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Sergio Gavilán: "La ciencia-ficción es el género que mejor representa la ciencia archivística"

Retrat de Sergio Gavilán

Hablamos con el exalumno del Máster en Archivística y Gestión de Documentos de su libro Archivos imaginarios. La archivística en el cine de ciencia ficción, una exploración de enfoques archivísticos en una selección de películas de ciencia ficción como Blade Runner o Star Wars.

09/02/2024

Archivos imaginarios sumerge al lector en la filmación de paisajes archivísticos de ciencia ficción donde la memoria, la identidad, la historia y las lecturas del porvenir hallan películas que dimensionan la trascendencia de los archivos en la sociedad.

Hace un par de años entrevistamos a Ramon Alberch, el gran referente de la archivística en nuestro país, con motivo de la publicación del libro Archivos y archiveros en la literatura y el cine. En él, el hilo rojo eran los archiveros y la percepción de la profesión, mientras que en el tuyo, son los archivos y el papel que juegan en las historias. ¡Queda entendido que el cine es una gran fuente de inspiración para los archiveros! ¿Por qué crees que es así?

Sin ningún tipo de duda, estas últimas publicaciones ponen de manifiesto que la archivística es una ciencia que está en constante evolución, y que no se circunscribe al pasado sino que es una ciencia de presente y de futuro. Pienso que esta simbiosis entre archivos y cine (y literatura) se debe aprovechar, puesto que nos ofrece una ventana única para dar a conocer y reivindicar el papel de los archivos en la sociedad.

Dado que la archivística es intrínseca a la historia de la humanidad, el cine, como espejo de la realidad, se alimenta de estos hechos y los traduce a la pantalla. Por lo tanto, esta interconexión entre los archivos y el mundo cinematográfico no solo enriquece la narrativa cinematográfica, sino que también ayuda a promover una mejor comprensión de los objetivos de la archivística y nos ofrece una visión holística de su trascendencia.

Tu libro, surgido de tu Trabajo Final de Máster, se centra específicamente en el cine de ciencia ficción, un tema que cautiva tu interés también fuera del ámbito archivístico. ¿Tuviste dificultades para aplicar esta pasión a tu trabajo académico?

En absoluto. Creo que la ciencia ficción y la distopía son siempre exponentes de la realidad del momento y, por lo tanto, son capaces de capturar y transmitir las ansiedades, miedos y angustias de un contexto y una época concreta a través de sus creaciones artísticas. En este sentido, pienso que la archivística es todo un fenómeno en el terreno de la ciencia ficción porque ésta se cuestiona el futuro a partir de las propiedades del presente. En el libro se analizan películas de diferentes épocas, y todas ellas hablan de temas de mucha relevancia y vigencia archivística: cuestiones como la interrelación entre archivos-memoria y poder, problemáticas respecto de la identidad tanto individual como colectiva en tiempos líquidos, la manipulación y el falseamiento de la historia... además de lecturas plenamente archivísticas y centradas en aspectos más técnicos, como los dilemas respecto de conservar o eliminar registros o la determinación del acceso, la autenticidad o exactitud de los documentos.

Entonces, pienso que no hay ningún tipo de duda: la ciencia ficción habla de la archivística (a pesar de que a veces veladamente) porque nuestra sociedad, en casi todas las áreas, está imbuida de archivística, a pesar de que no se quiere reconocer o no nos damos cuenta.

Para acotar el alcance del trabajo tuviste que ceñirte a un número reducido de películas. Exceptuando probablemente las dos francesas de los años sesenta, Lemmy contra Alphaville y La Jetée, el resto son bien conocidas por el público en general – 1984, V de Vendetta...- y algunas incluso han escrito historia del cine, como Blade Runner. ¿Cuáles tuviste que dejar en el tintero y qué interés archivístico tenían?

Efectivamente, en este caso decidí priorizar la calidad a la cantidad. Para mí era más interesante comentar aquellas obras cinematográficas donde el argumento central girara en torno a aspectos que considero esencialmente archivísticos y, sobre todo, plenamente vigentes, como la preocupación por la desaparición de la memoria y su obsolescencia, la archivística y la información vinculadas al poder, la identidad ligada en la era virtual, las alteraciones, falsificaciones, y los dilemas que oscilan entre la conservación y la eliminación.

Hay muchas películas que tratan aspectos archivísticos relevantes, pero uno de los objetivos (implícitos) del libro era trazar una breve historia de la ciencia archivística en el cine de ciencia ficción a través de aquellas obras más representativas a lo largo de los años hasta la actualidad. Es por eso que aparecen películas de ciencia ficción más experimentales, como bien dices, Lemmy Contra Alphaville y La Jetée, de los años sesenta, hasta proyecciones que están muy presentes en el imaginario colectivo: Fahrenheit 451, 1984, Blade Runner, V de Vendetta o Rogue One: Una historia de Star Wars.

Las películas que me he dejado? Cómo me gustaría hacer una segunda parte, dejemos que sea el próximo libro el que las revele.

