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03/2014

Un programa psicoeducativo reduce el burnout entre el personal sanitario

Investigadores de la UAB y del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria IDIAP Jordi Gol han demostrado que un programa psicoeducativo basado en Mindfulness -una técnica innovadora que mejora la autoconsciencia y la capacidad de autorregulación emocional- es positivo para prevenir y reducir el síndrome del trabajador quemado entre el personal sanitario. Las mejoras son efectivas a largo plazo, fortalecen las relaciones con el paciente e inducen cambios positivos en el autocuidado.

El síndrome del trabajador quemado o burnout es un tipo de estrés muy prevalente entre los profesionales del ámbito sanitario. Es una combinación de agotamiento emocional, falta de empatía y bajo sentido del logro profesional, con efectos negativos importantes para la vida profesional y personal de quien lo sufre.
 
Aunque se ha estudiado su magnitud, son pocas las referencias sobre cómo reducir o prevenir este riesgo laboral. Por ello, un equipo de investigadores de la Unidad de Psicología Básica de la UAB y del IDIAP Jordi Gol, coordinado por la profesora de la UAB Jenny Moix, decidió aplicar la meditación de consciencia plena (Mindfulness) para comprobar sus efectos y evaluar su eficacia a largo plazo. La investigación se llevó a cabo como parte de la tesis doctoral realizada por Andrés Martín-Asuero y dirigida por la profesora Moix.
 
"El Mindfulness es una forma especial de prestar atención de forma consciente a nuestras sensaciones y pensamientos, centrada en el presente y de una manera no crítica con la realidad. Podemos traducirla como meditación de consciencia plena. Este tipo de conciencia es el núcleo del programa Mindfulness-based stress reduction(MBSR) -Reducción del estrés mediante conciencia plena-, un entrenamiento desarrollado en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts. El programa incluye prácticas de relajación, meditación contemplativa y yoga suave, además de elementos tradicionales de un curso de formación laboral, como la autorreflexión sobre la práctica profesional, los conocimientos sobre el burnout y las mejores formas de remediarlo", explica Jenny Moix.
 
En el estudio participaron 87 profesionales de servicios de Atención Primaria -un 89% mujeres y 47 años de media-. El 55% era personal médico, el 39% de enfermería y el 6% profesionales de trabajo social y psicología. La muestra era representativa del colectivo de profesionales de la salud en lo que se refiere niveles de burnout.
 
El programa se realizó en dos fases, comenzando con curso intensivo de introducción al Mindfulness con 8 sesiones semanales y un total de 28 horas, seguido de un plan de mantenimiento de una sesión mensual de 2,5 horas durante 10 meses. Además, se animaba a los profesionales a que se fijaran en algunos aspectos de su experiencia diaria, como identificar sus emociones, reacciones y sentimientos en distintos momentos del día. Los profesionales completaron más de 50 horas de entrenamiento presenciales durante un año y realizaron muchas más horas de práctica de este tipo de meditación en sus casas y en el trabajo. El programa registró evaluaciones muy positivas por parte de los participantes y más del 90% de los inscritos lo acabaron, a pesar de que era voluntario y fuera de su horario laboral.
 
"Al finalizar el programa observamos una mejora relevante y estadísticamente significativa en todos los aspectos estudiados. El 70% se sentía mejor y percibía una menor alteración emocional, un 66% con más energía y un 48% había mejorado su grado de actividad. Hallamos también una reducción del burnout y un incremento de la empatía hacia los pacientes. Además, más del 90% había implementado cambios en su vida orientados al autocuidado", explica Andrés Martín-Asuero.
 
Los investigadores también observaron que el entrenamiento había promovido actitudes muy positivas a nivel profesional, como fortalecer las relaciones con el paciente y una mejor regulación emocional. El 94% de los participantes atribuyó a la práctica del Mindfulness una mayor atención y un cambio en sus pensamientos, sentimientos o reacciones.
 
Las mejoras se mantuvieron a los 12 meses de iniciar el programa, lo que indica que los participantes incorporaron las habilidades aprendidas a su vida diaria. De hecho, casi el 90% afirmó practicar algún tipo de meditación con frecuencia, principalmente la atención en la respiración.
 
"Aunque todavía queda mucho por investigar sobre este tipo de programa psicoeducativo para aumentar su efectividad y aportar nuevos datos para crear un marco conceptual, nuestros resultados indican la conveniencia de aplicarlo en el marco de la formación continua para reducir o prevenir el burnout, tanto en los profesionales de la salud como en otros profesionales afectados por este síndrome", concluye Jenny Moix.

Jenny Moix

Referencias

Martín-Asuero, Andrés; Rodríguez-Blanco, Teresa; Pujol-Ribera, Enriqueta; Berenguera, Anna; Moix, Jenny. Evaluación de la efectividad de un programa de mindfulness en profesionales de atención primaria.Gaceta Sanitaria 27(6): 521-528. 2013.

 
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