Accede al contenido principal
Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB)

El ICTA-UAB analiza la presencia de CO2 en las escuelas refugios climáticos de Barcelona

13 abr 2021
Compartir por WhatsApp Compartir por e-mail

El ICTA-UAB es una de las tres instituciones que participan como socias científicas en el proyecto Refugios Climáticos, una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona que ha convertido 11 escuelas de la ciudad en espacios adaptados a los efectos del cambio climático como las olas de calor. Se han transformado los patios introduciendo vegetación, espacios de sombra y puntos de agua.

ESCOLES REFUGI CLIMATIC BARCELONA ICTA-UAB

El alumnado y el profesorado de las escuelas ya han podido disfrutar de estos espacios y se prevé que la ciudad los pueda utilizar durante el verano. El ICTA-UAB, la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal) hacen un seguimiento antes, durante y después de la intervención para evaluar el impacto en la salud y en el entorno de la comunidad educativa de la medida

El proyecto de Refugios Climáticos "Adaptar escuelas al cambio climático a través del verde, el azul y el gris", financiado en un 80% por el programa Urban Innovative Action de la Comisión Europea, comenzó hace casi dos años. El pasado mes de octubre terminó la intervención en las escuelas.

Ahora es el momento que evaluar si estas intervenciones son realmente las esperadas y si tienen un impacto positivo en la salud y el entorno ambiental de las escuelas.

El ICTA-UAB participa en el proyecto tomando medidas del dióxido de carbono (CO2) que se acumula en el interior de las aulas, en los entornos de las escuelas y en los entornos más amplios como los distritos.

A través de instrumentos de medida, se evalúan los cambios en el CO2 en función de la temperatura, el espacio, la presencia de plantas o no que hacen la fotosíntesis, espacios de sombra, la humedad, etc... Todo ello, a partir de experimentaciones con el alumnado al que se enseña a tomar las medidas y evaluar los cambios que las intervenciones han provocado en su entorno vital.

Por ejemplo, el alumnado comprueba por sí mismo cómo varía el CO2 en el aula tomando una medida inicial y viendo cómo, al cabo de un rato, se notan más cansados ​​y dormidos, lo que no se debe a los contenidos de la clase, sino a que, con el espacio cerrado, el CO2 ha aumentado mucho, provocando esa sensación de sueño.

Todo esto les sirve para ver la importancia de, por ejemplo, disponer de una buena ventilación cruzada que les permita renovar el aire, aunque sea abriendo cinco minutos de vez en cuando.

Alrededor de la escuela y del distrito, también se analiza el CO2 tomando medidas con un coche equipado con los instrumentos de medida que va analizando el entorno más cercano y más lejano de la escuela. Con estos datos se trabajará un mapa de la distribución del CO2 alrededor de las escuelas.

 

Dentro de