¿Somos igual de sensibles a las radiaciones médicas?

La radiación médica de pruebas como la tomografía computarizada, aunque sea en dosis bajas, puede dañar el ADN de las células. Este estudio revela que no todas las células reaccionan igual ante diferentes dosis de radiación: algunas son más radiosensibles y otras más radiorresistentes. Si el estudio se extrapola a las personas, los resultados indican que quizá sería necesario adaptar las pruebas médicas a las características individuales de cada paciente.
La radiación médica, como la que recibimos durante una tomografía computarizada (TC o TAC), forma parte de nuestro día a día, aunque a menudo no seamos conscientes de sus posibles efectos a largo plazo. Cuando nos sometemos a una TC, recibimos una dosis de radiación ionizante que, aunque se considera baja (menos de 100 mGy), es más alta que la de otras pruebas diagnósticas. Esta radiación puede dañar el ADN de las células, provocando roturas e inestabilidad genómica. Si este daño no se repara correctamente, podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer con el tiempo. Pero, ¿todos reaccionamos igual ante estas dosis bajas de radiación?
Para analizarlo, llevamos a cabo un estudio con dos líneas celulares humanas: una más radiosensible (RS) y otra más radiorresistente (RR). Las expusimos a una dosis baja de radiación (20 mGy), similar a la que recibiríamos en una TC, y a una dosis media de control (500 mGy), para observar cómo reaccionaban. Nos fijamos en distintos parámetros: si las células sufrían daños en el ADN, si eran capaces de repararlos, si seguían vivas o morían, si se dividían con normalidad, y también en los cambios en la expresión de sus genes. Y lo que observamos nos sorprendió.
Ante la dosis baja, las células RS mostraron más daño en el ADN, mayor actividad de división celular y también un aumento de la muerte celular por apoptosis. En cambio, las células RR apenas se vieron afectadas. Curiosamente, estas últimas expresaban en mayor cantidad una molécula antioxidante llamada HMOX1, que parece actuar como un mecanismo protector. Esta respuesta celular podría ayudarles a neutralizar los efectos de la radiación.
Cuando repetimos el experimento con una dosis más alta (500 mGy), ambas líneas celulares se vieron afectadas, pero de manera diferente. Las células RS presentaron más roturas en el material genético, redujeron su capacidad de proliferar y murieron más que las RR, que resistieron mejor los efectos de la irradiación. Además, la respuesta antioxidante y de reparación fue mucho más eficaz en las células RR.
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes. Si se confirma en estudios posteriores que la respuesta celular puede extrapolarse a individuos, eso significaría que no todas las personas responden igual a la radiación médica, incluso cuando se trata de dosis muy bajas. La genética podría desempeñar un papel clave en cómo nuestro cuerpo afronta la radiación. Si las personas con mayor radiosensibilidad son más vulnerables a sus efectos —aunque la dosis sea baja, como la de una TC—, quizá sería necesario adaptar las pruebas médicas a las características individuales de cada paciente. Además, esto abre la puerta al desarrollo de estrategias de protección más precisas y personalizadas para disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer después de la exposición a radiación.
Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología
Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Palma-Rojo, E. et al. (2024). Differential biological effect of low doses of ionizing radiation depending on the radiosensitivity in a cell line model. International Journal of Radiation Biology, 100:11, 1527–1540. https://doi.org/10.1080/09553002.2024.2400514