En la página 19, en el primer capítulo, llama la atención esta frase: “Nuestra idea es que la ciencia ficción es el género que mejor representa la ciencia de los archivos y sus objetivos, en tanto que desubican su sentido banal, intrascendente  o accesorio comúnmente percibido en nuestra realidad (...)”. Sorprende que un archivero plantee que la sociedad en general tenga una percepción de la archivística como ciencia banal, intrascendente o accesoria. ¿Qué te ha hecho llegar a esta triste conclusión? ¿Salvarán las películas de ciencia ficción a la archivística?

Creo que la ciencia ficción es el género que mejor representa la ciencia archivística porque es capaz de transmitir −a pesar de abordarlo desde una perspectiva negativa, como puede ser la desaparición, eliminación o falsificación de la memoria− su papel vital en nuestra sociedad. Pienso que tiene que ver con su dimensión global: mientras en otros géneros cinematográficos el argumento se centra en ámbitos periodísticos de investigación e investigación, la ciencia ficción ofrece escenarios donde el argumento archivístico en todas sus temáticas y vertientes resulta central. Creo que el caso más paradigmático es el largometraje Rogue One: Una historia de Star Wars, donde la paz a la galaxia depende exclusivamente de la información que puede transmitir un documento.

Además, otras películas de la selección tienen un valor archivístico que va más allá de su funcionalidad práctica, y transmite una relevancia filosófica y humanística de la archivística. Así, la ciencia ficción recalca de manera contundente la importancia de los archivos y su valor inherente para la preservación de la memoria y el conocimiento.

La destrucción y falsificación de archivos, en el apartado “La desaparición del pasado” del último capítulo, es sobrecogedoramente actual. Hace un año supimos de la censura aplicada por la editorial de Roald Dahl en los Estados Unidos a algunas de sus novelas infantiles, escritas entre 1943 y 1990, para eliminar palabras “ofensivas”, o el recorte de ciertos pasajes de clásicos de Shakespeare en las escuelas de Florida por su “obscenidad”. Incluso un capítulo de la imprescindible serie The Office ha sido eliminado de las plataformas por su contenido supuestamente racista. ¿Por fin ha llegado la eliminación del pasado y el fin de la historia tan temidos por George Orwell en 1984?

Este es un hecho congénito a la historia de la humanidad. En el Antiguo Egipto, los faraones, para legitimar su poder, manipulaban los registros históricos, monumentos y relatos para glorificar su reinado y ocultar los acontecimientos más desfavorables, de forma que los faraones sucesores usurpaban monumentos y registros de faraones anteriores. Al final, la máxima de Orwell “Quien controla el pasado, controla el futuro” en la obra 1984 es atemporal. Esto llega al paroxismo con el caso de Rusia, un país que ha reinventado su historia constantemente, hasta el punto que Orlando Figes, reputado historiador, aseveró que durante la época soviética, cuando el comunismo era el destino irreversible de la URSS y la historia se ajustaba para que así fuera, se explicaba un chiste que podría haber formulado el mismo Orwell: que no es el futuro de Rusia el que ofrece dudas; el que resulta impredecible es su pasado, porque se ha reinventado constantemente.

Pienso que la alteración, manipulación y erradicación del pasado describen la historia. Hay un problema respecto del pasado, y que es equiparable (en el nivel de incertidumbre) a los problemas que ya tenemos y tendremos en el futuro: mientras que del pasado remoto la problemática es que no tenemos la certeza que aquellos que la documentaron se ciñeran a los hechos o tuvieran ciertos intereses, respecto del futuro la problemática es que habrá tanta información y distintas versiones de un mismo hecho que no tendremos claro cuál es la información veraz.

Para acabar: si surgiera la oportunidad, pues, de escribir la segunda parte, solo con películas del siglo XXI, o solo con series, ¿cuáles entrarían en la selección y por qué?

En el ámbito de series tuve la suerte de publicar un artículo en la revista “Anales de Historia del Arte” dedicado al tema “Arte y Archivo”, denominado “Reflejos oscuros: el siniestro rostro de los archivos en Black Mirror” que exploraba la relación entre las tecnologías del futuro y la archivística en la serie Black Mirror, que sin duda ofrece lecturas muy interesantes respecto a la autenticidad y fiabilidad de los registros del futuro.

En cuanto a una hipotética segunda parte, como te he dicho antes, me gustaría que fuera el propio (futuro) libro el que nos ofreciera la selección, puesto que en mi caso priorizo que los largometrajes ofrezcan un argumento exclusivamente dedicado a temas archivísticos. Igualmente, el embrión del libro, mi Trabajo de Fin de Máster, se centra en películas de la década del 2010 al 2020, donde hablo de films muy interesantes, como El dador de recuerdos y Lucy (2014), Star Wars: los últimos Jedi (2017) o Anon (2018). El trabajo está disponible en el depósito digital de documentos de la UAB.