La pesca mediterránea española capea el temporal de la crisis del COVID 19

El sector de la pesca mediterrànea española ha logrado resistir el impacto de la crisis económica generada por el COVID19 gracias al mantenimiento del consumo domiciliario. Así se pone de manifiesto en un informe publicado por la Fundació ENT en el que ha participado el investigador del ICTA-UAB Miquel Ortega Cerdà.

El informe  “Seguimiento de la crisis del COVID en la pesca mediterránea española. Un sector que capea la crisis” pone de manifiesto que durante los diez primeros meses del año 2020, el sector pesquero mediterráneo no ha sido ajeno a la crisis del COVID19. La mayor parte de la disminución de los ingresos se produjo en los primeros meses de la crisis (marzo-junio), coincidiendo con las dificultades operativas que forzaron la parada temporal de parte de la flota pesquera. Posteriormente, con datos hasta finales de octubre, la caída de ingresos fue más moderada. La facturación agregada en el periodo enero-octubre disminuyó un 14,6% respecto a la facturación media del mismo periodo para los años 2017-2019, mientras que para los meses de julio-octubre (últimos datos disponibles) la disminución fue de un 7,6%.

Pese a la disminución de la actividad pesquera en las primeras semanas de la crisis y las interrupciones temporales del canal HORECA, el consumo domiciliario evitó un desplome en la demanda y permitió una disminución en la facturación ligeramente inferior a la media del conjunto de la economía española.


 Índice de cifra de negocios empresarial (enero-septiembre 2020)

Fuente: Elaboración propia a partir del Índice sectorial de cifra de negocios empresarial, INE y la facturación mensual del sector pesquero mediterráneo facilitado por las respectives Comunidades Autónomas.

 

Existen diferencias significativas entre artes de pesca que deben ser estudiadas en detalle en un futuro para comprender mejor la resiliencia de los diversos segmentos de la flota. Las evaluaciones previas apuntan un mejor comportamiento de la facturación en la pesca de artes menores e impactos mayores en arrastre y cerco. Igualmente, los datos de facturación señalan que se produjeron diferencias geográficas importantes.

Por otra parte, los costes disminuyeron gracias a la bajada del precio del petróleo, el ajuste de la presión pesquera y el despliegue de ayudas públicas. Los principales factores de disminución de costes fueron los siguientes:

• El precio medio del gasóleo B en el periodo enero- octubre disminuyó un 11% respecto al valor medio 2017-2019. Una vez finalizada la primera fase de la pandemia, entre julio y octubre, el precio contiuó por debajo de los valores de referencia. Esta bajada es especialmente relevante para el sector del arrastre.
   
• Los días que las embarcaciones se quedaron en puerto debido al COVID19 supusieron una disminución en los costes operativos, eliminando el coste del petróleo, y reduciendo otros gastos como aprovisionamientos, cebos, repuestos, etc.
   
• Disminuyeron los costes salariales gracias a las ayudas públicas desplegadas para cubrir los costes de personal (ERTEs y apoyos a las paradas extraordinarias debido al COVID19) los días que cesó la actividad pesquera.
   
• La disminución del coste del petróleo y de los costes laborales supuso, en una primera estimación, una reducción total de costes ligeramente por encima del 10% respecto a los gastos que se tuvieron en el mismo período el año 2018 en el segmento del arrastre, y ligeramente por encima del 5% en el caso del cerco.
• En 2020 también aumentaron los importes subvencionables durante los periodos de veda en algunas comunidades, ajustando más el periodo subvencionado al realmente ejecutado.
   
• Por otra parte, todas las comunidades autónomas destinaron más recursos públicos a apoyar al sector mediante un mix de ayudas. Los usos fueron sido muy diversos, por ejemplo en el marco de la seguridad y la salud se establecieron ayudas directas para compensar los costes extraordinarios producidos por la COVID19 y/o compras directas por parte de la administración.
   
• Igualmente, en casi la totalidad de comunidades autónomas se subvencionó con ayudas extraordinarias el funcionamiento de las lonjas para compensar la disminución de la facturación a través de la que se financian.
   
• De igual manera, en la práctica totalidad se intensificaron las campañas de compra de productos alimentarios de proximidad, además de las ayudas de tipo generalista para cubrir necesidades financieras.
   
• Finalmente, en algunas comunidades autónomas se redujeron o exonerado las tasas portuarias.