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Proyecto Investigación y Acción Participativa (IAP): niños y niñas que se ponen en la piel del investigador/a social

Projecte IAP

Estudiantes del Máster en Políticas Sociales y Acción Comunitaria participan cada año como voluntarios en el Proyecto Investigación y Acción Participativa (IAP), que ha permitido a niños y niñas de escuelas de barrios de exclusión social formar parte de una investigación social. La finalidad del proyecto es facilitar a los centros educativos tejer red con las entidades y asociaciones del territorio.

02/07/2021

Cada curso académico, a los estudiantes del Máster Oficial en Políticas Sociales y Acción Comunitaria se les ofrece participar como voluntarios en el Proyecto de Investigación Acción Participativa (IAP), impulsado por el Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (IGOP) de la UAB.

El objetivo del proyecto IAP es fomentar y consolidar el vínculo y la relación de la escuela con su territorio y comunidades próximas; impulsar una visión crítica y propositiva de la realidad social al alumnado de primaria, promover la reflexión y la puesta en marcha de acciones para las desigualdades sociales detectadas, y acompañar a los centros en este proceso para hacer frente a las desigualdades educativas.

Hace cinco años que este proyecto se implementa durante el curso escolar en diferentes centros educativos en barrios de Barcelona y cercanías con riesgo de vulnerabilidad o exclusión social. El proyecto IAP nació el curso 2013-14 después de que el IGOP desarrollara un estudio sobre el impacto de la crisis económica del 2008 en Ciudad Meridiana, en el cual participó la Escuela Mestre Morera.

Las dos entidades vieron la posibilidad de construir conjuntamente una investigación social como herramienta de motivación para los alumnos. Desde entonces, la iniciativa se ha ampliado a otros centros y ya se ha implantado en siete escuelas de Barcelona y Montcada i Reixac.

Ferran Moya ha participado este año como voluntario mientras estudiaba el Máster. Con los alumnos de 6º curso del Instituto-Escuela Trinitat Nova, han hecho una investigación sobre el impacto de la Covid-19 en el barrio en el ámbito económico, de salud física y mental, y de relaciones sociales. Para él, ha sido una oportunidad para conocer de primera mano “las desigualdades educativas y las diferentes formas de exclusión de carácter estructural que atraviesan los barrios más vulnerabilizados de la ciudad de Barcelona”.

Ferran Moya

El titulado Ferran Moya durante una de las sesiones en el aula (Foto: IGOP).

El IGOP ha recogido las diferentes experiencias de este proyecto en las escuelas en una guía metodológica para que otros centros lo puedan implementar. “Este proyecto propone iniciar la relación del centro educativo con el territorio que lo rodea [...], que beneficie y del cual forme parte toda la comunidad”, señala la guía.

Un proyecto de investigación liderado por los niños

Las primeras sesiones en el aula consisten a hacer reflexionar a los niños sobre su realidad en los barrios, y se les da la oportunidad de encontrar problemáticas, opiniones y soluciones a un tema concreto que ellos mismos escogen a partir de un tema general que se elije entre la coordinación del proyecto y el equipo docente.

Víctor Mirete, que coordina el proyecto desde el IGOP, explica que en la Escuela El Turó (en el Turó de la Peira) este año el profesorado decidió tratar la temática de la "violencia en el barrio” y, posteriormente, los alumnos escogieron los temas de la violencia verbal, la violencia de género y la violencia animal.

Estudiants durant la sortida de camp

Los alumnos ponen en práctica técnicas de investigación como la encuesta durante el trabajo de campo (Foto: IGOP)

Esta primera fase del proyecto permite a los alumnos conocer qué es una investigación social, cuál es el rol de un investigador/a y cómo construir una hipótesis que tendrán que responder. También se hace el diseño de un mapa de actores, donde los niños identifican las equipaciones, las entidades, los comercios u otras asociaciones de referencia en el barrio.

Como investigadores, los alumnos se adentran en el mundo de la investigación trabajando en el aula las diferentes técnicas e instrumentos de investigación existentes -como la entrevista, la encuesta o la observación del entorno-, y que después ponen en práctica en el trabajo de campo.

En la Escuela Mestre Morera, en Ciutat Meridiana, una de las herramientas utilizadas fue un cuaderno de debate familiar donde se explicaba la “Leyenda de los Leones y el Colibrí”, con la cual niños y familias pudieron reflexionar conjuntamente sobre problemáticas y mejoras en los espacios públicos. Los alumnos también hacen dos salidas en el territorio en las que realizan encuestas a los vecinos y vecinas de la zona. En la última etapa, los alumnos hacen un vaciado de la información y analizan los resultados, que presentan en un acto a final de curso donde se invita a todos los agentes participantes.

El voluntariado: primer vínculo entre la universidad y la escuela

Uno de los principales beneficios para el alumnado es la posibilidad de conocer nuevas realidades y descubrir profesiones y estudios que desconocían. La guía de la IGOP recoge testigos de las escuelas afirmando que esto ha ampliado las expectativas de estos alumnos de zonas desfavorecidas para ir y llegar a la universidad. En muchos casos, este proyecto resulta el primer contacto de cerca y directo con la universidad.

Adriana Maria

La titulada Adriana Maria Offredi en la Escuela El Turó, en Barcelona (Foto: IGOP).

Adriana Maria Offredi es de Italia y mientras ha cursado el Máster en Políticas Sociales y Acción Comunitaria ha participado como voluntaria al proyecto IAP, en la Escuela El Turó. A través del voluntariado, ha podido poner en práctica los aprendizajes del Máster y “empezar a relacionarme con el territorio y sus actores”, explica. Según ella, es una buena manera de ganar experiencia en dinamización, ampliar competencias en el ámbito escolar y de relación con varios actores.

El IGOP se encarga de dar formación a todos estos voluntarios y voluntarias que realizan la intervención directa con los niños. En total, los participantes reciben una formación de 20 horas donde se los dota de técnicas y recursos sobre nuevas metodologías educativas y de acción comunitaria, y se les acompaña en la organización de las sesiones en el aula y en el reparto de tareas.

Esta experiencia de voluntariado también está abierta a otros estudiantes de la UAB, impulsado desde la Fundació Autònoma Solidària, como uno de los proyectos socioeducativos que se ofrece a los alumnos junto con el programa CROMA 2.0.

Equip del projecte IAP

Imagen del equipo del proyecto IAP durante el curso 2020-2021 (Foto: IGOP).