantener el contacto.
Una vez ya en el programa Mentor, ¿habéis probado otras actividades de proporciona el campus, como el Tàndem?
Selma: Antes de comenzar con el programa Mentor no tenía ni idea de que existían cosas como el Tàndem. Me empecé a enterar de que había este tipo de actividades con estudiantes internacionales y al principio comencé a ir, pero después no pude seguir por falta de tiempo y exámenes.
Sasha: Yo también estaba interesada en comenzar con el Tàndem, pero al ser por la tarde me va mal el horario.
Martí: Vamos menos de los que nos gustaría, pero es muy interesante.
¿Recomendaríais la experiencia Mentor al resto de la comunidad de la UAB?
Marina: Sin duda, además creo que la gente no está lo suficientemente enterada de que existen cosas así. Yo lo intento difundir entre mis amistades y se han apuntado.
Es una experiencia muy gratificante y merece la pena. Además, la relación con los estudiantes no tiene por qué terminar ahí, sino que siempre podéis seguir visitándoos y eso es una oportunidad para conocer otros países y culturas.