Crucero de investigación sobre acidificación oceánica y microplásticos en el Pacífico Norte
Un equipo internacional de científicos, entre los que se encontraba la profesora de investigación ICREA en el ICTA-UAB, Patrizia Ziveri, realizó durante un mes un crucero de investigación desde Hawai a Alaska a bordo del R/V Kilo Moana de la Universidad de Hawai.
Durante el crucero muestrearon diferentes lugares desde giros subtropicales hasta aguas subpolares, realizando experimentos en sedimentos y agua en diferentes profundidades oceánicas. La elección de esta ruta se debe a que en ella se encuentran las aguas más ácidas de los océanos del mundo.
En particular, los miembros de los grupos a cargo de los estudios de plancton calcificado fueron la Dra. Patrizia Ziveri (ICTA-UAB) y el Dr. James Rae (Universidad de Sant Andrews). A medida que determinados plancton, llamados pterópodos, mueren y se hunden en el fondo del océano, se convierten en parte del sedimento. Sin embargo, con un océano más ácido, las conchas se disuelven antes de llegar al fondo del océano. El análisis de estos datos a lo largo de la ruta del crucero les brindó la oportunidad de caracterizar una gran parte del océano.
El Dr. Ziveri también recolectó muestras para caracterizar la distribución de residuos plásticos y micro plásticos en este transecto que cruza el "Parche de basura del Pacífico". Ésta es una de las áreas de mar abierto más contaminadas con respecto a la contaminación plástica. El equipo también se propuso comprender el destino del plástico en el océano muestreando profundidades diferentes de agua y sedimentos profundos.
Específicamente, el equipo, dirigido por el Dr. Will Berelson de la Universidad del Sur de California (USC) y el Dr. Jess Adkins del Instituto de Tecnología de California (CalTech), estudió cómo el océano profundo neutraliza el incremento de dióxido de carbono (CO2) usando el carbonato de calcio. A medida que el océano absorbe mayores cantidades de CO2 de la atmósfera, provoca un cambio fundamental en la química del océano. Uno de esos cambios es que el océano utiliza el carbonato de calcio para absorber CO2, esencialmente disolviendo el mineral y dejando menos moléculas de carbonato de calcio disponibles para que los organismos marinos, como el coral, el plancton y los mariscos, construyan sus conchas.
El equipo de investigación realizó experimentos sobre la velocidad a la que el carbonato de calcio se disuelve con variables específicas de ubicación, como la temperatura del agua, la salinidad, los nutrientes y la profundidad, y también recolectó muestras de sedimentos y plancton.