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Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB)

La relación entre olas de calor, contaminación y salud mental, a estudio

01 mar 2023
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Analizar la relación existente entre el incremento de la temperatura y los niveles de contaminación atmosférica con el empeoramiento de la salud mental de la ciudadanía. Éste es el objetivo principal de un proyecto de investigación en el que participa el ICTA-UAB y que ha recibido una de las siete subvenciones otorgadas por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación “la Caixa” en la convocatoria extraordinaria enmarcada en el Plan Barcelona Ciencia 2020-2023.

AMBIENTAMENT LA CAIXA AJUNTAMENT BARCELONA ICTA-UAB

Los siete proyectos, subvencionados con un total de 1 millón de euros, han sido escogidos de entre 59 propuestas presentadas, y se centran en una de las dos temáticas que se propusieron para esta convocatoria: el envejecimiento y la calidad de vida, o bien la movilidad y el respeto a la protección del medio ambiente.

 El proyecto “Impacto de la temperatura y la contaminación en la salud mental (AmbientaMENT)”, en el que participan las investigadoras del ICTA-UAB Margarita Triguero Mas e Isabelle Anguelovski, pretende explorar los efectos de la temperatura y la contaminación del aire en la salud mental de la población de Barcelona y su área metropolitana.

 Las exposiciones ambientales pueden afectar a la vida de las personas de forma sustancial. En particular, las olas de calor y los picos en contaminación del aire se han asociado con mayor mortalidad y más hospitalizaciones, y con un empeoramiento de la calidad de vida. En la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, estos dos tipos de exposición afectan de forma diferente a los barrios tanto por sus características geográficas (barrios más cerca del mar tienen una temperatura más baja durante el día) como por características sociodemográficas (personas mayores, personas en situación de pobreza energética, personas viviendo en barrio con pocos espacios verdes, personas con bajo nivel de educación). La temperatura y la contaminación del aire se han asociado también con una peor salud mental, fundamental por una buena calidad de vida. Temperaturas y concentraciones de contaminantes más altas evidencian mayor depresión, ansiedad y suicidios.

 La propuesta, que ha recibido cerca de 150.000 euros en la categoría de “Envejecimiento y calidad de vida”, quiere entender la carga mental derivada del medio ambiente, la salud y sus impactos diferenciales por barrio, teniendo en cuenta ejes de desigualdades sociales tales como el género, la edad, el lugar de nacimiento y el nivel socioeconómico. Para entender esta relación, realizarán un estudio cuantitativo novedoso y avanzado con el que vincularán datos ambientales con datos de salud mental de tres tipos (diagnósticos, fármacos registrados en atención primaria y bajas laborales), y un estudio cualitativo que ayudará a explicar las diferencias por ejes de desigualdad y fortalecer el impacto social.

Una parte relevante del proyecto será la diseminación, por eso publicarán abiertamente un mapa de riesgo con los resultados donde la ciudadanía, los responsables políticos y la comunidad científica podrán visualizar interactivamente y de forma sencilla los resultados del proyecto.

 El estudio está liderado por el Instituto Universitario para la investigación en la Atención Primaria de Salud Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol) y cuenta con la colaboración del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el ICTA-UAB a través de Barcelona Lab for Urban Environmental Justice and Sustainability (BCNUEJ).

 El resto de los proyectos subvencionados son: El agua potable en Barcelona (BWater); Movilidad y accesibilidad de personas con discapacidad visual (BCNMob); Personas mayores con dependencia funcional y cuidadoras (DEPCURA-BCN) en el que participa la Fundación Salud y Envejecimiento de la UAB; Detener ALD; Efectos de la contaminación atmosférica en el envejecimiento celular, e Impacto de la ZBE sobre la incidencia de arritmias cardíacas.

Los equipos investigadores disponen de 18 meses para desarrollar sus proyectos. Cuatro de estos proyectos están liderados por una universidad y tres por un centro de investigación. Por lo que respecta al perfil del personal investigador de los proyectos subvencionados, en el 71% de los casos la investigadora principal del equipo es una mujer. Por otra parte, en el caso de la composición del resto de miembros de los equipos de investigadores de los proyectos participantes, los hombres representan un 64%.

 

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