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15/02/2016

Fechando el cambio cultural de la inhumación a la cremación de los difuntos en la edad del Bronce

canvi mort edat Bronze
En el segundo milenio a. C. se difundió por Europa, desde los Cárpatos y el valle del Danubio hasta el nordeste de la península ibérica, la costumbre de quemar los difuntos y depositar sus restos y los de la pira en urnas funerarias de cerámica. Este estudio ha analizado restos arqueológicos funerarios en Suiza y Cataluña para fechar de modo probabilístico la expansión de esta práctica. Los resultados muestran que se introdujo en Suiza entre los siglos XVII y XVI a. C., y unos 600 años más tarde en Cataluña, pero que no desplazó totalmente la más antigua práctica de enterrar a los difuntos.
Urna con restos incinerados procedente de la necrópolis de Pi de la Lliura (Girona, Cataluña). Subirà, M. E. 2005. Estudio antropológico de los restos procedentes de la campaña de excavación 2003 de Pi de la Lliura (Vidreres). Informe para el Museu d'Arqueologia de Catalunya, Girona (inédito).

Autor: Eulàlia Subirà (UAB).

A partir de los trabajos de Pere Bosh Gimpera, padre de la arqueología catalana, a comienzos del siglo pasado, uno de los temas claves del debate protohistórico en el nordeste peninsular ha sido el estudio de la así llamada “cultura de los Campos de Urnas”, caracterizada por la difusión a nivel europeo de la costumbre de quemar los difuntos y depositar sus restos óseos, los carbones de la pira y las cenizas en un urna funeraria de cerámica. Esta tradición se difundió de forma bastante rápida a lo largo de las últimas fases de la edad del Bronce en un amplio territorio, abarcando desde los Cárpatos y el valle del Danubio hasta el nordeste de la península ibérica. Este proceso conllevó que una parte de los miembros de las comunidades locales, que se caracterizaban por la práctica de inhumar sus muertos y enterrarlos en fosas muy a menudo cubiertas con un túmulo de piedras y tierra, empezó a adoptar el nuevo ritual funerario.
 
El estudio realizado, publicado en World Archaeology, se propone arrojar luz sobre este proceso de transición de la inhumación a la cremación utilizando una metodología innovadora basada en el análisis estadístico de las tumbas de incineración y las de inhumación entre 1800 a. C. y 800 a. C. en los territorios correspondientes a las actuales Cataluña y Suiza. En particular, se han utilizado los contextos arqueológicos fechados por el radiocarbono (14C). Hoy en día, la datación por radiocarbono se ha convertido en una herramienta imprescindible para fechar los materiales orgánicos con el objetivo de esclarecer la ubicación temporal de los restos arqueológicos y por lo tanto, investigar los procesos materiales y las actividades tanto humanas como naturales que han generado el depósito arqueológico.
 

Figura 1: A la izquierda, tumba de inhumación de la antigua edad del bronce en la necrópolis de Spiez-Einigen (Berna, Suiza). A la derecha, fosa simple con incineración, necrópolis de Pi de la Lliura (Girona, Cataluña).

Se han analizado 40 dataciones 14C asociadas a 13 contextos funerarios ubicados en Suiza (19 muestras proceden de tumbas de incineración, 20 de tumbas de inhumación y una de una tumba con los dos ritos) y 47 dataciones 14C procedentes de 25 yacimientos arqueológicos hallados en Cataluña (17 muestras están asociadas a 7 tumbas de incineración, mientras que 30 muestras proceden de tumbas de inhumación).

 
Figura 2: Datación radiocarbónica de una muestra de carbón procedente de la necrópolis de Pedrós (Lleida, Cataluña).  
   
Gracias al análisis bayesiano de este importante conjunto de datos y tras haber averiguado la fiabilidad de las muestras utilizadas, se ha podido modelizar de forma probabilística este fenómeno histórico. Los resultados alcanzados indican que la introducción de la incineración en el segundo milenio a. C. tuvo lugar antes en la zona de Suiza, entre 1639 y 1535 a. C., por una probabilidad 2σ y 1614-1560 a. C. utilizando la probabilidad de 1σ.Con un retraso de alrededor de 600 años, el nuevo ritual funerario fue adoptado también por las comunidades instaladas en el territorio catalán, donde la transición de la inhumación a la incineración se ha podido fechar entre1052 y 932 a. C. por el 2σ y entre 1019 y 958 a. C. según el 1σ. Cabe subrayar que en ninguna de las dos áreas la adopción del nuevo ritual funerarió implicó el abandono de la inhumación, sino una reducción de su número.
 
El trabajo se ha realizado en el Laboratorio de Arqueología Cuantitativa (LAQU) del Departamento de Prehistoria de la UAB gracias a fondos del Departament d’Universitats, Recerca i Societat de la Informació de la Generalitat de Catalunya y del Ministerio de Ciencia e Innovación con el proyecto HAR2012-31036.
 

Giacomo Capuzzo
Departamento de Prehistoria

Referencias

Capuzzo, Giacomo; Barceló, Juan Antonio. Cultural changes in the second millennium BC: a Bayesian examination of radiocarbon evidence from Switzerland and Catalonia. World Archaeology. 2015, vol. 47, num. 4, p. 622-641. doi: 10.1080/00438243.2015.1053571.

 
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