• UABDivulga
04/06/2020

Cistomatosis Apocrina. Primera descripción en la especie porcina

cistomatosis

El estudio del Servicio de Diagnóstico de Patología Veterinaria (SDPV) de la UAB y el Servicio de Soporte a Mataderos (SESC) de IRTA-CReSA describe por primera vez la cistomatosi apocrina en la especie porcina, una enfermedad de las glándulas sudoríparas apocrinas ya estudiada en gatos y perros, entre otros, a partir de tres casos, en Cataluña. Aunque este estudio expone que la causa de la lesión es la misma, no se ha podido determinar sólo una en general (local o multifocal cutánea o sistémica) por falta de una muestra de análisis más amplia. Sin embargo, el origen congénito es una posibilidad abierta por todos los indicios encontrados.

La histopatología revela cavidades quísticas tubulares recubiertas de epitelio glandular y llenas de contenido proteinaci.

Las enfermedades cutáneas son relativamente comunes en producción porcina y, a menudo, son causa de decomiso de la canal a nivel de matadero. La presentación clínica de este tipo de patologías oscila entre lesiones focales que se manifiestan exclusivamente a nivel cutáneo como lesiones multifocales o generalizadas de origen sistémico, a menudo acompañadas de otros cuadros clínicos extracutáneos.

Determinar el origen de estas enfermedades es complejo para los veterinarios especialistas en porcino o inspectores de matadero, ya que son muchas las causas que las producen y de orígenes diferentes. Las más comunes son enfermedades congénitas, nutricionales, ambientales, infecciosas de origen cutáneo o sistémico y causas neoplásicas, entre otras.

Las lesiones proliferativas cutáneas son comunes en cerdos. La edad de presentación ayuda a determinar el origen más probable, siendo los tumores la causa más frecuente en animales adultos. En caso de animales jóvenes las causas más probables son congénitas o, en menor medida, de origen infeccioso. No obstante, las enfermedades neoplásicas no son tan frecuentes como el resto de causas, ya que los animales se envían al matadero a una edad temprana, antes de alcanzar la madurez sexual, momento en el que los tumores se desarrollan con mayor frecuencia. A pesar de ello, se han descrito neoplasias cutáneas en cerdos jóvenes, siendo el linfoma, el nefroblastoma y el melanoma los tumores más frecuentes a estas edades. La cistomatosis apocrina, también conocida como hiperplasia quística de las glándulas sudoríparas apocrinas, es una condición cutánea rara de origen no tumoral que, hasta el momento, se ha descrito en humanos, perros y, con menos frecuencia, en gatos, pero no en cerdos o cualquier otra especie utilizada en ganadería.

Este trabajo describe por primera vez una cistomatosis apocrina en tres cerdos de 6 meses de edad durante la inspección post-mortem en diferentes mataderos de Catalunya. Los casos fueron remitidos a través del SESC, nuestro servicio de apoyo a mataderos. En los tres casos las características de la lesión fueron las mismas. Macroscópicamente se observaron múltiples vesículas homogéneas de menos de 1 cm de diámetro alineadas y repletas de líquido transparente y distribuidas de forma generalizada a lo largo del tejido subcutáneo de la piel del dorso del animal. A nivel histopatológico, se confirmó que eran glándulas sudoríparas distendidas y repletas de material acumulado que comprime las células epiteliales glandulares sin reacción inflamatoria asociada.

La localización anatómica de las glándulas sudoríparas en las diferentes especies de animales domésticos varía, aunque, dentro de la misma especie, la localización suele ser la misma. En los tres cerdos presentados, la localización de la lesión en el dorso del animal pareció seguir esta norma, pero la escasa casuística no permite confirmar esta hipótesis.

En medicina veterinaria no se ha llegado a un consenso sobre la causa de la cistomatosis apocrina. Un acúmulo del material producido por las glándulas sudoríparas tras la obstrucción del conducto excretor podría dar lugar a la distensión glandular. Sin embargo, en estos casos la lesión esperable sería focal no generalizada. Otra posible explicación de este problema sería la presencia de episodios continuados de hiperplasia glandular (que cursa con mayor producción de material) seguidos de procesos de involución glandular e imposibilidad de eliminación del material, lo que conduce a su acumulación. Otra causa descrita es la presencia de tumores benignos (adenomas) de glándula sudorípara. Estas neoplasias se caracterizan por crecer de forma descontrolada pero progresiva manteniendo la capacidad productora. Esto conduce a la acumulación de material y a la consiguiente distensión glandular. El diagnóstico de adenomas requiere la identificación de características microscópicas indicativas de proliferación celular, aunque ello no se confirmó en los tres casos presentados. Por último, la ausencia de células inflamatorias o agentes infecciosos asociadas a las glándulas permite descartar la causa infecciosa como responsable del problema.

No se puede descartar un origen congénito, pero tampoco se puede confirmar dado que esta lesión no es observable en un animal vivo. Sin embargo, la ausencia de glándulas apocrinas normales en las secciones evaluadas, la falta de dilatación evidente u obstrucción de los conductos glandulares y/o inflamación u otras alteraciones en el tejido subcutáneo circundante pueden ser elementos que apuntan hacia un origen congénito.

Joaquim Segalés
Departament de Sanitat i d'Anatomia Animals
Àrea de Sanitat Animal
Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Recera i Tecnologia Agroalimentàries - Centre de Recerca en Sanitat animal (IRTA-CReSA)

Referencias

López-Figueroa, C., Domingo, M., Martí, B., Vidal, E., Segalés, J. Cutaneous apocrine cystomatosis in three slaughter-aged pigsJ Vet Diagn Invest. 2020;32(1):159‐161. doi:10.1177/1040638719894553

 
View low-bandwidth version