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El petróleo ha contaminado el Amazonas del Perú durante los últimos 30 años

Investigadores del ICTA y del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB han elaborado por primera vez una base de datos de análisis químicos realizados en esta región entre los años 1983 y 2013.

13/06/2014

La contaminación por petróleo ha afectado el Amazonas del Perú durante los últimos 30 años y supone un peligro importante para las zonas más vírgenes y remotas de esta región, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) y del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB que analiza por primera vez el impacto de la contaminación de las actividades extractivas en el Amazonas Occidental. El estudio se ha presentado estos días en la conferencia Goldschmidt de geoquímica, en Sacramento, California.

La mayor parte de las selvas tropicales contienen reservas de gas y petróleo. En el Amazonas occidental o peruano, la producción de estos combustibles empezó en los años 20 y logró su máximo nivel en los 70, pero la creciente demanda actual está provocando un nuevo crecimiento de las extracciones. Aproximadamente el 70% del territorio fue concesionado para la exploración petrolera entre 1970 y 2009.

Los investigadores han elaborado por primera vez una base de datos de análisis químicos realizados en esta región entre los años 1983 y 2013 y han analizado los vertidos ocasionales y crónicos que se han producido a lo largo de los ríos de la selva amazónica. Los datos provienen de varias fuentes, incluidas las agencias públicas peruanas y las compañías petroleras. A pesar de que tendrán que ser reforzados con estudios posteriores, los resultados obtenidos han alertado a los científicos.

“Hemos estudiado los registros de contaminantes de 18 puntos de vertido de aguas de formación -subproducto de la extracción petrolera- distribuidos en 10 afluentes del río Amazonas, midiendo las variaciones de 9 contaminantes diferentes, entre ellos plomo, mercurio y cadmio, durante los últimos 30 años. El 68% de las muestras estaban por encima de los límites actuales permitidos en cuanto a las concentraciones de plomo y el 20% superaban los niveles de cadmio. También pudimos comparar los niveles de contaminación aguas arriba y abajo de los puntos de vertidos, encontrando 11 veces más cloruros -indicadores de contaminación petrolera- río abajo”, explica Raúl Yusta, uno de los autores del estudio.

“No hay hasta ahora estudios publicados que nos indiquen el impacto de la contaminación de las actividades extractivas en las zonas vírgenes remotas tropicales. Nuestros resultados muestran que la contaminación ha sido muy extensa por estas áreas. El aumento de los niveles de contaminantes no se debe sólo a los vertidos de petróleo, también a la perforación y al proceso de extracción, procesos que hasta ahora no se han controlado eficazmente. Algunos de los contaminantes pueden pasar a las personas y muchos de los terrenos donde se producen los vertidos son zonas de alimentación de muchos animales, incluidas especies en peligro de extinción”, indica Antoni Rosell, investigador ICREA en el ICTA y codirector de la investigación.

“La contaminación de las aguas superficiales debido a la extracción de petróleo se redujo en esta región hacia el 2008, por el inicio de la reinyección de las aguas de formación, pero hay un gran desconocimiento de la contaminación presente en sedimentos, suelo, y de la posible bioacumulación de metales pesados en animales que la población indígena local pesca y caza para alimentarse. Este desconocimiento, ligado a la mayor demanda de combustibles fósiles, genera una gran preocupación sobre las consecuencias que podría tener la ampliación de fronteras para nuevos proyectos de explotación y extracción”, concluye Martí Orta, también codirector del estudio.

El río Amazonas nace en el pico Nevado Mismi -5597 metros de altitud- en los Andes Peruanos. Desde allá fluye hacia las provincias de Loreto y Datem del Marañón, donde se tomaron las muestras analizadas en el estudio. El Amazonas Occidental, con grandes reservas de hidrocarburos en sus selvas, está considerada un área de diversidad cultural y biológica únicas en el mundo.