Declaraciones del Decano en 'El País'

29/05/2017
El curso 2017/2018 se pone en marcha el nuevo grado en Gestión de Ciudades Inteligentes y Sostenibles (Smart cities), fruto de la colaboración entre la Facultad de Filosofía y Letras (Dpto. De Geografía) y la Escuela de Ingeniería, que, según Carbonell "formará profesionales capaces de comprender, gestionar y contribuir a gobernar las nuevas realidades urbanas que emergen de las profundas transformaciones económicas, sociales y tecnológicas asociadas a la globalización; los estudiantes recibirán una formación mixta a partir de los estudios de ingeniería, geografía urbana y geoinformación". Esta interdisciplinariedad nace de la necesidad de atender la demanda de nuevos perfiles profesionales para los que -señala el decano- es posible crear títulos "más coyunturales" que tengan una duración de 10-15 años para formar nuevos perfiles y "cuando el mercado esté saturado, podemos tener la libertad de eliminarlos, o de transformarlos en función del momento".
En la misma línea de dar respuesta formativa a los requerimientos de la sociedad, la Facultad inicia el curso 2017/2018 el máster en Filosofía Aplicada que formará los titulados en bioética, ética animal, ética empresarial, ética feminista, estética aplicada y filosofía de la ciencia y de la tecnología. Se trata, según Carbonell, de "demostrar para qué sirve la filosofía", en la medida en que "es una rama de conocimiento con una importante repercusión real en los problemas del día a día".
En este sentido, preguntado sobre el impacto de la disminución de horas en formación humanística en la etapa preuniversitaria, el decano Carbonell afirma: "Hoy en día los conocimientos, si los necesita, el estudiante los puede adquirir a través de medios numerosos y diversos; lo que no podrá adquirir, si no se le acompaña, son las actitudes vitales para resolver los problemas contemporáneos. Y esto desgraciadamente no depende del número de horas asignadas a una asignatura u otra". Pero, para situar la polémica en su justa perspectiva histórica, el decano recuerda que "ni la música ni la expresión artística ni el cuidado del cuerpo" -por mencionar sólo algunas materias claramente humanístiques- han formado parte de los currículums escolares de generaciones muy cercanas (de hecho, no se incorporaron hasta inicios de los años 80 del siglo pasado) y entonces nadie se quejaba".