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En los últimos años se ha producido un incremento de la prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria y de las actitudes y comportamientos no saludables para controlar el peso, entre otros el seguimiento de dietas restrictivas sin supervisión médica, saltarse comidas principales, ingerir grandes cantidades de comida y posteriormente autoinducirse el vómito y utilizar laxantes, diuréticos u otros fármacos para controlar el peso. Estos comportamientos son muy prevalentes entre la población adolescente y, de forma muy acentuada, en el sexo femenino. Tanto los síndromes completos como las condiciones intermedias producen consecuencias graves sobre la salud física y psicológica de las personas que los padecen o practican. Debido a este incremento en la prevalencia y las graves consecuencias sobre la salud que producen, en los últimos 20 años se han diseñado programas de prevención dirigidos a la reducción de la incidencia de estas alteraciones y problemas alimentarios. 

Hasta la fecha, los resultados obtenidos en los estudios sobre la eficacia de los programas de prevención de las alteraciones alimentarias han sido muy limitados, particularmente en producir cambios duraderos en las actitudes y los comportamientos hacia los que se dirigen las intervenciones. Posiblemente esto se debe a que todavía no existe un modelo etiológico consolidado de las alteraciones alimentarias y a la ausencia de suficientes evaluaciones controladas que permitan establecer unos criterios precisos a partir de los cuales definir y desarrollar los programas preventivos.

En este trabajo se ha evaluado el efecto de un programa preventivo administrado en la escuela, dirigido a mejorar las actitudes alimentarias y a reducir la influencia del modelo estético corporal en una muestra de chicas adolescentes. La evaluación de la eficacia del programa se ha realizado mediante un diseño cuasi-experimental de grupos, con un grupo control y medidas pretest, postest y seguimiento a los seis meses en una muestra de 263 chicas adolescentes con una media de edad de 13,41 años (DE= 0,38 años). Se han diseñado dos condiciones de intervención. En una condición los participantes recibían el programa completo y, en la otra, únicamente recibían uno de los componentes del programa. Nuestros resultados indican que la intervención administrada, parcial y completa, produce cambios favorables a los seis meses en las actitudes alimentarias frente a una condición control de no tratamiento. Además, la intervención completa reduce la influencia del modelo estético corporal a los seis meses de seguimiento. Por otra parte, se ha controlado el nivel de adhesión de los participantes a las actividades del programa y, en este sentido, los resultados señalan que el hecho de completar las dos actividades asignadas entre sesiones potencia el efecto de la intervención en el seguimiento.

En conclusión, el programa que se presenta y el estudio realizado aportan nuevas evidencias al campo de la prevención de las alteraciones alimentarias. En primer lugar, la intervención diseñada incorpora elementos que se han mostrado eficaces y relevantes en la prevención de dichas alteraciones. En segundo lugar, constituye uno de los pocos programas evaluados hasta la fecha que ha producido cambios significativos y relevantes en las actitudes a los seis meses de seguimiento. Y, finalmente, es el único programa de estas características evaluado de forma controlada en España y el primero que incorpora herramientas de la innovadora perspectiva de alfabetización en medios.