UAB Campus: tres décadas reinventando espacios, creando oportunidades
Artículo escrito por Maria Clarella, directora de Congresos y Eventos UAB Campus, sobre la evolución del campus hacia un espacio único, multifuncional y abierto al mundo, fruto de tres décadas de trabajo estratégico y colaborativo.
21/11/2025
Hace treinta años, la UAB inició un proceso de transformación que ha convertido nuestro campus en un espacio único en el Estado: un entorno académico que, además de generar conocimiento, es capaz de acoger congresos, eventos corporativos, formación especializada, actividades culturales, rodajes, deporte, campus para jóvenes y nuevas formas de convivencia. Lo que hoy conocemos como UAB Campus es fruto de una visión pionera, compartida progresivamente por todos los servicios y personas que forman la Universitat Autònoma de Barcelona, y que ha situado nuestra institución como un referente de innovación en la gestión de espacios y servicios.
La semilla de esta evolución se remonta a los años noventa, cuando la UAB decidió aprovechar su modelo de universidad de campus —un espacio físicamente cohesionado, con servicios propios e identidad propia— para abrirse al mundo más allá de la actividad estrictamente académica. El objetivo era claro: maximizar el potencial de su patrimonio y hacerlo útil para nuevas necesidades profesionales, científicas y sociales. Esta voluntad desembocó en la creación de la Oficina de Congresos del Campus de Bellaterra, embrión del actual servicio de Congresos y Eventos UAB Campus, que tenía una misión tan ambiciosa como estratégica: dar a conocer a la sociedad que el campus era mucho más que aulas e investigación.
El esfuerzo inicial consistió en construir confianza interna. El 90% de los primeros eventos que acogíamos provenían de la propia comunidad universitaria. Trabajar codo con codo con el personal docente, investigadores y personal de servicios permitió detectar necesidades, adaptarnos con agilidad y consolidar una relación que todavía hoy es la base de muchos proyectos. De esta complicidad nace también el programa Embajadores UAB Campus, que es la colaboración entre los promotores de congresos de la UAB y Congresos y Eventos UAB Campus para mejorar la oferta de nuestros servicios y liderar iniciativas científicas y congresuales dentro del campus, aumentando su impacto y proyección internacional.
Con el tiempo, la mirada se amplió. El equipo empezó a analizar qué hacían otras universidades europeas y qué podíamos aprender de ellas. La conclusión fue evidente: el campus tenía un potencial enorme aún por desplegar. Esta reflexión abrió las puertas a una diversificación de productos y usos que ha marcado la evolución de la última década. Así nacieron líneas como UAB Campus Sports, University Residential Camps, UAB Campus Training o UAB Campus Plató, que han convertido nuestros espacios en escenarios para formaciones corporativas, campus juveniles, producciones audiovisuales, eventos deportivos y actos de formatos muy diversos.
Este proceso no ha sido solo una ampliación de servicios, sino una manera diferente de entender el campus: un ecosistema vivo, flexible y orientado a las personas. Hoy, la UAB es capaz de acoger desde una escuela de verano internacional hasta un rodaje, pasando por un encuentro científico de primer nivel. La clave ha sido saber reinterpretar los espacios, darles identidad propia y conectarlos con los distintos públicos.
En los últimos años, la sostenibilidad, la accesibilidad y el legado se han convertido en prioridades ineludibles. Por ello hemos creado un Servicio de Asesoramiento en Eventos Responsables, que acompaña a organizadores y equipos internos en la implementación de prácticas sostenibles reales y aplicables. Esta apuesta refuerza un principio esencial: reinventarnos también implica hacerlo con responsabilidad y coherencia con los valores de la universidad.
Hoy, después de tres décadas, UAB Campus es el resultado del trabajo conjunto de muchas personas de la Corporació UAB que han aportado ilusión, creatividad y vocación de servicio. Hemos logrado que nuestro campus sea percibido no solo como un espacio académico, sino como un entorno versátil, inspirador y abierto, capaz de responder a las necesidades de una sociedad en constante evolución.