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Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB)

La vulnerabilidad de las conchas marinas a la acidificación oceánica no depende únicamente de su composición mineral

22 may 2025
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La resistencia o vulnerabilidad de las conchas de los organismos marinos a la acidificación oceánica no depende solo del tipo de mineral del que están formadas, como se creía hasta ahora, sino también de factores como su microestructura y contenido orgánico. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por el ICTA-UAB, que obliga a poner en cuestión los modelos científicos actuales.

PATRIZIA ZIVERI ICTA-UAB VULNERABILITAT

La acidificación oceánica —provocada por el aumento del CO₂ atmosférico— se ha convertido en una amenaza crítica para la vida marina, especialmente para los organismos que construyen conchas de carbonato cálcico. Durante años se ha asumido ampliamente que los organismos con conchas de aragonito (una forma más soluble de carbonato cálcico, CaCO₃) son más vulnerables que aquellos con conchas de calcita (una forma menos soluble).

Sin embargo, esta suposición se basaba en el comportamiento de monocristales sintéticos producidos en experimentos de precipitación inorgánica. Por el contrario, las conchas de carbonato cálcico son estructuras altamente complejas que contienen material orgánico además de minerales. Un nuevo estudio revela una realidad mucho más compleja, que desafía estas suposiciones simplificadas basadas en monocristales sintéticos.

La investigación sostiene que la vulnerabilidad de estos organismos no puede predecirse únicamente por el tipo de mineral de sus conchas. En su lugar, otros factores —como la microestructura de la concha y su contenido orgánico— también son clave para entender cómo responden estas estructuras a condiciones de subsaturación y corrosivas.

“Tenemos una idea generalizada sobre el impacto de la acidificación oceánica en las conchas marinas, pero no basta con saber si están hechas de aragonito o de calcita. También importa cómo están construidas”, explica Gerald Langer, investigador del ICTA-UAB y autor principal del estudio. La forma en que los organismos construyen sus conchas —incluyendo la estructura interna y la materia orgánica— varía entre especies y puede influir significativamente en su resistencia a un océano más ácido.

Los experimentos analizados por el equipo incluyen ejemplos en los que estructuras hechas del mismo mineral muestran comportamientos de disolución muy distintos, dependiendo de su diseño interno o de la presencia de recubrimientos orgánicos. Un caso paradigmático es el de los cocolitóforos, cuya misma especie presenta conchas más o menos resistentes según la fase del ciclo de vida en la que se encuentre, a pesar de que todas las fases usan el mismo tipo de carbonato cálcico.

Este hallazgo tiene importantes implicaciones para las políticas de conservación y los modelos científicos que predicen los impactos del cambio climático en la biodiversidad marina. Muchos de estos modelos utilizan el tipo de mineral como un indicador directo de vulnerabilidad, una práctica que, según este nuevo trabajo, debería ser revisada en profundidad.

“Este estudio cuestiona uno de los fundamentos de las evaluaciones científicas relevantes utilizadas por organismos internacionales, al demostrar que la mineralogía por sí sola no predice la resiliencia de las especies calcificadoras en océanos acidificados”, afirma Patrizia Ziveri, profesora de investigación en el ICTA-UAB y coautora del estudio. “A medida que los océanos continúan acidificándose, mejorar nuestra comprensión de qué especies están más en riesgo es esencial para diseñar estrategias de protección eficaces”, añade Ziveri.

https://aslopubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/lol2.70020

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