¿Puede la peatonalización causar gentrificación?

La planificación urbana contemporánea fomenta la movilidad peatonal y ciclista en las ciudades. A pesar de sus beneficios ambientales, sociales y sobre la salud, un estudio del Departamento de Geografía de la UAB demuestra que las peatonalizaciones pueden transformar la composición social del barrio, atrayendo vecinos con mayor poder adquisitivo.
La transformación de las ciudades para fomentar la movilidad peatonal y ciclista se ha convertido en un eje central de la planificación urbana contemporánea. La peatonalización de calles y plazas es una estrategia ampliamente utilizada con este objetivo, ya que contribuye a reducir la contaminación y a mejorar la salud de las personas. Sin embargo, estas transformaciones también generan una serie de efectos sociales. Algunos de ellos alineados con los objetivos de la medida, como la creación de nuevos espacios públicos y el fortalecimiento de la cohesión social. Otros pueden plantear desafíos, como es el caso de la gentrificación, un fenómeno urbano en el que la mejora del entorno atrae a residentes con mayores recursos económicos, elevando los precios de la vivienda y dificultando la permanencia de los vecinos de menores ingresos.
Un estudio reciente de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha analizado el efecto de las peatonalizaciones llevadas a cabo durante el período 2012–2020 en Barcelona sobre la composición sociodemográfica de la ciudad, planteando una pregunta clave: ¿pueden estas transformaciones del espacio público a favor del peatón contribuir a la gentrificación? Para responder a esta cuestión, la investigación examina los cambios en la población residente en las zonas peatonalizadas, comparándolos con los de las zonas no intervenidas.
Los resultados indican que, aunque el conjunto de la ciudad de Barcelona ha experimentado transformaciones significativas en el conjunto de la ciudad, estos cambios han sido más intensos en las áreas peatonalizadas. En particular, se observa que estas zonas han registrado:
— Un mayor incremento de residentes procedentes de otros países europeos y de Estados Unidos (en detrimento de la población proveniente de países con menor poder adquisitivo).
— Un aumento mayor de la proporción de vecinos con estudios universitarios.
—Un descenso del porcentaje de residentes mayores de 65 años.
Estos cambios sugieren que las zonas peatonalizadas, después de su transformación, han tendido a atraer a una población más joven, con mayor nivel educativo y procedente de países con mayor capacidad económica, encajando en la descripción de los procesos de gentrificación. Aunque la magnitud de estos cambios es de momento moderada, el estudio encuentra una tendencia al alza que, de mantenerse, podría alterar progresivamente el tejido social de los barrios afectados.
Los resultados del estudio no cuestionan los beneficios de la peatonalización, en tanto que suponen una mejora de la calidad de vida de los vecinos. Pero sí que subrayan la necesidad de introducir medidas complementarias para asegurar que esos beneficios sean distribuidos de forma socialmente justa entre la población. Políticas como la regulación del precio de la vivienda, la promoción de vivienda asequible o el apoyo al comercio local pueden ayudar a que la peatonalización mejore la calidad de vida sin generar desigualdades involuntarias.
Departamento de Geografía
Universitat Autònoma de Barcelona
Referencias
Villar-Abeijón, P.; Miralles-Guasch, C.; Marquet, O. (2025). Can pedestrianization trigger gentrification? Analysis of Barcelona’s sociodemographic changes following pedestrianization schemes. Transportation Research Part D: Transport and Environment, 142, 104718. https://doi.org/10.1016/j.trd.2025.104718